¿El Gobierno incumplió los protocolos firmados con el Eln y países garantes tras cancelar los diálogos de paz?

La profesora Arlene Tickner habla más que de un incumplimiento de un desconocimiento de los protocolos que preveían un eventual levantamiento de los acuerdos con el Eln.

Natalia Tamayo Gaviria - @nataliatg13
17 de enero de 2020 - 09:34 p. m.
Comisión negociadora del Gobierno y el Eln. / Archivo
Comisión negociadora del Gobierno y el Eln. / Archivo

El atentado perpetrado por el Eln a la Escuela de Cadetes General Santander, que dejó un saldo de 22 personas muertas, marcó un después en términos de la política de paz del gobierno Duque. Tras el ataque, el presidente Iván Duque anunció que la mesa de diálogos con en esa guerrilla quedaba cancelada, a la vez que le pidió a Cuba entregar a la delegación negociadora que se encontraba en la isla a la espera de la reanudación de las conversaciones, que quedaron suspendidas con el cambio de administración.

El protocolo, ante una eventual rupturade los acuerdos, se convirtió en un punto de quiebre, especialmente entre el país, Noruega y Cuba, estos últimos garantes del proceso que siguen pidiendo el cumplimiento de lo concertado. Mientras que el Gobierno, interpretando una sentencia de la Corte Constitucional, insiste en que el pacto firmado no es una política de Estado, sino de Gobierno. El Espectador habló con la profesora de la facultad de Ciencia Política, Gobierno y Relaciones Internacionales, Arlene Tickner, luego de un año del lamentable ataque que dio pie a que Colombia sea un tema de convesación en la comunidad internacional, especialmente en los ámbitos académicos que estudian procesos de negociación de todo el mundo.

¿Se incumplió o no el protocolo ante una eventual anulación de la mesa de negociación con el Eln?

El Gobierno ha seguido desconociendo el contenido del protocolo es en sus exigencias reiteradas de extradición de los negociadores del Eln que supuestamente viven en Cuba. 

Más contexto: Este es el protocolo que firmaron Colombia, Eln y los países garantes en caso de la ruptura de los diálogos.

Además de las solicitudes, ¿qué otros actos se podrían considerarse de incumplimiento de los protocolos?

No, yo no he dicho que incumplió, sino que desconoció… Y respecto a la pregunta, las solicitudes son el gesto principal de desconocimiento, evidentemente al insistir en tildar a los integrantes del Eln como terroristas y presionar a distintos socios internacionales a que se sumen nuevamente a esa etiqueta. Estará también tratando de esforzar un desconocimiento de carácter político de la organización, lo cual, para quienes han servido de garantes en el proceso raya con otro tipo de desconocimiento de los protocolos, una vez que los garantes lo son en su calidad de participantes neutros en el proceso. 

Bueno, ya que hace la precisión, ¿cuál es la diferencia entre incumplir y desconocer en este caso?

Me parece que un incumplimiento refleja una acción ya materializada, cuando lo que ha hecho el Gobierno colombiano es realizar solicitudes que no se han materializado. Me parece que desconocer es más preciso que incumplir. Incumplir significa violar, y hay que hacerse la pregunta ¿en qué violó el gobierno Duque los protocolos?

Esta postura del Gobierno, ¿en qué lo afecta a nivel internacional? 

Creo que la credibilidad del gobierno Duque queda afectada seriamente en cuanto al respeto de los compromisos internacionales adquiridos que deben de entenderse como compromisos de Estado y no de Gobierno. Y esto tiene varias posibles repercusiones, la primera, y más obvia, un continuado deterioro de las relaciones con Cuba, país con el cual, pese a diferencias ideológicas que han existido en el pasado, Colombia ha logrado preservar buenas relaciones. La segunda repercusión es una posible renuencia de distintos países a jugar un papel similar de garantes a futuro, en el momento en que haya nuevas negociaciones con el Eln. Y me parece que, en términos generales, en todo lo que se refiere al tema de paz, tema en el cual Colombia había logrado acumular una reputación internacional muy positiva, pues en este momento la imagen no queda del todo bien. 

Lea: El deterioro de las relaciones entre Colombia y Cuba tras el atentado a la Escuela General Santander.

Usted habla de la etiqueta de terrorista que el Gobierno le ha dado al Eln, pero también es pertinente hacer lectura de ellos en este proceso. ¿Sí hay un ambiente de paz por parte de ellos?

En primer lugar, me parece importante afirmar que no hay lugar a dudas de que el ataque a la escuela de policía fue un acto terrorista. Los actos terroristas son mucho más susceptibles de ser clasificados de manera objetiva como tales, mientras que la decisión de nombrar un grupo o actor como grupo terrorista es mucho más una decisión política. Simplemente esa precisión. Creo que el Eln puede tener voluntad de paz, pero es una organización descentralizada cuya cúpula difícilmente controla absolutamente lo que hacen los distintos integrantes, que no ha mostrado voluntad plena de cumplir con las condiciones exigidas por el Gobierno para reanudar los diálogos. Y que, a la luz de la deficiente implementación de los acuerdos firmados con las Farc, tiene también reparos legítimos acerca de la voluntad genuina de negociación del gobierno Duque. Nada de esto excusa los actos condenables que comete todavía esta organización. 

¿Considera que, en el marco de una exploración para una negociación, las condiciones impuestas por el Gobierno son inalcanzables?

Me parecen absolutamente razonables, entregar a los secuestrados, dejar de secuestrar y de realizar ataques terroristas.

En el caso hipotético de que se instale una nueva mesa de negociación, ¿cree que Noruega y Cuba participarían de nuevo como países garantes?

No tengo duda de que lo haga Noruega. No me atrevería a afirmar a ciencia cierta en el caso de Cuba, pero me inclinaría a pensar que es interés del gobierno cubano seguir actuando en ese papel, si Colombia así se lo pide. 

¿En algún momento Cuba cederá ante las presiones de Colombia a través de las solicitudes de extradición?

No, Cuba no lo puede hacer y es interesante observar que incluso el nuevo embajador de EE. UU., en una entrevista que se le hizo sobre el tema, y aun reconociendo lo sensible de la situación, termina dándole la razón a Cuba. La Habana como participante de un proceso de paz y firmante de un pacto entre las partes pierde toda credibilidad y legitimidad como tercero en cualquier futura negociación de paz si cede ante las presiones de Colombia.

Por Natalia Tamayo Gaviria - @nataliatg13

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