:format(jpeg)/www.elespectador.comhttp://thumbor-prod-us-east-1.photo.aws.arc.pub/gjD7CRWa7dNWAUVdbriYYs1c1bY=/arc-anglerfish-arc2-prod-elespectador/public/O3EOCLLNDVAUTOXVFVDQWXMLHU.jpg)
El Partido de la U anda convulsionado. Hay diferencias internas y la mayor parte de los congresistas aseguran sentirse “maltratados” por el Gobierno, que no los tiene en cuenta para sus nombramientos burocráticos pese a que, aseguran, le dieron la reelección al presidente Santos. De hecho, el denominado “bloque costeño”, que equivale a la mitad de sus miembros, ha hecho pública la molestia.
Con este panorama, desde hoy se darán cita en Santa Marta para tomar decisiones trascendentales, como la definición de las estrategias para las elecciones regionales y la agenda legislativa, y ratificar su respaldo al Gobierno. También escogerán el reemplazo de Sergio Díaz-Granados en la presidencia de la colectividad, quien en entrevista con El Espectador habla de este “retiro espiritual”, hace el balance de su gestión y ratifica a la U como el principal aliado de Santos.
¿Qué balance hace de su paso por la presidencia del Partido de la U?
Asumí la presidencia en un momento difícil. La U es el partido de Gobierno y cuando asumimos había una crisis generada por el paro agrario. El partido aritméticamente perdió más de un millón de votos por el retiro de varios de sus principales congresistas, unos por decisión personal, otros por problemas judiciales. Hicimos la estrategia, buscamos caras nuevas, recorrimos el país y nos mantuvimos como bancada mayoritaria.
Claro que, en comparación con 2010, perdieron representación...
El partido se creó para patrocinar al presidente Uribe, que en esta ocasión estuvo en contra, y el Centro Democrático les quitó espacio político a todos, no sólo a la U.
¿Cuál es la perspectiva frente a las elecciones regionales de 2015?
Como partido coordinador de la Unidad Nacional, nos sentaremos con las demás colectividades de la coalición —el liberalismo y Cambio Radical— para definir una estrategia en la que el interés sea obtener la victoria.
¿Y para eso es la cumbre en Santa Marta?
Es la jornada de planeación más larga de la bancada. Vamos a abordar los retos frente a la agenda legislativa y las elecciones de 2015. Invitamos a Horacio Serpa (liberal) y Carlos Fernando Galán (Cambio Radical) para tener un diálogo franco sobre cómo podemos construir desde la Unidad Nacional para actuar de forma conjunta. El viernes van a estar siete ministros, el presidente Santos y Humberto de la Calle, y estableceremos compromisos a tres años para mejorar la vida de todos los colombianos.
Se vienen alianzas, entonces, para enfrentar al Centro Democrático...
Las alianzas se van a hacer de acuerdo con las realidades políticas de las regiones. No se puede confeccionar una talla única para todo el país. Hay voluntad política de los partidos de la Unidad Nacional y lo que deben entender los electores es que un candidato de coalición tiene mayor capacidad de interlocución con el Gobierno.
Se le critica su falta de vocería, incluso su ausencia de las discusiones políticas del país...
Cada quien tiene que aportar sus conocimientos y su disciplina de acuerdo con sus atributos. Para mí, la función iba más allá de estar en los micrófonos o en los programas de opinión. Yo tenía que organizar el partido, donde había un desorden general y una especie de estampida de sus parlamentarios.
Y hay quienes lo critican porque actúa más como amigo de Santos que como presidente de la U...
Descubrieron que el agua moja. Llevó 17 años trabajando con el presidente Santos. Cuando me pidieron que renunciara al Ministerio de Comercio lo hice por compromiso con el presidente y con el partido. Por eso a nadie le puede sorprender que sea cercano al presidente Santos y a sus tesis.
¿No han perdido ustedes en términos burocráticos frente al liberalismo y Cambio Radical?
Cuando se ganan las elecciones y se llega al poder, los partidos buscan estar representados en el Gobierno. De ahí en adelante, las decisiones dependen del presidente o los ministros. Pero no pueden calificar mi gestión por el número de puestos que obtuve. La interlocución con el presidente es buena, óptima y sana. Quienes quieren contaminar la relación se van a llevar un gran chasco porque este es el partido mayoritario y la relación con el presidente se va a mantener.
¿Y la posibilidad de una reunificación del liberalismo?
Cada loro en su estaca. Creo que es nostálgica la posición de algunos. Que no confundan construcción con una disolución.
¿Hay unidad en la U frente al proceso de paz, tras la suspensión temporal de los diálogos por el secuestro del general Alzate?
Hemos acompañado con toda convicción al presidente en la búsqueda de la paz. Lo respaldamos con la suspensión de los diálogos por este hecho grave y hemos manifestado que para continuar en el camino hacia la paz es necesario que liberen a todos los secuestrados. Si hay que acudir a un mecanismo de refrendación popular, la U ya se está preparando y desde todos los municipios va a defender ese acuerdo para sacarlo adelante.
¿Qué hay de cierto en lo de la molestia de la bancada costeña por el supuesto maltrato del Gobierno?
En todas las bancadas hay grupos internos. Acá lo importante es que a la hora de las votaciones la bancada funcione cohesionada, la muestra es que nos vamos a reunir todos en Santa Marta. El partido no es una multinacional donde el CEO toma una decisión y todos la siguen. Hay que ir formando consensos.
* fmorales@elespectador.com / @Felipeprensa