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Ante la pregunta del juez 38 de control de garantías los hermanos Francisco y Catalina Uribe Noguera se declararon inocentes del delito de favorecimiento en secuestro imputados por la Fiscalía General. En la diligencia judicial que se adelantó a puerta cerrada en el complejo judicial el ente investigador explicó que los dos imputados incurrieron en incongruencias en el relato que dieron frente a los hechos que rodearon el secuestro, homicidio y manipulación de la escena del crimen en el caso de la niña Yuliana Samboní. (Lea: Las dudas sobre la versión de los hermanos Uribe Noguera)
En la audiencia reservada la fiscal del caso retiró la solicitud para que se les imponga medida de aseguramiento privativa de la libertad o restricción para movilizarse o salir del país en contra de los hermanos Uribe Noguera. Esta petición fue apelada por la Procuraduría General al considerar que existe un riesgo que los dos procesados salgan del país y evadan así el actuar de la justicia, afectando el desarrollo del proceso penal.
La fiscal del caso reveló que los hermanos Uribe Noguera no le avisaron a tiempo a las autoridades sobre la ubicación de la niña de siete años. En este sentido aseguró que si se revisan los registros de llamadas y sus declaraciones se puede inferir que Francisco Uribe Noguera únicamente le avisó al Gaula y a la Policía que la menor de edad se encontraba en el edificio Equus 66 cuando llegó a la Clínica Navarra para internar a su hermano.
Durante cuatro horas, pese a que tenía conocimiento, no le dio la información exacta a las autoridades quienes ya lo habían contactados. De estas actividades también tuvo conocimiento directo Catalina Uribe Noguera quien llegó al edificio ubicado en el sector de Chapinero Alto. La niña fue encontrada en el jacuzzi en la noche del 4 de diciembre por las autoridades con signos de tortura.
Las pruebas recolectadas permiten inferir que Francisco encontró en la camioneta de su hermano el zapato de la niña y no le informó a las autoridades. Igualmente no hicieron nada cuando encontró a su hermano en el apartamento 603 del edificio Equus 66, lugar al que fue trasladada la niña y donde fue violada y asesinada por Rafael Uribe Noguera.
La investigación reveló que la niña fue "bañada" con aceite de cocina, presuntamente para borrar las huellas digitales y otras pruebas. En días pasados la Embajada de los Estados Unidos le suspendió las visas a Francisco y Catalina Uribe Noguera, con el fin de restringir su salida del país, esto después de conocerse que el pasado 25 de diciembre tenían planeado un viaje. Por estos hechos los hermanos Uribe Noguera se exponen a una condena entre los 16 y 72 meses de prisión.
El representante de la Procuraduría General aseguró que en este caso existe un agravante puesto que debido a su formación académica los ahora procesados sabían que estaban incurriendo en una conducta punible. Igualmente advirtió que existe un riesgo que evadan el actuar de la justicia debido a tiene una capacidad económica para salir del país.
El papel de los hermanos Uribe Noguera
El Gaula de la Policía contactó hacia el mediodía del domingo a Francisco Uribe Noguera. En esa primera llamada le dijeron que la camioneta registrada a nombre de su esposa estaba involucrada en un secuestro. A las 2:00 p.m. él se reunió con agentes de esa unidad, que le informaron de la desaparición de la pequeña. Les dijo entonces que el vehículo estaba en poder de su hermano, pero que no sabían dónde ubicarlo. (Ver: Explotación sexual de menores en Bogotá: invisibilizada, pero latente)
Se conoce, por la minuta del edificio Equus 66, que Francisco y Catalina entraron al apartamento sobre las 3:40 p.m. Al anochecer volvió a haber contacto entre Francisco y los investigadores, esta vez en la Clínica Navarra, en donde había sido internado Rafael Uribe Noguera. Allí, Francisco les relató que, según su hermano, la niña había muerto accidentalmente. Mencionó además el apartamento del Equus66. Las autoridades encontraron el cuerpo a las 7:00 p.m.