Con ocasión de la conmemoración del aniversario 55 de las extintas Farc, los exmiembros de esa guerrilla “Iván Márquez”, “Édinson Romaña”, “Walter Mendoza” y Óscar Montero “el Paisa” aparecieron con una nueva carta en la que lanzan ataques al exfiscal Néstor Humberto Martínez y Kevin Whitaker, embajador de Estados Unidos en Colombia, así como cuestionan al gobierno de Iván Duque por el avance en la implementación del Acuerdo de Paz.
“Una vez firmado el Acuerdo de Paz de La Habana, la atmósfera de Colombia se cargó de convulsiones y catástrofes. Una larga hilera de muertos, de líderes y excombatientes guerrilleros asesinados, de incumplimientos y perfidias del Estado, de montajes judiciales y de la misma política social sin corazón apaciguaron, o más bien aplazaron, por ahora, la euforia nacional”, dice el comunicado.
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Acusaron al exfiscal Martínez de iniciar una “guerra jurídica” luego de que terminara la guerra con las armas y pidieron a la Embajada de los Estados Unidos que “cese la intromisión en un asunto tan vital y tan sagrado como el de nuestra paz interna”. “El descaro del señor Whitaker desbordó todos los límites arrojando al olvido la postura diplomática”, dicen los exlíderes guerrilleros.
En ese mismo sentido, se refirieron a las informaciones publicadas en la última semana por The New York Times y las órdenes que se habían impartido entre los mandos del Ejército para “duplicar los resultados”, lo que podría desembocar en un nuevo episodio de ejecuciones extrajudiciales, conocidas en el país como falsos positivos.
La carta concluye con un pedido para liberación de “Jesús Santrich”, sobre quien dicen que está “injustamente detenido por el régimen”. “Márquez” se había pronunciado la semana pasada luego del episodio de liberación y recaptura de “Santrich” y aseguró que fue un “error grave” haber entregado las armas al Estado colombiano ante el “incumplimiento” de lo pactado.
Lo dicho por “Márquez” tuvo respuesta por parte del Rodrigo Londoño, conocido como “TImochencko”, en una comunicación que dejó en evidencia la distancia que tiene el hoy jefe del partido FARC con el exlíder guerrillero que no ha acudido a atender el llamado de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).