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El Congreso de la República tendrá que suspender sus vacaciones para regresar a sesiones extraordinarias desde esta semana, a discutir el Plan de Desarrollo (PND) del presidente Iván Duque para el cuatrienio 2018-2022. Se trata, ni más ni menos, de la hoja de ruta de su mandato, el documento que provee los lineamientos estratégicos de las políticas públicas formuladas por el jefe de Estado a través de su equipo de gobierno. En él se definieron los propósitos nacionales a largo plazo, las prioridades de la acción estatal y las orientaciones generales de la política económica, social y ambiental que serán adoptadas. Ahí están también los presupuestos plurianuales de los principales proyectos de inversión pública y la especificación de los recursos requeridos para su ejecución y sus fuentes de financiación.
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Cada primer mandatario le da a ese plan un nombre propio. “Prosperidad para todos” y “Todos por un nuevo país” se llamó en los dos mandatos de Juan Manuel Santos. “Hacia un Estado comunitario” fue el de Álvaro Uribe. “Cambio para construir la paz”, lo bautizó Andrés Pastrana. “El salto social” lo nombró Ernesto Samper. “La revolución pacífica” fue el de César Gaviria. Ahora, el de Iván Duque se denomina “Pacto por Colombia, pacto por la equidad”. El Gobierno espera convocar a todas las fuerzas políticas en aras de sacar adelante la iniciativa con el más amplio consenso. Sin duda, una nueva prueba para la gobernabilidad de Duque en el Capitolio, que llega refrescada con 11 puntos arriba en la aprobación de su gestión, pues según la más reciente encuesta de YanHaas, pasó del 24 % en diciembre al 35 % a finales de enero.
¿En qué consiste el “Pacto por Colombia, pacto por la Equidad”? “Es una invitación a que construyamos una agenda de desarrollo para definir las políticas de Estado en las próximas décadas, en un marco de legalidad y emprendimiento que nos lleve a la anhelada y necesaria equidad. Este Plan Nacional de Desarrollo es un pacto por la equidad y por la igualdad de oportunidades para todos los colombianos en condiciones de legalidad. Este plan le apunta a grandes metas como el aumento en la productividad, la transformación digital de la sociedad y el acceso masivo a educación superior de jóvenes pobres y vulnerables y la sostenibilidad de un sistema de salud de calidad”, ha dicho el primer mandatario.
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Para eso, entre octubre y diciembre de 2018, funcionarios del Ejecutivo y de Planeación Nacional llevaron a cabo planes de socialización en las regiones, con mesas de trabajo (más de 30) y audiencias públicas para tratar con la comunidad el Plan Plurianual de Inversiones, es decir, el que define el monto de recursos para cada departamento. Paralelamente se convocó a las fuerzas políticas con presencia en el Capitolio y a grupos gremiales, para escuchar las sugerencias que, según estos sectores, deberían quedar incluidas en el PND. El resultado: inversiones para el cuatrienio por $1.100 billones, de los cuales el 47 % irá a inversión social, es decir, unos $517 billones en programas sociales.
Y aunque el pronóstico que hacen algunas voces del Congreso sobre el futuro del PND pareciera positivo, lo cierto es que nada tiene que ver con las relaciones que se vislumbran en este 2019 entre Ejecutivo y Legislativo. Uno de los senadores más destacados del Partido Liberal, Fabio Amín, advirtió que este período de vacaciones sirvió, aún más, para enfriar las cosas entre el presidente Duque y los legisladores.
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“A todos nos asiste la responsabilidad de discutir y aprobar el Plan Nacional de Desarrollo, que será la carta de navegación del presidente Duque”, dijo el senador de las huestes rojas. No obstante, anticipó que la reunión con el primer mandatario a la que fue convocada este jueves su bancada estará rodeada de una actitud “muy fría en lo que respecta a las relaciones políticas, si comparamos con lo que sucedía el año pasado. Desde que arrancó el año no hemos recibido una sola llamada, un solo mensaje de parte del Ejecutivo. Y este sentimiento es el mismo que tiene el resto de los congresistas”, agregó Amín.
Pero esa comunicación, que se quedó en el congelador en estas vacaciones, podría tener una repercusión directa sobre el PND. Legisladores curtidos en la materia explicaron que los gobiernos suelen utilizar este plan para introducir facultades especiales y precisas para el jefe de Estado que le permitan, por ejemplo, fusionar entidades, o agregar disposiciones que abrevien algunas tareas propias del Ejecutivo, e incluso se pueden introducir otras iniciativas legislativas. “Con el limitado manejo político que tiene el actual Gobierno en el Congreso es difícil que les sean aprobadas esas facultades, aunque sí salgan adelante las bases de lo que es el Plan Nacional de Desarrollo en sí”, explica el senador liberal.
Un panorama aún peor prevén los miembros de Cambio Radical que, en diálogo con El Espectador, confesaron estar muy molestos con la noticia que entregó el alto consejero para la Política, Jaime Amín, en cuanto a que no habrá remezón ministerial. “Tiene que dejar ese cuentico de que corrupción es gobernabilidad. Yo no veo avance en las relaciones y, supuestamente, en diciembre entendieron cómo se podían mejorar. El presidente Duque se ha dedicado a maltratar a los partidos, además de que trae al Congreso proyectos flojos e incoherentes”, dijo un legislador de esa colectividad, pidiendo la reserva de su nombre. Y para discutir este asunto, mañana fue convocada una reunión de la bancada en la que definirán, principalmente, si ir o no al encuentro que les solicitó el presidente Duque el viernes de esta semana.
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Pero el Gobierno es claro. Amín, mano derecha de Duque en la Casa de Nariño, dijo que el PND es el desafío político e institucional más grande para la actual administración, “que implica volcarnos al Congreso y asumir, como lo van a hacer todos los ministros, la defensa de esta ambiciosa hoja de ruta plurianual que impactará favorablemente en materia de equidad la base social”. Por eso agrega que aunar voces, al menos entre los partidos de gobierno e independientes, será fundamental para sacar el proyecto adelante. “La estrategia es empoderar en la discusión a estos sectores”, agregó Amín, por lo cual se espera que las reuniones de esta semana se surtan con éxito.
El encuentro con la bancada del Centro Democrático y el Partido Conservador, en principio, tendrá lugar en las próximas horas. No obstante, al ser ambas bancadas de gobierno, lo que se espera es una ratificación del compromiso que tienen ambos partidos de sacar adelante la agenda que liderará el presidente Duque al arrancar las sesiones extras. En últimas, el Plan Nacional de Desarrollo será la verdadera apuesta del Gobierno actual para medir su capacidad de gestión. Principalmente, en momentos en que Duque comienza a repuntar en las encuestas por cuenta de las decisiones que ha tomado en este 2019 y que, en cierta medida, venían siendo reclamadas por su propio partido. Es decir, mano dura pero reivindicando, al mismo tiempo, su eslogan de campaña: “Mirar hacia el futuro”.