Todo comenzó el pasado 30 de octubre, cuando en una vía entre Ocaña y Cúcuta fue arrestado Jairo por la Policía. En un principio se identificó con una cédula falsa y con el nombre de Luis Eduardo Martínez.
Tras su captura, el pasado 7 de noviembre el Eln emitió un comunicado en el que advertían que el jefe guerrillero estaba desaparecido y que su rol era de gran importancia, ya que hacía parte del grupo que adelantaba los diálogos exploratorios de paz con el Gobierno.
“Eduardo Martínez viajaba por la carretera con la intención de integrarse a la comisión técnica de asesoría a la delegación del grupo, un comité que es responsable de los contactos con el Gobierno para concretar un proceso de paz”, escribió el Eln hace cuatro días. Agregaron que esta situación es de suma gravedad y pone en jaque los acercamientos con el Gobierno, ya que se capturó a un negociador y además hermano de Antonio García.
Cabe recordar que Jairo es solicitado en extradición por Estados Unidos, ya que es señalado como uno de los cerebros del secuestro de un ciudadano norteamericano. Según indicaron las autoridades, el arresto de Jairo se dio porque en los sistemas judiciales no habían levantado ninguna de las órdenes de captura.
Aún es incierto dónde está Jairo y cuál será su futuro. Al margen de que se trata de uno de los hombres más importantes de los acercamientos para lograr la paz con el Eln, fuentes cercanas al proceso indicaron que la Policía lo puso a disposición de la Fiscalía. Sin embargo, el ente investigador negó rotundamente que hasta el momento hayan recibido informe alguno sobre la captura.