Así fue el cara a cara entre Uribe y el fiscal Montealegre

Durante cerca de cinco horas, el expresidente y el jefe del ente acusador fijaron sus puntos de vista frente al proceso de paz. Hubo coincidencias y discrepancias.

Redacción Política
21 de noviembre de 2014 - 03:07 a. m.
Así fue el cara a cara entre Uribe y el fiscal Montealegre

"Me alarmó escuchar al Fiscal General de la Nación decir que él prefiere a 'Timochenko' en el Congreso que a 'Timochenko' disparando. Me dolió y lo digo con todo el respeto. Eso es lo que estamos logrando en Colombia, permisividad, complacencia con el terrorismo". "El Fiscal tiene la obligación de llevar a la cárcel a todos los delincuentes, tiene que llevar a todo el atraque en la calle a alguien (…) y el Fiscal ofreciéndole indulgencia a los terroristas, eso es un mal ejemplo al país. Esa no es la justicia que queremos".

Son solo dos declaraciones de las muchas que en los últimos meses ha proferido el expresidente y hoy senador del Centro Democrático Álvaro Uribe, en contra del fiscal general Eduardo Montealegre. Discrepancias que, tal vez, tuvieron su punto más candente el día que el exmandatario se negó a ir a una citación en la sede del ente acusador a ampliar sus denuncias contra la campaña reeleccionista del presidente Juan Manuel Santos por la supuesta entrada de dineros del narcotráfico, e incluso le pidió declararse impedido para abordar dicho caso.

Postura que, claro, tuvo su riposta por parte de Montealegre, quien en ese momento de efervescencia y calor, como era el pleno desarrollo de la contienda electoral presidencial, advirtió que Uribe podía estar incurriendo en fraude procesal. Además, por sus cuestionamientos al proceso de negociación entre el gobierno Santos y las Farc en La Habana, el fiscal también llegó a decir que el exmandatario estaba pensando más en su compaña política, que en la paz de los colombianos.

Pues hoy, durante cerca de cinco horas, Uribe y Montealegre se reunieron para limar asperezas y exponer sus puntos de vista sobre la paz y otros asuntos de la actualidad nacional. Y aunque han demostrado tener posiciones bastante lejanas en todos los sentidos, hubo coincidencias. Como sobre la propuesta planteada por Uribe en el sentido de que es necesario de que las Farc declaren unilateralmente un cese de acciones ofensivas, con la posibilidad de que aquellos integrantes de esa guerrilla que se encuentren en Colombia "sean ubicados en un sitio bajo la protección de las fuerzas institucionales".

Montealegre se mostró de acuerdo con esa idea y sugirió que el Gobierno y la misma sociedad civil deberían "solicitarle" al grupo subversivo un cese unilateral del fuego, "con la condición de que estas personas puedan estar en determinadas zonas del país, en un sitio especial, bajo la protección de la Fuerza Pública".

Eso sí, Uribe aprovechó para reiterar sus consideraciones en torno a la justicia transicional y los diálogos de La Habana. Por ejemplo, dijo que la ausencia de cárcel y la elegibilidad política a los jefes de la guerrilla "estimula el crecimiento de la violencia, niega a los colombianos la paz real y permite que los agresores de la democracia sean los representantes políticos de la sociedad con todo el riesgo que ello implica para las libertades".

También que la ampliación del delito político a crímenes atroces, como el narcotráfico y el secuestro, permite la impunidad y el triunfo de los opresores de la comunidad en contra de los oprimidos o víctimas de esos delitos. "Considerar al secuestro como retención es premiar al secuestrador y desconocer la magnitud del dolor de víctimas de este execrable delito. Se recuerda que entre 1998 y 2003 la terrorista Farc fue responsable de 14.674 secuestros. Durante los dos años de diálogo ha acumulado 59 secuestros de civiles", enfatizó.

Y retomando lo del cese al fuego, petición en la insiste el grupo subversivo con el fin de desescalar la guerra y ganar confianza en el proceso, el expresidente fue enfático: "Ello implicaría suspender la acción de la Fuerza Pública en procura de la seguridad de los ciudadanos y en consecuencia se tipificaría un ‘estado de cosa inconstitucional’. Reiteramos la necesidad del cese unilateral de actividad criminal por parte de la Farc".

Pero hubo puntos de acuerdo. Así las cosas, el Centro Democrático apoya propuestas hechas por Montealegre, como la doble instancia judicial para los casos en los cuales no existe. También apoya el Tribunal de Garantías que se entiende como un paso intermedio entre la acusación al imputado y la iniciación del juicio. "En ambos proyectos pedimos para los integrantes de las Fuerzas Armadas que haya retroactividad en la doble instancia e intervención retroactiva y obligatoria del Tribunal de Garantías", explicó Uribe.

Lo cierto es que al final del encuentro, el exmandatario habló de un diálogo "respetuoso y franco", que a la luz de algunos analistas consultados por El Espectador deja ver que el Centro Democrático, hoy opositor acérrimo del gobierno Santos y crítico pertinaz del proceso de paz, ya comienza a considerar posibilidades en torno a las negociaciones de La Habana. Algo que hace unos pocos meses era impensable.

Por Redacción Política

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