Los reyes de la 'copialina'

Que internet revolucionó la forma de hacer política es cierto. Nadie duda que gracias a esta herramienta los políticos tienen mayores facilidades para llegar a su electorado y hacer conocer sus propuestas. Pero así como la red es una ventaja para los dirigentes, también lo es para sus electores, quienes poco a poco están aprendiendo a usarla como herramienta de control.

Los ejemplos abundan. Si hasta hace unos años —sin necesidad de acudir a esa plataforma— fueron sonados casos como el de un exalcalde de Villeta, un senador y un concejal de la época a los que el profesor Javier Sepúlveda les anuló una evaluación grupal de economía, en su clase de la Universidad Externado, por considerar que hicieron trampa, ahora no hay que estar en clase con los funcionarios públicos para detectar curiosas coincidencias en algunos de sus documentos públicos.

Le ocurrió al concejal del PIN Marco Fidel Ramírez, quien habría plagiado a la revista electrónica de geografía y ciencias sociales de la Universidad de Barcelona, al presentar extractos de uno de sus documentos en la ponencia del acuerdo para la creación de la Secretaría de Seguridad de Bogotá.

Ramírez dijo que no tenía “reparo en ofrecer excusas” e incluso en depurar su equipo de asesores jurídicos, que redactó la ponencia firmada luego por él.

En Cartagena también

El veedor lo leyó, con mucha atención —casi con lupa—, pero no lo creyó. Sin embargo, cuando constató que se trataba de un hecho real, incontrovertible, pensó que los presidentes de los concejos de Cartagena y Magangué, Rafael Meza Pérez, del Partido Conservador, y Álvaro Echeverría, del PIN, debían estudiar de manera conjunta los proyectos de acuerdo para establecer los planes de desarrollo de las dos entidades territoriales, ya que sus elementos conceptuales son iguales. “El distrito de Cartagena y el municipio de Magangué podrían ahorrar recursos”, manifestó con sorna, “y los 36 concejales —19 de Cartagena y 17 de Magangué— podrían ahorrar un valioso tiempo si estudian todo en un mismo paquete”.

Se trata, según denuncia el director de la corporación Bolívar Visible, Tomás Batista, de un plagio que deberá ser investigado por las autoridades, comenzando por los alcaldes de Cartagena, Campo Elías Terán, y de Magangué, Marcelo Torres. Un ‘copia y pega’, como se dice en la era digital, que uniformó la formulación estratégica, los aspectos logísticos y teóricos, y la visión, retos y misión estratégica de Cartagena, un puerto marítimo con vocación turística e industrial, con los de Magangué, puerto fluvial con vocación comercial y agrícola.

“Los dos planes de desarrollo —claro está— se diferencian en sus nombres: uno se llama Hay Campo para todos, por el nombre del alcalde, y el otro El verdadero cambio, por corresponder a un gobierno que pretende guardar mayor distancia con sus antecesores”, señaló Batista, “pero, son idénticos: donde en el primero dice ‘Cartagena’ en el segundo aparece ‘Magangué’, y donde en uno dice ‘Distrito’, en el otro, ‘municipio’”.

De acuerdo con el plan de Cartagena (hecho con la ciudadanía, según la secretaria de Planeación, María Claudia Páez), “la ejecución de las políticas públicas distritales se fundamentará en un enfoque de Derechos, en la perspectiva del Desarrollo Humano, que permita avanzar en el restablecimiento, garantía, promoción y protección de los derechos fundamentales, en donde todos los cartageneros sean reconocidos como sujetos de derechos y deberes”.

En cambio, el de Magangué, bajo la coordinación de su secretario de Planeación, Calixto Navas Pautt, dice: “La ejecución de las políticas públicas municipales se fundamentará en un enfoque de Derechos, en la perspectiva del Desarrollo Humano, que permita avanzar en el restablecimiento, garantía, promoción y protección de los derechos fundamentales, en donde todos los magangueleños y magangueleñas sean reconocidos como sujetos de derechos y deberes”.

Y como sucede a lo largo del plan diseñado para Cartagena, de forma casual o porque, como creen los veedores, “hubo un vergonzoso plagio”, existe un componente que se llama en ambos planes “enfoque de sistemas productivos territoriales”, cuyo contenido sería idéntico si no fuera porque en el primero se habla de “territorio distrital” y en el segundo de “territorio municipal”.

“Hasta los errores ortográficos son iguales”, aseguró Batista.

El gerente del Plan de Desarrollo de Magangué, Manuel Alfaro —encargado de su elaboración—, manifestó que desde el 29 de marzo “el proyecto se viene socializando en las comunidades, por lo que no me extraña que alguien haya utilizado de buena fe alguno de sus apartes. Este sábado —además— le entregué al consultor Bernardo Ramírez del Valle una copia del borrador, para efectos de que él, que es un experto en el tema, nos ayude a mejorarlo”.

El Espectador intentó comunicarse con el alcalde de Cartagena, Campo Elías Terán, y con su secretaria de Planeación, María Claudia Páez, pero ambos se encuentran en Guayaquil, Ecuador, conociendo sus centros de acopio.

En el arte también hay plagios

- 1990, Julio

Tres millones de pesetas tuvo que pagar el escritor Manuel Vásquez Montalbán por plagiar, incluso con errores, una traducción de Shakespeare del profesor Ángel Luis Pujante.

- 1995, Octubre

Camilo José Cela fue acusado de cometer plagio en su novela ‘La cruz de San Andrés’. Al parecer, Cela habría tomado fragmentos del escrito de otra autora. El caso sigue en curso.

- 2007, Abril

El diseñador de modas John Galliano debió pagar 200.000 euros por ‘reproducir’ composiciones de la obra del artista William Klein en una campaña publicitaria.

- 2008, Enero

El pintor mexicano Alberto Ramírez perdió el Premio de Pintura Antonio López Sáenz por tomar una obra de otro autor y hacerla pasar por propia.

- 2010, Mayo

La profesora Luz Mary Giraldo fue condenada a 24 meses de prisión y al pago de una multa de cinco salarios mínimos por tomar sin la citación debida algunos fragmentos de la tesis de una de sus alumnas.

- 2012, Abril

El presidente de Hungría, Pál Schmitt, renunció a su cargo después de que se comprobara que había cometido plagio en su tesis doctoral para la Universidad de Medicina Semmelweis.