El vertiginoso ascenso político de Lidio García

Fue el senador más votado en el Partido Liberal en 2018. Arrancó como concejal del Carmen de Bolívar en el 94, ha sido defensor del Acuerdo de Paz y hoy está postulado a liderar la legislatura 2019-2020.

Alfredo Molano Jimeno - @AlfredoMolanoJi
19 de julio de 2019 - 11:00 a. m.
Lidio García ganó protagonismo en las discusiones de las objeciones a la JEP, cuando tuvo un fuerte cruce verbal con el expresidente Uribe.   / Leonardo Vargas
Lidio García ganó protagonismo en las discusiones de las objeciones a la JEP, cuando tuvo un fuerte cruce verbal con el expresidente Uribe. / Leonardo Vargas

“Usted, que no va a ser presidente del Congreso. Usted es un beligerante, nosotros no vamos a votar por un liberal”, le gritó el expresidente y hoy senador Álvaro Uribe a su colega Lidio García Turbay, al tiempo que le palmoteaba en el pecho. Sucedió el martes 30 de abril, durante las acaloradas discusiones en torno a las objeciones presidenciales a la Ley Estatutaria de la JEP. Según cuentan, García le ratificó su postura de rechazar esos reparos, tal y como lo había definido su partido en decisión de bancada. La pelea, dicen, llegó a oídos del expresidente César Gaviria, director de la colectividad roja, quien llamó a su senador para ofrecerle pleno respaldo y, de paso, prender las alarmas ante la posibilidad de que el uribismo rompiera los acuerdos en torno a las mesas directivas en el Congreso para el período 2019-2020, que arranca este sábado 20 de julio.

Sin embargo, en política las peleas rara vez se prolongan en el tiempo y, en este caso, García y Uribe rápidamente limaron las asperezas. Tal vez eso allanó el camino para que, a partir de este sábado, el senador García sea ungido como el nuevo presidente del Congreso, como se definió en los acuerdos sellados entre los partidos mayoritarios en julio del año pasado. Su juventud contrasta con su enorme poder electoral. En las elecciones de marzo de 2018 se convirtió en el mayor elector del Partido Liberal, con casi 118.000 votos, con lo que, además de conseguir de sobra su curul, entró al “curubito" de la clase política cartagenera, una de las más poderosas del país. Y es que en Bolívar consiguió la nada despreciable suma de 86.000 votos, convirtiéndose en el gran barón electoral del departamento.

Oriundo del Carmen de Bolívar, Lidio Arturo García Turbay pertenece a una de las familias más tradicionales del municipio. Su padre, también llamado Lidio, fue un conocido y querido médico, aunque, a diferencia de su hijo, militó en el Partido Conservador. Su madre, Cecilia Turbay, también le inculcó el gusto por la política, ya que muchos en su familia estuvieron en esas lides, como el excontralor David Turbay. El que será el nuevo presidente del Congreso es además primo del gobernador de Bolívar, Dumek Turbay, con quien tiene una entrañable relación. Crecieron juntos, al tiempo fueron concejales del Carmen de Bolívar y en los corrillos bolivarenses se dice que, en parte, la votación que Lidio alcanzó en el departamento se debe a los buenos oficios de su primo.

García Turbay se dio a conocer en El Carmen como un joven carismático que supo mezclar las dos grandes pasiones del pueblo costeño: la música y la política. En 1992, con apenas 21 años, inició su carrera como cantante aficionado de baladas y música tropical. En 1994 grabó su primer disco con la agrupación El Nene y los Traviesos. Cuatro años después incursionó en el vallenato junto al acordeonero el Negro Villa. En 2003, en asocio con Rubén Lanao fundó la agrupación Lidio y Rubén. Y al tiempo que desarrollaba su carrera musical se vinculó a la política, primero como concejal del Carmen, en 1994. Tres años después saltó a la Asamblea Departamental bajo el paraguas del Partido Liberal, colectividad en la que siempre ha militado. Fue reelecto en dos ocasiones y renunció en 2005 para lanzarse a la Cámara de Representantes, curul que consiguió con 20.979 votos.

Cuatro años después, en las elecciones de 2010, fracasó en su intento por dar el salto al Senado. A pesar de haber casi duplicado su anterior votación, obtuvo más de 35.000 votos, se quemó, al igual que su fórmula en la Cámara, la exreina de belleza cartagenera Paola Turbay Haddad, prima y esposa de su padrino político: Joaco Berrío, destituido exgobernador de Bolívar. “En todos los municipios es bien conocido que Lidio arrancó su carrera política al lado de Joaco, que son grandes amigos y que el fracaso de Lidio en 2010, al intentar elegirse senador, tuvo que ver con el descalabro que sufrió Joaco cuando lo destituyeron un mes antes de las elecciones”, señaló una fuente de la región. Sin embargo, el senador García desmiente que su vida política se haya relacionado con el exgobernador, a quien describió como apenas un conocido y exitoso empresario.

“A Lidio la gente siempre lo ha querido mucho en El Carmen. Su familia es una de las más reconocidas del municipio. Su padre, muy apreciado, y su madre, una gran señora. Además, Lidio se gana el corazón de la gente con su simpatía, cantando, recorriendo el departamento. Cuando empezó, la gente le votaba gratis, por lo simpático; pero cuando fue creciendo y fortaleciéndose, pues tuvo que apelar a la política tradicional costeña. Usted entiende a qué me refiero”, puntualizó otra persona que lo conoce desde sus días de estudiante en el Centro Educativo Nuestra Señora del Carmen.

A pesar de haberse “quemado” en su aspiración de 2010, la destitución de la entonces senadora Piedad Córdoba le sirvió para llegar al Capitolio en su reemplazo. Cuatro años después, en 2014, mantuvo su curul con 55.912 votos. Y en las pasadas elecciones arrasó, convirtiéndose en el senador más votado del liberalismo. Apoyos que acreditó para convertirse en el próximo presidente del Congreso, en reemplazo del uribista Ernesto Macías. Pero la hoja de vida del senador García Turbay no está exenta de sombras. Figura en documentos de la Fundación Paz y Reconciliación como uno de los herederos del emporio político de Enilse López, la Gata, acusación que algunos coterráneos suyos explican por la cercanía que tuvo con uno de los hijos de la cuestionada empresaria del chance. “El tema de la música le hizo amigos, pero no creo que Lidio sea el heredero de la Gata”, explicó otra fuente.

García Turbay también figura en una serie de pesquisas por parapolítica. La Corte Suprema de Justicia le adelanta una investigación preliminar desde hace años, por cuenta de las declaraciones de Jorge 40, quien lo vinculó al grupo de parlamentarios que contribuyeron con el frente José Pablo Díaz, de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc). Incluso, Carlos Mario García, alias Gonzalo, quien fue el enlace de Jorge 40 con la clase política, es primo del senador García. El proceso se mantiene como reservado al público y el alto tribunal ha mostrado muy pocos avances. Pero los problemas judiciales del nuevo presidente del Senado no paran allí: también resultó mencionado en algunas pesquisas por el llamado “Cartel de la Toga”. La Fiscalía habría ordenado investigar, porque García Turbay recibía en su oficina a dos funcionarios capturados en el escándalo de corrupción que envuelve a los exmagistrados Jorge Ignacio Pretelt y Francisco Ricaurte.

Al respecto, el senador liberal fue enfático en su defensa. Le endilgó las acusaciones a sus enemigos políticos y explicó en detalle cada uno de los señalamientos. “Como me gané una curul de la Cámara en 2006 trataron de involucrarme con un chisme mediático al tema de la parapolítica. Es un proceso que tiene trece años y no ha pasado de la fase preliminar porque, evidentemente, no hay elementos que permitan involucrarme. Cuando uno hace política está expuesto a persecuciones y montajes, eso es lo que me ha pasado a mí. Si yo hubiera tenido casos graves no estuviera en el Congreso, no hubiera permanecido como congresista trece años y menos me hubiera atrevido a aspirar a ser presidente de la corporación. Así que el país puede tener la tranquilidad de que tendrá un presidente del Congreso decente y sin tacha en su vida pública”, le dijo a El Espectador el senador García. Más allá de la polémica, lo único claro es que a la Presidencia del Congreso llega uno de los grandes barones electorales y un defensor acérrimo del proceso de paz.

Por Alfredo Molano Jimeno - @AlfredoMolanoJi

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