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Con referendo, buscan que colegios del país enseñen sobre familia con la Biblia

La iniciativa, que necesita recoger casi 2 millones de firmas hasta el 27 de noviembre, también quiere tumbar el matrimonio igualitario. Su promotor, Efraín Torres, saldrá a marchar este miércoles contra el Mineducación.

Pilar Cuartas Rodríguez
10 de agosto de 2016 - 01:35 p. m.
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Los mecanismos de participación ciudadana en el país, que poco han sido usados, parecen haberse convertido en los instrumentos para querer tumbar los derechos de la población LGBTI, “históricamente discriminada y desprotegida por el Estado”, como ha dicho la Corte Constitucional. A través de un referendo se quiere prohibir el matrimonio entre parejas del mismo sexo (reconocido en abril) y establecer que la educación en temas como familia y matrimonio se tiene que hacer exclusivamente con base a la Biblia. (Lea aquí: El colegio es el tercer escenario donde más se violenta a los menores)

El promotor de esta propuesta llamada “Un hombre y una mujer es la base del matrimonio y la familia” es Efraín Torres Plazas, un economista y creyente de la iglesia cristiana hace 30 años. La idea es modificar el artículo 42 de la Constitución que habla sobre la familia. Aun cuando la Corte dijo que sí hay hogares diversos en Colombia, incluidos los conformados por personas gais, se quiere establecer que la familia solo se origina entre un hombre y una mujer, que los colegios deben enseñar sobre este tema, la unión y el matrimonio con la Biblia, y que no se destinen recursos públicos para “promover las relaciones del mismo sexo”.  (Lea aquí el proyecto de referendo)

Desde el 27 mayo y hasta el 27 de noviembre el proyecto tendrá que recoger 1.736.100 firmas para que sean avaladas por la Registraduría. Si se cumplen todos los requisitos, entre los que está el tope de gastos y la legalidad de los ingresos, en enero de 2017 se daría luz verde y pasaría al Congreso como proyecto de ley. La iniciativa surge después de que la senadora Viviane Morales recogiera exitosamente firmas para impedir la adopción por parte de parejas homosexuales y personas solteras, y radicara un proyecto de referendo en el Legislativo. (Lea aquí:"Referendo contra adopción igualitaria sería un retroceso para el país": Kenneth Burbano)

Algunos de los argumentos de Torres son que el preámbulo de la Constitución invoca a Dios, y que la mayoría de colombianos, como él, respetan los principios cristianos. “Queremos tumbar lo que dijo la Corte, porque la raíz de todos los males de Colombia son esos magistrados, y también le echó leña al fuego la ministra de Educación, Gina Parody, porque quiere imponer la ideología de género que atropella el derecho de los padres de familia de educar a sus hijos”, dijo Torres a El Espectador.

El economista es uno de los impulsadores del plantón que este miércoles se instalará a las 2:30p.m. frente a la sede del Ministerio de Educación, en Bogotá. La controversia radica en que varios colegios, la mayoría de corte religioso, se oponen a que el ministerio dé pautas para la reflexión sobre la identidad de género en las escuelas y revise que los manuales de convivencia respeten la orientación sexual de sus estudiantes. Esto no es una decisión arbitraria de la cartera, es una orden que la Corte Constitucional dio el año pasado luego de que Sergio Urrego, estudiante gay, se suicidara tras ser discriminado en el colegio Castillo Campestre. El objetivo es uno solo: tener instituciones educativas libres de discriminación. (Lea aquí: Las promesas pendientes en el caso de Sergio Urrego, tras dos años de su muerte)

“La base de nuestro país es una cultural cristiana fundamentada en la Biblia. No estoy de acuerdo con que una persona venga a reclamar derechos que les corresponden solo a un hombre y una mujer. Eso es capricho”, agrega Torres. Al preguntarle qué pasaría con la libertad de cultos, responde que está seguro que estas personas no creyentes no aceptan el matrimonio entre personas gais. Está convencido de eso y por eso hará una firmatón el 10 de septiembre para que los ciudadanos apoyen su iniciativa. Afirma que hasta ahora 50 mil personas lo han respaldado.

Efraín Torres, promotor del referendo "Un hombre y una mujer es la base del matrimonio y la familia” . / Archivo particular

¿Un referendo inviable?

Para Kenneth Burbano Villamarín, director del Observatorio de Intervención Ciudadana Constitucional de la Universidad Libre, este referendo perpetuaría la discriminación contra LGBTI, retrotraería al Estado colombiano en confesional, y vulneraría el derecho a la educación,  la enseñanza y el aprendizaje.

El abogado explica que la Corte aclaró que aunque la Asamblea Nacional Constituyente invocó la protección de Dios en la carta magna, esto “no le confiere ningún atributo como fuente de autoridad o dignidad, ni establece ninguna referencia a una religión específica. Por el contrario, el Estado colombiano se define como laico, al cual no le está permitido intervenir o participar en las convicciones religiosas de sus nacionales”.

El segundo argumento de Torres, según el cual la mayoría de ciudadanos es cristiana y que por eso hay que preservar esta creencia, Burbano lo califica de errado. “La democracia colombiana no es un sistema de mayoría simple, sino un sistema de decisión que respeta minorías y les otorga una protección especial”.   Por otra parte, “sostener que la formación sexual debe regirse por la Biblia implicaría el desconocimiento de otras religiones”. ¿Qué pasa si un padre de profesión islámica o budista o un no creyente quiere encontrar un colegio para su hijo? “no tendría la posibilidad. La imposición de la educación sexual fundada en la Biblia desconocería el derecho fundamental de las familias a escoger la formación moral de sus integrantes”, concluye el jurista.

Marcela Sánchez, directora de Colombia Diversa, opina que este referendo sería inconstitucional y atenta contra la libertad de cultos. “Eso sí, sería súper vendedor y populista, que es en el fondo la estrategia de esta discusión”.

Una de las ciudades que más respalda la propuesta de Torres es Bucaramanga. Desde el concejo de la ciudad y la Asamblea de Santander ha encontrado aliados como la diputada Ángela Hernández, quien avivó el debate sobre la orientación sexual en las escuelas cuando aseguró que el Mineducación estaba promoviendo una “colonización de la homosexualidad”. (Lea aquí: “Comunidad LGBTI ya tiene derechos, que además son privilegios”: diputada de Santander)

En la capital santandereana, activistas como Diego Ruíz, director de la organización Vihda Nueva LGBTI, dicen que este referendo busca “separar, generar disgregación y valida la violencia, no sólo hacia los LGBTI sino hacia todo que no sea bien visto en los ojos de ellos. Insiste en crear ciudadanos de primera y segunda categoría”.

Este miércoles, colegios, iglesias y organizaciones marcharán en varias ciudades del país para oponerse a que se les instruya en identidad de género. Una orden que no viene desde el Ministerio de Educación sino de la Corte Constitucional en el caso Sergio Urrego, una historia de suicidio por exclusión escolar que se ha repetido silenciosamente en varios rincones del país, pero que por temor a ser juzgadas se han negado a salir a la luz pública. “Son ellos, nuestros estudiantes con orientaciones sexuales diversas los más perjudicados con esto, porque ahora tienen más miedo de mostrar su identidad de género”, concluye Alba Reyes, mamá de Urrego.
 

Por Pilar Cuartas Rodríguez

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