Comenzó la guerra por los territorios de las Farc

Con la paulatina salida de esa guerrilla del mapa del conflicto armado, como consecuencia de los diálogos de La Habana, en varias regiones del país comienza a darse el proceso de copamiento de otros grupos armados ilegales o actores criminales.

Fundación Paz y Reconciliación
25 de mayo de 2016 - 06:30 a. m.

 

Existen dos mitos urbanos sobre el proceso de reintegración de las Farc. El primero dice que el Eln o las bacrim —ahora bautizadas grupos armados organizados por el Gobierno Nacional— se van a “chupar” a las Farc, es decir, las van a incorporar a sus filas. Lo que en otras palabras significa que algunos militantes de las Farc pasarán de un bando a otro. Por ejemplo, algunos informes de centros de estudios y del Ejército dicen que se han encontrado zonas donde las Farc y el Eln patrullan juntos y se intercambian brazaletes. La Fundación Paz y Reconciliación, después de un estudio en diferentes regiones del país, no encontró esta situación, pero encontró otros fenómenos, algunos parecidos, los cuales serán explicados más adelante.

El segundo mito dice que estructuras de las Farc van a reincidir, y se crearán algo así como “farcrim”. Algunos analistas dicen que esto será producto de una decisión deliberada de las Farc y otros, por el contrario, piensan más en los milicianos y en que es algo normal que entre el 10 y el 15 % de los miembros de un grupo armado ilegal formen disidencia. Esto igualmente no se comprobó en terreno, aunque en este caso sí existe un riesgo más alto que el anterior.

Entre el mes de enero y mayo 10 de 2016, la Fundación Paz y Reconciliación envió equipos en terreno para realizar una investigación sobre el futuro de la reintegración. Los resultados preliminares arrojan al menos tres conclusiones.

La primera es que el riesgo de que el Eln o las bacrim subsuman tropa de las Farc es bastante bajo, lo que se evidencia es que las Farc podrían ser masacradas por otros grupos armados ilegales una vez dejen las armas. Por ejemplo, para el caso del Eln, no debe olvidarse que entre 2007 y 2010 estas dos guerrillas vivieron una verdadera guerra en la que se masacraron incluso familiares de los guerrilleros; la disputa se vivió con intensidad en Arauca y Nariño. Igualmente, en el caso de las bandas criminales, desde finales del año 2015 se sabe de denuncias de incursiones de los Urabeños en el Meta o Caquetá.

Las tipologías que se encontraron fueron las siguientes.

1. Tensiones entre Eln y Farc en Arauca y Nariño.

2. Combates entre Eln y bacrim.

3. Combates entre Farc y bacrim.

4. Alianza entre Eln y Farc para combatir bacrim.

En Truandó, en el bajo Atrato, departamento de Chocó, y en el Bagre, Antioquia, hubo enfrentamientos entre tropas del Eln y las Farc contra contingentes muy importantes de los Urabeños o clan Úsuga o Autodefensas Gaitanistas de Colombia. Estos Urabeños comenzaron incursiones a la zona a mediados de enero del presente año y han reunido a las comunidades para extorsionarlas y decirles que ellos ahora son los que mandan. Los contingentes eran tan grandes que las comandancias de ambas guerrillas tuvieron que planear operativos conjuntos. El operativo se presentó en el corregimiento de Puerto López y los combates duraron cerca de ocho horas. Eso ocurrió el 12 de abril. El mapa muestra las tipologías de hechos y los lugares donde ocurrieron para el año 2016.

La incursión de los Urabeños en El Bagre ha sido particularmente violenta. No se debe olvidar que hace algunas semanas fue asesinado el expresidente del Concejo de este municipio. Otro de los casos complejos se presenta en el departamento del Chocó, donde se registran combates intensos entre el Eln y los Urabeños, que han dejado más de 3.000 desplazamientos en las últimas semanas. El municipio más afectado es el Litoral de San Juan.

En el Meta, Guaviare y algunas zonas de Antioquia, todos ellos territorios de las Farc, se han presentado incursiones de los Urabeños en los últimos meses. En febrero se observaron contingentes de los Urabeños en la vereda El Cerrito, en San Juan de Arama. Allí han reunido a la comunidad para extorsionar y presentarse como los nuevos dueños del territorio. En Putumayo, la banda criminal la Constru hace lo propio y manifiesta que, una vez las Farc “se vayan, nos responden a nosotros”. Pero lo más delicado es que en Cauca, Nariño y principalmente en Arauca se han presentado fuertes roces entre ambas guerrillas, que incluso han llevado a un total de cinco homicidios.

También en algunas zonas de Cauca y Chocó, el Eln ha incursionado en territorios de las Farc, lo cual ha llevado a que algunos piensen que se intercambian brazaletes, pero en realidad son contingentes diferentes. Lo que no se ha podido establecer es si esto se hace con permiso de las Farc o no. Todo indica que en Cauca sí y en Chocó no.

Todo parece indicar que el proceso de copamiento de otros grupos armados ilegales o actores criminales en las zonas de las Farc tendría tres objetivos. El primero se refiere al posicionamiento o control de las economías ilegales. El segundo tiene que ver con que muchos grupos neoparamilitares, como los Urabeños, estarían siendo contratados para asesinar líderes sociales, principalmente líderes de restitución de tierras. El siguiente mapa muestra la ubicación de los asesinatos de estos líderes en los últimos años.

El tercer objetivo es que muchas élites locales y regionales le temen al proceso de paz vía competencia política de las nuevas minorías que surgirán luego, y han comenzado a asesinar liderazgos sociales. Entre septiembre del año 2015 y mayo de 2016 han sido asesinados 15 líderes regionales, muchos de ellos con aspiraciones de participación política. Así que la guerra por los territorios de las Farc comenzó y el Estado no se preparó para este reto. En algunas regiones el posconflicto podría ser particularmente violento.

Por Fundación Paz y Reconciliación

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