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“Yo aprovecho por ratificar que Venezuela y nuestro gobierno no apoya ni apoyará movimiento armado o violento en Colombia, ni en ninguna parte del mundo”, sostuvo el mandatario venezolano.
En una rueda de prensa tras los discursos, el presidente venezolano consideró, en respuesta a una pregunta, que el plan de seguridad implantado por Uribe en Colombia frente a los grupos guerrilleros “puede marcar una ruta hacia la paz”.
“El presidente Uribe ha aportado ideas que pueden marcar una ruta hacia la paz. Difícilmente alguien pueda decir que soy enemigo de las Farc. No soy su aliado ni su protector y tampoco su enemigo. Pero las Farc deben tomar nota de esto”, dijo Chávez, tras escuchar la defensa que hizo Uribe de su política de Seguridad Democrática.
“Venezuela está lista para, a pesar de los pesares, ayudar en ese esfuerzo necesario de búsqueda de la paz, respetando siempre las decisiones soberanas que tome el Gobierno colombiano”, dijo el gobernante venezolano.
Chávez, quien actuó en 2007 como mediador en la búsqueda de un acuerdo humanitario para liberar secuestrados antes de ser desautorizado por Uribe, lo que generó una fuerte crisis que duró meses, insistió en su apoyo al Gobierno de su homólogo colombiano, con el que tantas acusaciones y descalificaciones intercambió en el pasado.
Además de los planes de cooperación comercial y el ratificado buen entendimiento, Uribe se llevó de su encuentro la promesa de Chávez, que recordó antes de despedirse, de regalarle para su cumpleaños una “bicicleta atómica”, fabricada en una planta venezolano-iraní que en el pasado fue también objeto de controversia.