Colombia registró en los primeros siete meses de 2015 una disminución de 5% en la tasa de homicidios y un aumento de 54% en la incautación de cocaína, según un informe de seguridad divulgado este jueves por el ministerio de Defensa.
"El homicidio entre enero y julio de 2015 ha sufrido una reducción: vamos en 7.313 muertes violentas", dijo el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, al presentar el reporte.
"Tenemos una disminución entre enero y julio, comparado con el (mismo periodo del) año anterior, de 5% en homicidio", destacó Villegas, quien dijo que si se mantiene la tendencia "es altamente probable" que el año cierre con una cifra de asesinatos menor a los 13.343 de todo 2014.
El informe presentado por Villegas incluye cifras de inseguridad ciudadana, problemas de violencia relacionados con el conflicto armado que azota a Colombia desde hace más de medio siglo y narcotráfico.
Con respecto a la incautación de cocaína, el reporte destacó un incremento de 54% en relación a los primeros siete meses de 2014.
"Tenemos a 31 de julio más de 156 toneladas de cocaína incautadas (...) La buena noticia es que hemos podido incautar esa cifra que es la más alta históricamente para los primeros siete meses de un año, la mala, o la que tenemos que analizar, es si ese aumento se debe también a un aumento grande en la producción", dijo Villegas.
Al cierre de 2014, Colombia incautó un total de 147,5 toneladas de cocaína, según el informe.
Colombia es el principal productor mundial de coca, insumo clave para la elaboración de la cocaína, y según Naciones Unidas, el país produjo unas 442 toneladas de esa droga en 2014, 52% más que el año anterior.
Específicamente sobre el conflicto armado, Villegas reportó que entre "enero y julio, 94% de los municipios del país no registró acciones subversivas" y que en ese mismo periodo la cifra de uniformados muertos en sus funciones -131 en total- fue la más baja "en muchos años".
En el conflicto colombiano, en el que han muerto al menos 220.000 personas y más de seis millones han sido desplazadas, han incursionado guerrillas de izquierda, paramilitares de derecha, agentes estatales y bandas narcotraficantes.