Alemania frente al proceso de paz

Partidos políticos, fundaciones y organizaciones civiles del país europeo ratifican su apoyo a la paz de Colombia, que es vista como un potencial ‘Gestaltungsmacht’ (poder constructivo) en América Latina.

Yenith González Sanabria / Especial para El Espectador, Berlín
05 de noviembre de 2014 - 03:40 a. m.
El presidente Santos habla ante los medios previo a su encuentro con la Unión Europea en Bruselas.  / AFP
El presidente Santos habla ante los medios previo a su encuentro con la Unión Europea en Bruselas. / AFP
Foto: AFP - JOHN THYS

Es claro que el proceso de paz ha incrementado el interés de Alemania en Colombia, a tal punto que es vista ya como un potencial Gestaltungsmacht (poder constructivo) en la región. En este contexto, la canciller alemana, Ángela Merkel, recibe hoy, por primera vez y con honores militares, al presidente Juan Manuel Santos, a las 12:00 del mediodía en la Cancillería, sede del Gobierno alemán. “El proceso de paz y las relaciones bilaterales, así como la política regional y de economía, serán los temas centrales del encuentro durante un almuerzo de trabajo”, señala un comunicado oficial.

Berlín es la tercera ciudad que visita Santos en su gira por Europa en busca de respaldo para la creación de un fondo a través de la Unión Europea con el cual financiar una eventual etapa de posconflicto. De momento, el gobierno alemán destina considerables recursos de cooperación para millones de desplazados de Siria que huyen hacia países vecinos, los 70.000 refugiados sirios en su propio territorio, el apoyo para las víctimas del conflicto entre Rusia y Ucrania y ayuda militar para los kurdos del gobierno regional del norte de Irak, que buscan frenar el avance de Estado Islámico en Oriente Medio.

No obstante, una vocera del Ministerio de Cooperación alemán (BMZ) le dijo a El Espectador que “están dispuestos a seguir respaldando sustancialmente a Colombia en sus esfuerzos por la paz” y expresó optimismo frente a las negociaciones entre el gobierno Santos y las Farc. “Hay una gran oportunidad de terminar uno de los conflictos internos más largos del mundo. El apoyo a los esfuerzos colombianos en el marco del proceso y a la implementación de una legislación de paz es el propósito más importante de la cooperación alemana”, indicó la funcionaria, quien destacó la reciente firma del primer crédito externo programático con el Banco de Desarrollo Alemán por US$100 millones, destinados al posconflicto.

Este diario también consultó a la fundaciones políticas Konrad Adenauer (KAS) y Friedrich Ebert (FES), que representan a los dos partidos que conforman la gran coalición del Gobierno alemán: el Cristiano Demócrata (CDU) y el Social Demócrata (SPD). En este sentido, Olaf Jacob, jefe para Latinoamérica de la KAS, no descarta que se puedan destinar nuevos recursos a Colombia, dado el interés que tiene la paz. “El Ministerio de Relaciones Exteriores es consciente de que va a haber una agenda de posconflicto muy interesante, y en esa agenda, Alemania espera que exista algún acercamiento en busca del aporte que nuestro país pueda dar desde sus experiencias”, indicó, aludiendo a una reunión del pasado 10 de octubre entre organizaciones de la sociedad civil y la cartera de Exteriores, donde el tema de Colombia tomó asiento.

Sobre ayuda financiera para el posconflicto, Jacob señaló que “las fundaciones políticas tenemos la potestad de orientar nuestros recursos a los proyectos que consideramos interesantes, y tengo la seguridad de que para la Fundación Konrad Adenauer este es un tema importante que vamos a seguir trabajando. Colombia es para nosotros un país sumamente importante, que se está perfilando como un potencial Gestaltungsmacht dentro de América Latina”. De hecho, agregó, las organizaciones civiles alemanas que trabajan en el país tienen un consenso de que el proceso de paz merece ser apoyado y consideró que “eso se va a reflejar también en las conversaciones entre los mismos estados”.

Por su parte, Sebastián Sperling del Departamento para Latinoamérica y el Caribe de la FES, dijo que tras el encuentro que el pasado miércoles tuvieron las organizaciones de la sociedad civil alemana y el Ministerio de Cooperación —para ambientar el encuentro entre Santos y Merkel— hay un gran interés y apoyo al proceso de paz. “El ministerio fue claro en su respaldo y en que mantendrá los recursos para este apoyo y quizás los incremente. Nosotros (FES) lo vemos igual, pero hay otros temas que son igualmente importantes para una paz duradera en Colombia: problemas estructurales en la economía, la desigualdad social o la educación son áreas que no están tanto en la agenda de las negociaciones y que vamos a seguir trabajando con nuestros socios en Colombia”, señaló.

Este interés de Alemania en Colombia también se refleja en las tres visitas de parlamentarios alemanes al país en lo corrido del año. La última concluyó el pasado miércoles y estuvo integrada por legisladores socialdemócratas, cristianodemócratas y del Partido Verde, que vinieron con el fin de profundizar contactos con sus homólogos colombianos y tratar especialmente el proceso de paz y lo referente a reconciliación, cultura de la memoria histórica, justicia transicional y posconflicto, temas en los que Alemania tiene experiencia acumulada tras la Segunda Guerra Mundial y los atropellos cometidos durante la República Democrática Alemana.

Sin embargo, en Alemania también se escuchan voces críticas y la bancada socialista en el Parlamento aún muestra su desconfianza frente a los diálogos con las Farc. La parlamentaria Heike Hänsel, del Partido de Izquierda, le dijo a El Espectador que “un acuerdo de paz sólo cosechará frutos si el Estado colombiano garantiza que más de seis millones de hectáreas de tierra expropiadas violentamente regresen a sus propietarios, que se proteja la vida a los defensores de derechos humanos y se persiga y juzgue a los miembros de las bacrim responsables de amenazas”.

Y tras expresar su descontento con el “Acuerdo marco” para la participación de las Fuerzas Militares colombianas en las operaciones de gestión de crisis de la Unión Europea, firmado el 5 de agosto, advirtió que “esa no es la medida adecuada para fortalecer un posible acuerdo de paz futuro”. Hänsel concluyó diciendo que “es incomprensible que Colombia busque financiación para el posconflicto, la construcción de paz y el afianzamiento de las estructuras democráticas, y por otra parte siga manteniendo activos a más de 500.000 soldados con su correspondiente alto gasto presupuestal”.

 

Por Yenith González Sanabria / Especial para El Espectador, Berlín

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