Desde el salón de protocolo del Laguito, en La Habana (Cuba), el negociador de la guerrilla Iván Márquez, agradeció a los países garantes y acompañantes del proceso de paz. Resaltó el trabajo realizado en la mesa de negociación y sostuvo que el acuerdo final se resumen en tierra, democracia, reparación a las víctimas, política sin armas, y transformación de las condiciones sociales y económicas que produjeron el levantamiento.
El jefe guerrillero admitió que si bien termina la guerra, apenas comienza el debate de las ideas; y que el acuerdo de paz no es el punto de llegada sino el punto de partida para la consolidación de un país multiétnico y cultura. Márquez agregó que después de medio siglo de rebeldía, el acuerdo logrado corresponde a un sueño colectivo, de justicia social representado en los seis puntos del acuerdo general para la terminación del conflicto.
En su intervención, el jefe de la delegación de paz de las Farc recalcó que la lucha guerrillera no tuvo razón distinta que la lucha por la dignidad humana ante la injusticia. No obstante, admitió que en desarrollo de la confrontación armada se cometieron errores que afectaron a la población civil. Ahora, expresó Iván Márquez, ha quedado refrendado un compromiso de no repetición para que no haya más riesgos de que las armas se vuelvan contra la población.
En medio de los agradecimientos a los países que apoyaron la negociación, Iván Márquez hizo una referencia particular a Estados Unidos para que así como apoyó la guerra, siga respaldando los esfuerzos por la paz. “Continuamos en espera de Simón Trinidad”, observó sin mayores comentarios el jefe guerrillero. También formuló un llamado al Eln para que avance en la búsqueda de una negociación.
Con un mensaje repetido de “Nunca más, nunca más. Viva Colombia, viva la paz”, concluyó su intervención Iván Márquez después de presentar sus condolencias a todas las víctimas, entre ellas muchas viudas y madres, que dejaron más de medio siglo de guerra en Colombia.