Unión Europea preocupada por asesinatos de defensores de derechos humanos en Colombia

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La Unión Europea expresó este miércoles su preocupación por los recientes asesinatos de defensores de derechos humanos en Colombia, según un comunicado de la delegación de los 28 en el país suramericano.

El organismo, apoyado por las Embajadas de los Estados miembro y las de Suiza y Noruega en Bogotá, rechaza la muerte "de varios líderes comunitarios y defensores de derechos humanos, condenando todas las muertes violentas", destacó en una notificación.

El texto destaca los asesinatos "en los últimos días" de William Castillo (el 7 de marzo en Antioquia), Klaus Zapata (el 6 de marzo en Cundinamarca), Willar Alexander Oime y Marisela Tombe (1 de marzo en el Cauca), según las fechas y lugares de los ataques reportados por la revista Semana.

Los diplomáticos europeos se suman así a las condenas emitidas por la sociedad civil, las autoridades colombianas y la comunidad internacional ante la inseguridad que sufren los activistas en el país.

La Defensoría del Pueblo, que vela por los derechos humanos en Colombia, ya advirtió en febrero de amenazas a defensores de derechos humanos y periodistas.

La UE y sus Estados miembro llamaron a las autoridades del país a "que todos los asesinatos sean esclarecidos y los responsables llevados ante la justicia", además de pedir que refuercen la seguridad, y subraya el papel "fundamental" de los activistas "en el contexto actual del proceso de paz".

Durante el 2015, 472 líderes sindicales, 628 defensores de derechos humanos y 131 periodistas recibieron amenazas, según datos recopilados por la Defensoría del Pueblo, que tiene otros nueve caso en estudio.

La ONU denunció en agosto el asesinato de 69 defensores de derechos humanos y líderes comunitarios en Colombia en los primeros ocho meses del año pasado.

El gobierno de Juan Manuel Santos y las Farc negocian desde hace más de tres años en La Habana el final de un conflicto que ha enfrentado durante más de medio siglo a guerrillas de izquierda, paramilitares de derecha y fuerzas públicas.

En el país, principal productor de hoja de coca -insumo básico para la cocaína-, operan también bandas criminales y grupos narcotraficantes.