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El Capitolio Nacional se ha convertido, por estos días, en el escenario de una verdadera batalla campal entre los sectores que acompañan el Acuerdo de Paz y aquellos congresistas que insisten en apoyar las objeciones presidenciales a la Ley Estatutaria de la Jurisdicción Especial de Paz. ¿La razón? Las denuncias de la supuesta dilación que estaría orquestando el presidente del Senado, Ernesto Macías, para evitar que la Cámara alta vote dichos reparos y, de paso, se termine de concretar la derrota del gobierno de Iván Duque en las relaciones con el Ejecutivo.
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Apenas en las últimas horas, la senadora de la Alianza Verde, Angélica Lozano, anunció que las voces de la denominada bancada alternativa apelarían al Estatuto de la Oposición para ejercer el derecho de establecer el orden del día en la corporación y, en tal sentido, obligar al Senado a votar cuanto antes las objeciones. Macías, en respuesta, reiteró que su intención es programar dicha votación para este mismo miércoles o, más tardar, para el lunes de la próxima semana, a partir de las 10:00 de la mañana. “Esa sesión no va a tardar más de un día”, aseguró el legislador del Centro Democrático.
Sin embargo, lanzó una nueva jugada político-jurídica que promete mantener la división entre los del Sí y los del No. Este martes, el presidente del Senado anunció que radicó una acción de tutela en contra de la votación que tuvo lugar en la Cámara de Representantes hace apenas un par de semanas, y que dio por hundidas las objeciones de Duque a la JEP, con 110 apoyos contra 44. “Pretendemos que se corrija un error de trámite, pero eso no impide que se avance en la discusión en el Senado”, señaló el legislador.
Según Macías, el proceso que adelantó la Cámara baja estuvo viciado constitucionalmente, con base en los artículos 165 y 167 de la Carta Política pues, según argumentó, cuando una ley es objetada por el Gobierno Nacional, estas deben ser estudiadas, primero, en la Cámara por donde se radicó el proyecto que, para este caso, es el Senado de la República. “La Constitución y la Corte Constitucional ordena que la Cámara de origen debe pronunciarse primero y si no se corrige el erro, queda un vicio que puede ocasionar un daño en el futuro a la ley”, agregó el senador uribista.
Contexto: Macías anuncia que el próximo lunes convocará a plenaria para votar objeciones a la JEP
No obstante, señaló que respecto de la petición que elevó la congresista Lozano para determinar el orden del día, organizará una reunión con Eduardo Pulgar Daza (la U), vicepresidente de la corporación, para elegir el día en el cual los sectores de oposición podrán hacer uso de su derecho, según los parámetros del Estatuto de la Oposición. Un debate que, en todo caso, parece que no podrá llevarse a cabo ni este miércoles, ni tampoco la próxima semana.
Y es que mientras todo esto ocurría, la colega de Macías, Paloma Valencia (Centro Democrático), anunció que no radicarán la ponencia favorable a las objeciones –ella hace parte de los miembros de la subcomisión que avalan dichos reparos en el Senado-, tras advertir que intentará concretar un nuevo encuentro con los líderes del Partido Liberal y de Cambio Radical para tratar de convencerlos de que apoyen las objeciones a la JEP o, al menos, aquella referente a la extradición de exmiembros de las Farc.
“Hay unas denuncias muy graves en las que se evidencia que miembros de las Farc estaban vendiendo cupos en la JEP para que los narcos puedan evadir la extradición. Yo sí quiero hablar con el expresidente César Gaviria y con el doctor Germán Vargas para pedirles que salven el país. Los mafiosos no pueden meterle este gol a Colombia. Y el Congreso tiene que ser muy serio en esto”, dijo la senadora Valencia.
Bajo este panorama, la senadora Lozano lanzó una advertencia para la plenaria del miércoles: "Si no se acepta nuestra petición (hecha en aras del Estatuto de la Oposición), que es además un derecho, probablemente tendríamos que salirnos de la sesión y probablemente los partidos indepentes hagan lo mismo".
Es de recordar que tanto el liberalismo, bajo la dirección de Gaviria, como Cambio Radical, cuyo jefe natural es el exvicepresidente Vargas, decidieron por unanimidad y bajo las reglas de bancada, no apoyar las objeciones del presidente Duque a la JEP. Decisión que fue clave para que, en la Cámara, las mismas resultaran hundidas. De momento, ni Gaviria ni Vargas han respondido al llamado de la congresista uribista.