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La estrategia de zanahoria y garrote contra Uribe

Mientras el presidente Santos propone un acercamiento, la Unidad Nacional arremete contra el exmandatario por sus posturas sobre la paz.

Redacción Política
23 de octubre de 2014 - 04:01 a. m.
El presidente Uribe y el Centro Democrático ya le han pedido al Gobierno respeto como oposición.  /Archivo - El Espectador
El presidente Uribe y el Centro Democrático ya le han pedido al Gobierno respeto como oposición. /Archivo - El Espectador

Bien se sabía que desde que el expresidente Álvaro Uribe llegó al Congreso como líder de la bancada del Centro Democrático, el ambiente sería hostil y los enfrentamientos con la coalición de gobierno y la misma izquierda democrática —representada en el Polo—, agudos y constantes. El martes, mientras el país esperaba un debate sobre el metro de Bogotá, al cual no asistieron los citados, algunos parlamentarios de la Unidad Nacional aprovecharon para irse lanza en ristre contra el exmandatario por sus posiciones y filtraciones frente al proceso de paz que se adelanta con las Farc en La Habana. Cuestionamientos que no fueron espontáneos, pues según conoció El Espectador, fueron planificados estratégicamente.

Como quien dice, estrategia de ‘zanahoria y garrote’, porque horas antes, el presidente Juan Manuel Santos, en una entrevista con el director de Noticias RCN, Rodrigo Pardo, había planteado la posibilidad de reconciliarse con Uribe. “Yo estoy más que dispuesto a reunirme con el senador Uribe, con el Centro Democrático, para discutir todos estos temas con criterio patriótico, con miras a lograr una buena paz para todos los colombianos. Creo que esa es la obligación de cualquier buen ciudadano. Si el presidente Uribe quiere venir aquí a Palacio, será bienvenido para discutir los asuntos primordiales de la nación”, dijo.

Lo cierto es que mientras el país político debatía la posibilidad de que mandatario y exmandatario se sentaran a conciliar sus diferencias, los principales alfiles de la Unidad Nacional se reunían con los ministros de la Presidencia, Néstor Humberto Martínez, y del Interior, Juan Fernando Cristo, para recibir los argumentos con los que cuestionarían al expresidente en la plenaria del Senado. Tan es así que la senadora Claudia López, de la Alianza Verde y férrea opositora de Uribe, reclamó: “El país conoce mis profundas diferencias con el expresidente, pero esos debates deben darse con garantías, sin huidas ni tomas a mansalva”, cuestionando a la Unidad Nacional por “tomarse e improvisar la discusión en torno al proceso de paz”.

Lo claro es que el libreto estaba escrito. Los congresistas se inscribieron en orden para hacer cada una de las denuncias y críticas contra Uribe. El primero fue Luis Fernando Velasco, liberal, quien se refirió a las capitulaciones (críticas) que ha realizado el uribismo a los acuerdos logrados hasta ahora en la mesa de negociación en Cuba, que empezaron en 52 y ayer elevó a 68. Velasco presentó un video de Noticias Uno en el que quedaba clara la intención del exmandatario de despejar Pradera y Florida (Valle del Cauca) para la liberación de secuestrados, por solicitud de los gobiernos de Francia, España y Suiza.

El turno siguiente fue para el senador Roy Barreras, de la U, quien con presentación y documentos en mano refutó cada una de las 52 capitulaciones y enfatizó: “No hay una sola frase de ese documento espurio y delirante que sea cierta. El objetivo es quitarles a los colombianos la esperanza de la paz, sembrar el miedo entre sus electores y convencerlos de que el único camino es la guerra”. Y después tomó la palabra el senador Armando Benedetti, también de la U, quien presentó un convenio con el cual excomisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo se habría “congraciado” con el empresario Henry Acosta Patiño, quien prestaba sus buenos oficios como mediador para un posible diálogo con las Farc.

El convenio tenía como finalidad “aunar esfuerzos entre las partes con el fin de generar condiciones de confianza que permitan entablar conversaciones con el Gobierno Nacional en la búsqueda del interés supremo de la paz, para lo cual se financiarán y adelantarán las actividades necesarias para ello, a través del programa de Desarrollo Agrícola y Social”, señaló la denuncia de Benedetti.

Eso sí, las réplicas de Uribe y su guardia pretoriana en el Senado no se hicieron esperar. “La Unidad Nacional se vino en gavilla con un debate improvisado sobre el proceso de paz (...) pero no les funcionó la encerrona. Algún senador habló de polarización, claro que sí, la polarización la provocaron este Gobierno y sus amigos cuando decidieron hipócritamente dividir el país entre amigos de la paz y amigos de la guerra, guerra que en otro momento la mayoría llamó seguridad democrática para hacerse elegir”, respondió la senadora uribista Paola Holguín.

También hablaron Carlos Fernando Galán, la exfiscal Viviane Morales, Horacio Serpa, Mauricio Lizcano, Efraín Cepeda y Guillermo García Realpe. El debate resultó tan acalorado que hubo amague de pelea entre Uribe y Realpe. Sobre las 11:00 de la noche se levantó la plenaria, que resultó ser el reflejo de la extrema polarización política que vive hoy Colombia y que incluso cada vez toma mayores tintes judiciales, pues hay quienes creen que el hecho de que Uribe filtre información reservada sobre los operativos para sacar a guerrilleros hacia La Habana, como lo hizo en un trino el mismo martes, es una violación a la Ley de Inteligencia que merece ser investigada.

Así las cosas, si había alguien que guardaba la esperanza de que Santos y Uribe tuvieran un acercamiento en aras de la paz, el panorama político deja entrever que eso está bien lejano, al menos por ahora. Y hay que hacer esa salvedad, porque aquel lugar común de que en política todo es posible, sí que aplica en Colombia. Casos se han visto, si no, habría que preguntarle al mismo Uribe y al expresidente Andrés Pastrana, agua y aceite en el pasado pero unidos en la pasada campaña electoral por cuenta de su oposición a Santos. Además, las palabras del jefe de Estado ayer en La Dorada (Caldas), son más que evidentes: “Sigan en su guerra, sigan con su pobreza, que el pueblo colombiano, la gran mayoría de los colombianos, seguimos en el camino hacia la paz, hacia la equidad y hacia la mejor educación (...) yo a ellos les digo: sigan con su cuento, que el pueblo está con nosotros, el pueblo está con nosotros”. Al que le caiga el guante...

Por Redacción Política

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