El presidente Juan Manuel Santos le entregó el Pabellón Nacional al gimnasta Jossimar Calvo.
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Faltan 20 días para que los 147 deportistas colombianos que clasificaron a los olímpicos comiencen su participación en Río de Janeiro en busca de las anheladas medallas que distinguen a los mejores del mundo. Una nómina de lujo, que incluso recibió de manos del presidente Juan Manuel Santos el Pabellón Nacional. “Ustedes, los atletas, son la mejor prueba de lo que somos y de los que podemos hacer”, les dijo en la Casa de Nariño. Lo que no sabían los deportistas era que la promesa que les hicieron de una vejez digna y el reconocimiento económico por sus logros no pasó de eso, una promesa incumplida. (Lea también: Párenle bolas al deporte)
El 5 de agosto del año pasado, con bombos y platillos, fue radicada en el Congreso por el ministro de Interior, Juan Fernando Cristo, acompañado de deportistas de la talla del gimnasta Jossimar Calvo, la denominada Ley del Deporte. “Con este proyecto enviamos un mensaje claro de la prioridad que le da el Gobierno al deporte para la consecución de la paz y generar mayor identidad de la nacionalidad de los colombianos”, afirmó Cristo en ese momento.
Tal fue la expectativa generada que ese mismo día el presidente Santos, durante una visita a Cúcuta, en la Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero, le impuso la paloma de la paz al gimnasta y le anunció que la tan promocionada ley llevaría su nombre, como reconocimiento a su labor. Un anuncio que se veía venir con el discurso que el mandatario dio al instalar el Congreso, el 20 de julio de 2015, cuando dijo: “¡Esta es la hora de la nueva Colombia!, esa Colombia que avanza con los pedalazos de Nairo Quintana, esa Colombia que mete goles como James Rodríguez, esa Colombia que salta lejos como Caterine Ibargüen, esa Colombia que busca la excelencia como nuestro gimnasta Jossimar Calvo!”
La prioridad no fue evidente, el único avance que tuvo el proyecto de Ley del Deporte en el Congreso fue la presentación de la ponencia para primer debate, nunca fue objeto de discusión. No obstante, luego de un año ya está durmiendo el sueño de los justos. Llegó una solicitud de archivo, y sin el despliegue que se le dio al momento de radicarla, recibió un entierro de quinta.
La historia es así. El Espectador habló con la directora de Coldeportes, Clara Luz Roldán, quien manifestó que ella “asumió en la entidad cuando faltaban 20 días para acabar la legislatura, habló con los congresistas y le pidieron retirarla porque no había tiempo para su trámite”. También advirtió que “encontró muchos reclamos porque en su contenido no se tuvo en cuenta a los diferentes sectores del deporte. Estamos trabajando para presentar una ley más completa”.
No obstante, su posesión fue el 20 de mayo, un mes antes del cierre legislativo, tiempo suficiente para iniciar la discusión, aprobarla en primer debate y que quedara viva para continuar el trámite después del 20 de julio. Finalmente, se trataba de una prioridad para el Gobierno.
Este diario también se comunicó con el exdirector de Coldeportes Andrés Botero quien explicó que al poco tiempo de radicado el proyecto de ley fue reemplazado en la dirección de la entidad y no pudo continuar impulsando su trámite. No obstante, el ahora exfuncionario tuvo en realidad ocho meses para promover la iniciativa. Como ya se ha dicho, esta fue radicada desde agosto de 2015.
Botero explica que “era muy completa, tenía incentivos para deportistas, seguridad social, pensión para nuestras leyendas que estén en problemas económicos, reglamentaba el funcionamiento de los clubes, estímulos para los jóvenes. Debió darse un debate para mantenerla viva”.
Frente a las críticas de la actual directora, Clara Luz Roldán, afirmó que trabajaron año y medio en la construcción del proyecto de ley, “hablando con todos los actores, en varias ciudades, con deportistas de las diferentes disciplinas. Tal vez el único problema que tuvimos fue con el Ministerio de Hacienda que no estaba de acuerdo con los incentivos económicos”.
Botero y Roldán se contradicen. Los dos aseguran que no pudieron acompañar el trámite. El primero que la iniciativa era muy completa para el deporte colombiano y Roldán que era necesario reformarla y volverla a presentar.
El proyecto de ley del deporte, radicado hace casi un año, no solo se convertía en un estímulo para los deportistas olímpicos. Actualizaba la normatividad que sobre este tema era regida por una ley obsoleta de 1995, planteaba financiación al sistema nacional del deporte, creaba una comisión disciplinaria para el dopaje, vivienda, créditos y becas para los atletas. Pero este proyecto de ley, necesario, se quedó en los anaqueles del Congreso.
Por Felipe Morales Mogollón
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