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En carta a los 33 eurodiputados y al Parlamento Alemán, que en días pasados expresaron públicamente su respaldo al proceso de negociación entre el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y la guerrilla del ELN, y les pidieron a las partes hacer todos los esfuerzos posibles para dar pronto inicio a las conversaciones, el máximo comandante de ese grupo subversivo, Nicolás Rodríguez Bautista, alias “Gabino, señaló que dicho apoyo, junto a muchos otros similares hechos por la comunidad internacional y por múltiples sectores de la sociedad colombiana, conforman un acompañamiento activo “necesario para lograr que el Gobierno se decida a descongelar estas negociaciones de paz”.
“Al parecer, en las altas esferas gubernamentales temen iniciar la negociación pública con el ELN y avanzar en el primer punto de la Agenda: participación de la sociedad, porque esto ‘podría empañar la campaña por el plebiscito’. De nuestra parte no tenemos ninguna pretensión o interés en este sentido. Respaldamos el proceso y mecanismo de refrendación de los acuerdos hechos entre el gobierno y las FARC, dando por entendido que el proceso a desarrollarse con el ELN tiene sus propios caminos y particularidades”, señala el jefe guerrillero en la misiva, fechada el 25 de julio.
Según “Gabino”, después de tres meses, el Gobierno mantiene congelado el proceso, “fiel a su táctica de dividir los dos procesos, el de las FARC y el del ELN, para avanzar con el primero, mientras congela el segundo”. Y en este sentido, dice que lo que se busca es “dividir las filas de la insurgencia, pretendiendo evitar un frente común entre estas y a la vez entre estas y la sociedad, por el temor a que ello presione con mayor fuerza la paz con justicia social y los nuevos rumbos del país, en que la violencia de los de arriba y el terrorismo de Estado tengan que replantearse y en los que se vayan dejando atrás las razones históricas y estructurales que generan la lucha guerrillera en Colombia”.
El jefe del ELN reafirma que, de su parte, están “listos” para cumplir lo acordado e iniciar de inmediato la ronda de conversaciones, que tendría como sede inicial a Quito, Ecuador. Y concluye: “Entre más rápido iniciemos, con mayor prontitud se podrán abordar y buscarle solución a los temas de interés de todos”.