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Las ciudades se pusieron de moda, en especial esta semana en Colombia. El lunes, en un pomposo evento, el alcalde de Medellín presentó, acompañado del director de ONU Hábitat, Joan Clos, el VII Foro Mundial Urbano, que se realizará en abril de 2014. El mismo día, el mismo brazo de la ONU, que se encarga de promover mejores asentamientos urbanos para la humanidad, presentó su informe anual y exhortó a los líderes del mundo a construir ciudades incluyentes que no privilegien el vehículo privado.
Siguiendo con la tendencia se inaugura hoy en Santa Marta el Foro Nacional Urbano, con la presencia de Joan Clos y el apoyo del diario El Espectador. En el evento la ONU presentará un reporte sobre el desarrollo urbano en América Latina, en el que las ciudades colombianas salen muy mal libradas.
El Informe de Inequidad Urbana en América Latina, que se divulga hoy, revela que de 18 países en la región, Colombia encabeza los índices de inequidad urbana, con el agravante de que el problema va en aumento en todas sus ciudades, comenzando por Medellín.
Este diario habló con Eduardo López Moreno, director de Investigación y Desarrollo de Capacidades de la Oficina Global de ONU Hábitat. El director del informe explicó qué está ocurriendo con las ciudades colombianas, respaldó el planteamiento urbano del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, y recomendó a los líderes colombianos más juicio técnico a la hora de planear sus ciudades.
¿Cómo está la desigualdad urbana en América Latina?
En los últimos 10 años ha conseguido revertir las tendencias del crecimiento de la desigualdad y es la única región en el mundo que experimenta cambios positivos. La mala noticia es que sigue siendo la región más desigual.
¿Qué pasó con Colombia en estos 20 años?
Colombia forma parte de los cuatro países que tienen menos éxito en la reducción de la desigualdad entre los 18 que analizamos. De 1990 a 2010 fue la nación que más aumentó desigualdades urbanas. Las diferencias entre el rico y el pobre se duplicaron y la desigualdad del ingreso aumentó en un 15%. Además, es el único país donde la totalidad de las ciudades estudiadas aumentaron en su desigualdad.
Entonces, ¿qué ha pasado con los ciclos de crecimiento económico de los que ha gozado el país?
Que ese crecimiento económico experimentado desde mediados de los noventa no fue para nada pro pobre.
O sea que no basta con crecer económicamente…
Uno de los resultados claros del estudio es que no es el crecimiento el que reduce las desigualdades, sino la atención que se le da a la desigualdad misma.
¿Cuáles son las ciudades con más desigualdad de Colombia?
Medellín, seguida por Cali, Montería y Bogotá.
¿Por qué Medellín?
En Medellín no han enfrentado los sistemas de acaparamiento de la riqueza. En Colombia hubo políticas efectivas de lucha contra la pobreza y se pensó que así se iba a reducir la desigualdad. Pero hoy hay que reconocer que se requieren políticas diferentes.
¿Qué se necesita?
Hay que evitar que los mercados funcionen bajo lógicas de acaparamiento y monopolio. En Medellín la oligarquía sigue detentando la economía en la región, entonces la riqueza no penetra los niveles más pobres. Lo que sí ha sido eficaz es la dotación de bienes públicos. Medellín y Bogotá son excelentes ejemplos mundiales, por la infraestructura de transporte, las bibliotecas públicas, zonas de recreación, entre otras. Esta dotación de bienes, incluyendo el transporte, va a tener efectos positivos en la desigualdad en un futuro inmediato, pero no sé cuándo, porque depende del ciclo de cambio. Además, las ciudades exitosas son las que desarrollan una visión del medio ambiente, de infraestructura, de equidad y calidad de vida. Es una agenda de integración de todo esto.
Naciones Unidas propuso esta semana un cambio de paradigma urbano y el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, aseguró que justamente ese cambio está reflejado en el Plan de Ordenamiento Territorial que decretó unilateralmente hace un mes. ¿Está de acuerdo?
Como Naciones Unidas no me meto en la política interna. Pero digo una cosa: Petro tiene razón. Tú no vas a poder reducir desigualdades si el espacio urbano tiende a generarlas. Las ciudades colombianas crecieron espacialmente de dos a tres veces más de lo que se requería y este crecimiento en las periferias afecta el medio ambiente, los intereses de los pobres y genera más desigualdades.
Y entonces, ¿por qué habrá tanta resistencia a este modelo de ciudad?
Debe haber una perspectiva técnica y no solamente política. El crecimiento en la ciudad generó mucha riqueza (plusvalía) y esta plusvalía la ganaron los promotores que desarrollaron la ciudad. Esto sólo va a contribuir a mayor desigualdad. Lo que se debe hacer es tener un poder público que cree mecanismos técnicos para capturar la plusvalía en beneficio público.
El POT de Petro busca exactamente eso, pero ha encontrado fuertes resistencias, en especial por parte del gremio constructor...
Por supuesto que hay intereses que se oponen porque son de aquellos que hicieron crecer desmedidamente la ciudad, del capital inmobiliario, así que enfrentar las desigualdades, en su momento, significará enfrentarlos. No estoy en contra del sector privado inmobiliario. Pero éste necesita una visión corporativa, de largo plazo, que no sea la de la ganancia más rápida posible. En una perspectiva de ganancia de corto plazo la sustentabilidad urbana se pierde. Por eso se requiere un poder público fuerte.
El argumento de los gremios es que las cargas altas que deberán pagar los obligará a irse de la ciudad y se desacelerará la economía...
Ese para mí es un discurso gastado, el de generar empleo, generar oportunidades, porque lo que ha hecho es enriquecer más a los ricos.