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11.824 desmovilizados ha recibido Antioquia desde 2003

Este departamento, que es uno de los epicentros del conflicto armado, ha tenido una alta tasa de reinserción de combatientes de diferentes grupos al margen de la ley, según la Agencia Colombiana de Reintegración.

Pablo Orozco*
20 de abril de 2016 - 12:55 a. m.
11.824 desmovilizados ha recibido Antioquia desde 2003

Desde 2003 hasta 2016 han retornado a la sociedad en Antioquia 11.824 personas que se desmovilizaron de manera individual o colectiva de los distintos grupos armados que tienen o han tenido un componente político: el ELN (Ejército de Liberación Nacional), el EPL (Ejército Popular de Liberación), las Farc (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) y las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia).

Aunque este departamento ha sido parte fundamental del conflicto y lo será en el camino de un eventual acuerdo con las Farc, “estos datos no son reconocidos por la comunidad en parte por su desinterés, pero también por el papel que cumplen los medios de comunicación que no cubren en mayor medida este tema”, afirmó Juan Fernando Vélez Sierra, coordinador de la Agencia de Reintegración en Medellín.

“El tema de la estigmatización es una piedra en el zapato”–continuó el funcionario–. “Históricamente algunos sectores de la sociedad se han convertido en factores expulsores que no se abren a segundas oportunidades, lo que limita el margen de acción de esas personas en la legalidad”. Y aclaró que esta actitud cierra la puerta a oportunidades en igualdad de condiciones para esos colombianos que ya dejaron y otros que posiblemente entreguen las armas.

Miedo de todos lados

Ese también es un temor de los desmovilizados al entrar en el proceso de reinserción a la vida civil, según lo relató una excombatiente de las Farc, quien se reintegró a la sociedad en el año 2011 y que pidió no dar a conocer su identidad: “Las historias de rechazos laborales y por parte de la comunidad a compañeros se repiten. En Medellín, la delincuencia no la tienen creada los desmovilizados, como muchos creen: hay personas que ya no tienen armas ni las usan”.

La exguerrillera explicó que esa imagen negativa hacia ellos “es la realidad que viven a diario los reintegrados. En todos los procesos hay reincidencia, mientras el conflicto social exista; es una realidad que mientras no se solucione va a seguir”.

Según datos de la mencionada agencia del Gobierno, un 24% de los desmovilizados en proceso de reintegración han reincidido en algún delito que puede ser incluso ajeno a conformar de nuevo un grupo armado ilegal.

Antioquia recibiría alto número de exguerrilleros

Camilo Tamayo, coordinador de Especialización en Comunicación Política de la Universidad Eafit, explicó que el miedo en algunos sectores de la sociedad antioqueña a la reinserción se debe a que “en esta parte de país es donde más se va a sentir el coletazo de lo que sea un pos-acuerdo con las Farc porque muchos de los ejércitos legales e ilegales que han combatido en el conflicto provienen y están arraigados ahí”.

Ese temor viene de mucho atrás debido a que el departamento de Antioquia, al ser un lugar estratégico del conflicto por su influencia social y económica, ha sido y sigue siendo martirizado por el conflicto. En su territorio se han dado gran parte de las dinámicas de violencia de mayor impacto, principalmente el desplazamiento forzado, los secuestros y las masacres.

El académico enfatizó en el cuestionable papel que han cumplido muchos de los grandes medios masivos de comunicación del país con respecto a la imagen que han creado del conflicto y de sus actores:

“Uno de los elementos más cruciales de la representación con la que cumplen ha sido la creación de un maniqueísmo: han tomado ciertas posiciones para simplificar y dejar al conflicto armado colombiano sin ninguna gama de grises y han creado el estereotipo del bueno llamado ‘gobierno’ y los malos llamados ‘guerrillas’.”

Las fuentes concluyeron que Antioquia va a ser uno de los territorios centrales donde las nuevas dinámicas de paz van a entrar a efectuarse y, por tanto, estarán en juego.

Y que por ello, afirmaron, el Gobierno Nacional tiene el desafío de lograr que el posconflicto sea asimilado por la comunidad, a fin de que no se rechace a quienes dejarán las armas y puedan reintegrarse sin problemas a la sociedad.

*Estudiante de Comunicación Social Universidad Eafit (Medellín)

Por Pablo Orozco*

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