En un comunicado, señaló que en los últimos días militares ecuatorianos han localizado y destruido varias bases guerrilleras: el 22 de julio fue destruida una base guerrillera con capacidad para albergar a 40 personas en el sector de San Martín, después de un tiroteo con las fuerzas irregulares, tras lo cual cinco de sus miembros escaparon a territorio colombiano.
En la acción, precisó el documento, fue decomisado un fusil AK-47, una escopeta calibre 16, tres granadas de mano, 250 cartuchos calibre 5,56 milímetros, 100 cartuchos calibre 762 y otros elementos de comunicación como radios y antenas.
Destacó que en otro operativo, en la zona de Yanamaru, 320 kilómetros al noreste de Quito, se localizó otra base clandestina activa, donde se estableció contacto con elementos de grupos ilegales de Colombia, quienes tenían en su poder armamento explosivo y material de intendencia, el mismo que fue abandonado ante la presencia de los efectivos ecuatorianos.
En esta acción se capturó a una presunta guerrillera que portaba un parche de las Farc. No se produjeron bajas ni heridos en ninguno de los dos bandos, aseguró.
Adicionalmente, dijo, se encontraron muy cerca de allí instalaciones con alimentos y ropa de civil para 20 personas, dos fusiles AK-47, tres tubos de mortero, 400 cartuchos 5,56 milímetros, dos morteros con siglas de las FARC, una alimentadora de fusil Fal, 250 eslabonas para ametralladoras Mag y otros elementos.
Añadió que en otro sector cercano se encontraron y destruyeron tanques de gas, 40 tubos de explosivos, 200 eslabones de Mag, 100 metros de mecha lenta, 40 metros de cordón detonante, 14 granadas, 40 cartuchos calibre 38 milímetros y otros pertrechos.
La información no precisó otros detalles acerca de la localización del resto de instalaciones ilegales, aunque todas se encuentran en la zona fronteriza con Colombia.
El 1 de marzo militares colombianos sin autorización atacaron una base de la guerrilla de las Farc en suelo ecuatoriano, acción en la que murió el jefe guerrillero Raúl Reyes, lo que provocó que dos días más tarde Ecuador rompiera relaciones diplomáticas con Colombia, al considerar que Bogotá violó su soberanía territorial.