Por ejemplo: que en el 59,09% de los hogares hay inseguridad alimentaria o que en el 18,2% de quienes tienen entre 5 y 17 años prevalece las desnutrición crónica.
Esos índices, que resultan más preocupantes si se comparan con el resto del país (a excepción de Chocó y algunos departamentos del Caribe), podrían indicar, cuando se observan proyectos de responsabilidad social que hay en la zona, que los 381 programas poco se han interesado en el tema o, si lo han hecho, la inversión de sus recursos no ha sido tan eficiente.
Para eso, justamente, sirve ese mapa digital realizado por el Departamento para la Prosperidad Social (DPS), en asocio con Microsoft, el Banco de Desarrollo de América Latina y la Universidad Externado de Colombia: para que las compañías que emprendan ese tipo de proyectos puedan identificar cuáles son los principales inconvenientes que hay en cada departamento y cada municipio, y así su dinero se invierta de forma correcta. Pero también para que, de la mano de varios consultores del DPS, creen estrategias transparentes que ayuden a disminuir indicadores tan alarmantes como los de La Guajira.
En aquella herramienta, que es una base de datos en la que se detallan 138 indicadores, proyectos de 500 empresas, 100 fundaciones, entidades gubernamentales y ONG, trabajaron 3.968 personas durante un año y medio.
La investigación, que estuvo a cargo de la maestría en responsabilidad social y sostenibilidad del Externado, comprendió un extenso trabajo dividido en cuatro fases.
“La primera consistió en identificar los indicadores que tendría el mapa como desarrollo socioeconómico, seguridad, salud, educación o cultura, para lo cual tuvimos que consultar muchas entidades. La segunda se enfocó en reconocer las empresas y fundaciones que tenían programas activos en el territorio nacional y las personas involucradas. La tercera buscó los casos realmente exitosos (85) y se hizo una detallada descripción de cada uno para que sirvan de ejemplo. Y en la cuarta nos dedicamos a hacer un compendio bibliográfico que les fuera útil a los consultores del DPS”, explica el profesor Javier Torres.