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Nueva agresión contra la campesina que derrotó a la gran minería en Perú

Decenas de hombres con escudos destruyeron algunos de los cultivos de Máxima Acuña, quien al intentar detenerlos fue amenazada y golpeada.

Redacción Medioambiente
20 de septiembre de 2016 - 03:00 a. m.
Máxima Acuña, campesina del Perú.  / Goldman Prize
Máxima Acuña, campesina del Perú. / Goldman Prize

Cinco meses después de que a la campesina Máxima Acuña le fuese otorgado el premio Goldman, el galardón medioambiental más importante del mundo, por defender su territorio de la gran minería, fue atacada por varios funcionarios de la minera Yanacocha, quienes destruyeron varios de sus cultivos y la golpearon tan fuerte que la enviaron al hospital. (Lea: La campesina que venció a la gran minería en Perú)

La denuncia se hizo visible en la redes sociales, en las que tanto su esposo como sus hijos denunciaron los abusos a los que Acuña fue sometida por parte de los trabajadores de la minera de oro y cobre en la mañana del domingo. La campesina, de 46 años de edad, fue trasladada a un centro médico por la gravedad de las lesiones.

“A las 10 de la mañana, mas o menos 30 de Yanacocha entraron a nuestra casa y empezaron a dañar las siembras. Nosotros no estábamos en casa, pero cuenta mi papá que cuando fueron a reclamar, agarraron a mi mamá y con los escudos le pegaron”, relató a El Espectador Daniel Chaupe Acuña, hijo de la campesina.

Por su parte, en un comunicado difundido la tarde del domingo, la empresa afirmó que realizó la “defensa posesoria pacífica de sus derechos”, removiendo “unos sembríos ubicados en un área de 200 metros cuadrados, dentro de la propiedad de Yanacocha y a 300 metros de la casa que actualmente ocupa la familia”.

Con esta, son varias las agresiones a las que Acuña se ha visto expuesta por una larga batalla judicial que finalmente ganó frente a Yanacocha, que la acusaba de habitar ilegalmente un territorio que era reclamado por la empresa minera como propio. Pero años después, la empresa perdió el caso luego de que la campesina probara con documentos que la propiedad de su terreno de 18 hectáreas había sido adquirido quince años antes de la adjudicación de la licencia. Sin embargo, Yantacocha continuamente intimida a la familia de Acuña, alegando que la familia siembra en su propiedad.

Por Redacción Medioambiente

 

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