La cruzada por tres curules en el Senado

El Espectador conoció que la Fiscalía indaga el escrutinio que le otorgó tres escaños al partido Colombia Justa-Libres. Documentos revelarían presuntas inconsistencias en el reconteo de votos.

Juan David Laverde
02 de septiembre de 2018 - 02:43 p. m.
La cruzada por tres curules en el Senado
Foto: LIZ DURAN/EL ESPECTADOR - LIZ DURAN

La Fiscalía de Néstor Humberto Martínez le acaba de meter el diente a una investigación que promete levantar ampolla. La génesis de este expediente, que orbita alrededor del litigio jurídico que existe por cuenta de la súbita llegada del partido Colombia Justa-Libres al Congreso, comenzó el pasado 11 de marzo. Ese día, tras el preconteo de las elecciones parlamentarias, la Registraduría informó que ese movimiento político de ciudadanos obtuvo 431.418 votos al Senado. Es decir, menos del 3 % y que, por tal razón, no había superado el umbral requerido. De inmediato, su vocero, el pastor cristiano John Milton Rodríguez, denunció un “gigantesco y aberrante fraude electoral” y reclamó ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) los supuestos votos perdidos.

Dicha entidad, luego de evaluar el caso, el pasado 16 de julio —cuatro días antes de la instalación del nuevo Congreso— resolvió otorgarle la razón a Colombia Justa-Libres. En ese sentido, ordenó la corrección de los resultados de los comicios y determinó que ese movimiento político había obtenido en realidad 463.521 votos, esto es, 32 mil más de los reportados por la Registraduría cuatro meses atrás. El escrutinio le otorgó tres curules, que pasaron a ocupar el pastor Rodríguez, Eduardo Emilio Pacheco y Édgar Enrique Palacio. A su turno, quedaron por fuera del Senado Soledad Tamayo, del conservatismo; Jorge Guevara, de la Alianza Verde, y Gloria Flórez, de la lista de la Decencia. Pero, lejos de cerrarse el debate, la controversia jurídica está más candente que nunca.

¿De dónde salieron esos 32 mil votos? Esa es la pregunta que ronda a los investigadores. Expertos consultados por El Espectador aseguraron que en la historia electoral del país esto jamás había ocurrido. Es decir, que entre el preconteo y el escrutinio pudiera darse una diferencia tan sustancial de votos. En este caso la variación fue de más del 7 % en esa lista, cuando en otras oportunidades las diferencias no han pasado del 2 %. ¿Qué ocurrió aquí?

La historia

Al margen de la última palabra sobre esta puja electoral, que deberá saldarse en el Consejo de Estado donde estos tres partidos pretender recuperar sus curules, la Fiscalía inició una investigación de oficio para establecer si hubo irregularidades en el escrutinio. Este diario conoció que hace un mes una comisión de investigadores del CTI estuvo en el CNE revisando con todo detalle la letra menuda de las reclamaciones de Colombia Justa-Libres y las pruebas aportadas que modificaron la ecuación electoral. ¿El objetivo?: establecer por qué hubo unas diferencias tan importantes entre el preconteo y el escrutinio. La Fiscalía ya tiene en su poder documentos claves, inspecciones judiciales y una ruta investigativa aportada por funcionarios del tribunal electoral. El fiscal general está al tanto de los avances del caso.

Las primeras pistas sobre presuntas irregularidades las advirtió el propio CNE en una resolución de 1.251 páginas en la que avaló miles de votos obtenidos por Colombia Justa-Libres en Bogotá. En su extenso fallo, por ejemplo, criticó la labor de la Comisión Escrutadora Distrital, que aprobó el reconteo parcial en más de 5.251 mesas de votación “direccionado de manera exclusiva a una determinada colectividad política”. Es decir, en esas mesas se volvieron a contar únicamente los sufragios por Colombia Justa-Libres y no los de la totalidad de la mesa. En ese procedimiento se dio una diferencia importante entre preconteo y escrutinio. Un antecedente advertido por la autoridad electoral, que recordó que el Consejo de Estado ha dicho que este tipo de actuaciones podrían derivar en una distorsión de la voluntad popular.

En ese contexto, el CNE detectó “una posible modificación del número de votantes en varias mesas” y, por eso, en su fallo, calificó como irregulares los procedimientos efectuados por la Comisión Escrutadora Distrital. Pese a los hallazgos, no anuló los nuevos resultados. Y así lo justificó: “Debe tenerse en cuenta que, como fruto del reconteo de votos (indudablemente irregular), fue hallada una votación en favor de una organización política que le había sido negada en la contabilización inicial. Este hecho no puede ser desconocido sin que con ello se afecte negativamente la voluntad del elector, evidenciada de manera irónica a través de un procedimiento irregular, lo que hace más compleja la situación”. Un galimatías jurídico que, en todo caso, les otorgó validez a los resultados cuestionados del escrutinio.

De acuerdo con el CNE, dicha decisión se tomó ante la imposibilidad de esa corporación para acceder a las tarjetas electorales o de constatar la posible manipulación del proceso, en tanto la cadena de custodia de los votos quedó en entredicho. Un polémico fallo del que se apartaron los magistrados Héctor Helí Rojas, Armando Novoa y Alexánder Vega Rocha. Este escenario es el que indaga la Fiscalía. Según le contó a este diario la presidenta del CNE, Yolima Carrillo, fue la magistrada ponente del caso, Gloria Inés Gómez, la que pidió investigar si hubo alguna irregularidad de orden penal. Entretanto, los integrantes de la Comisión Escrutadora Distrital, hoy bajo la lupa y cuya actuación mereció el reproche del CNE, fueron Blanca Gutiérrez, Carlos Enrique Camargo, Carlos Alberto Rojas y Carlos Antonio Coronel.

El magistrado Novoa justificó así su posición: “Con la decisión de no examinar las mesas afectadas, la corporación (el CNE) convalidó las irregularidades promovidas por la Comisión Escrutadora Distrital (…) y conlleva a que en una mesa existan más votos que votantes, lo que produce una alteración de la verdad electoral”. Y concluyó: “Estas acciones (de la Comisión Escrutadora Distrital) resultan fraudulentas”. En esa línea se pronunció el abogado del Partido Conservador José Joaquín Vives. En un documento enviado al CNE advirtió: “De ninguna manera puede un recuento validar más votos que votantes y eso fue justamente lo que ocurrió en el caso concreto. Es apenas lógico deducir que si a un determinado candidato o partido le anotaron en el formulario E-14 menos votos de los que realmente obtuvo fue porque a alguien le sumaron más de los que realmente alcanzó”.

Consultado por El Espectador, el abogado Vives indicó: “Aquí hay un cambio atípico de resultados en favor de Colombia Justa-Libres que no tienen aún una explicación satisfactoria. No conozco un antecedente con variaciones tan altas en la historia”. Por su parte, Olimpo Guerra Borja, abogado del candidato de la Alianza Verde Jorge Guevara (afectado por el fallo del CNE), fue aún más ácido: “Lo que hizo el Consejo Electoral fue avalar un fraude. La misma resolución así lo admite. Un fallo contrario a la ley”. Guerra recalcó que la Fiscalía ya está escarbando en el asunto y analiza todos los documentos que dieron lugar al pronunciamiento del CNE. “Este lunes presentaremos la demanda ante el Consejo de Estado para que salde esta controversia”. En contraste, en Colombia Justa Libres las cuentas son muy distintas.

El ahora senador John Milton Rodríguez aseguró que su colectividad jamás promovería un fraude electoral, que los escrutinios, al revés, corrigieron el fraude que hubo en un principio y que no temen ninguna investigación penal o administrativa por estos hechos. Aún más, según Rodríguez, lo más probable es que en el futuro el Consejo de Estado les otorgue dos curules más. “En nuestros cálculos teníamos una expectativa mínima de 700 mil votos. Hoy creemos que nos deben todavía cerca de 135 mil más. Esa descachada tan brava de los jurados en el preconteo corresponde a múltiples factores, uno de ellos es que, como nuestra lista era cerrada, pudieron haberse confundido al totalizar los sufragios en las mesas. Y le digo más: la información extraoficial que tenemos es que con nuestra votación estaban cuadrando curules de otros partidos”.

En criterio del pastor Rodríguez, los afectados por el fraude fueron ellos, y por eso se encontraron votos en Bogotá, Valle, Atlántico, Magdalena, Antioquia, los Santanderes y otras regiones. “Me llama mucho la atención que siempre hablen de nosotros, cuando el CNE revisó las reclamaciones de todos los partidos. Ese proceso lo acompañaron los jueces de la mesa escrutadora, la Procuraduría, la Misión de Observación Electoral y la propia Registraduría. ¿Cómo nos acusan de fraude si no tenemos concejales, ediles, diputados, es decir, ninguna influencia política? Eso es absurdo. Nuestros abogados ya interpusieron una denuncia por injuria y calumnia contra los senadores Gustavo Bolívar y Gustavo Petro, quienes nos acusaron de fraude. Y ya elevamos un derecho de petición a la Fiscalía para que nos informe si hay una investigación en nuestra contra”.

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Por Juan David Laverde

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