“Tenemos más de 7.000 venezolanos en hacinamiento”: alcalde de Villa del Rosario, Norte de Santander

Hambre y falta de controles sanitarios son algunos de los problemas que denuncia Eugenio Rangel, mandatario del municipio nortesantandereano.

Juan Sebastián Lombo / @JuanLombo
19 de mayo de 2020 - 12:06 a. m.
El alcalde de Villa del Rosario, Eugenio Rangel, pide la presencia efectiva del Gobierno nacional. / Archivo particular
El alcalde de Villa del Rosario, Eugenio Rangel, pide la presencia efectiva del Gobierno nacional. / Archivo particular

En Villa del Rosario, Norte de Santander, nació Francisco de Paula Santander; por eso sus pobladores la denominan la cuna de la nación colombiana. De igual manera, históricamente han reclamado más ayuda y presencia del Estado frente a situaciones que los aquejan desde hace algunos años, entre ellos la migración sin control. No obstante, no han tenido mayor respuesta y ahora, con la pandemia del COVID-19, estas problemáticas se han agudizado.

El Espectador habló con su alcalde, Eugenio Rangel, quien pide que el Gobierno haga verdadero acto de presencia, pues, a pesar de que tienen apenas cuatro casos confirmados de coronavirus, temen que el brote se salga de control ante una población de unos 7.000 venezolanos que viven en hacinamiento y un centro asistencial que apenas llega a primer nivel.

¿Cuál es el panorama en Villa del Rosario ante el brote del COVID-19?

Villa del Rosario es un municipio con 96.000 habitantes y una población flotante de 36.000 personas. Con el tema del nuevo coronavirus, hemos acatado las medidas que han dictados los gobiernos nacional y departamental. La verdad es que resulta bastante difícil afrontar esta emergencia, pues la gente en casa no ha podido trabajar. A pesar de ello, hemos logrado gestionar ayudas humanitarias tanto del Gobierno como de entes internacionales, para ayudar a 10.000 personas. El mayor problema es que también tenemos el asunto de la migración.

¿Por qué la migración es el mayor problema que enfrentan?

Es un tema muy grave, pues Villa del Rosario es el principal receptor de venezolanos. Por acá entró una gran cantidad de gente a nuestro país y ahora esos mismos migrantes están retornando a su país. Llegan todo el tiempo del interior del país y, haciendo cálculos, diría que han pasado 50.000 personas de regreso a Venezuela en los últimos días. Aquí tenemos un sector que se llama La Parada, con más de 300 casas en hacinamiento. Son más de 7.000 personas en esta condición y Dios nos ha protegido por el momento para que no se haya presentado un brote del coronavirus en esa población retornada, o si no este municipio estaría bastante contagiado. He hablado con el gobernador, con las autoridades nacionales y con los congresistas de Norte de Santander, pero la verdad es que no hemos sido escuchados. El Gobierno debe apersonarse de la migración.

¿Y están preparados para un brote mayor del coronavirus?

El municipio tiene un hospital de primer nivel y estamos haciendo gestión con el Gobierno nacional para construir uno nuevo, de segundo nivel, y están los puestos de salud. Pero nos sentimos cortos, porque si hay más contagios, no tenemos la infraestructura necesaria para atenderlos. Con el gobernador, Silvano Serrano, estamos trabajando para acondicionar dos sitios y así tener un plan de choque para la emergencia.

¿Cómo es la situación de la población venezolana: está solo de paso o Villa del Rosario se ha convertido en su lugar de vivienda?

Villa del Rosario es un lugar donde se concentra la migración. Tenemos más de 7.000 personas, donde hay mujeres embarazadas, niños y adultos mayores en un solo punto. La situación es triste, porque llegan y se quedan en el sector de La Parada. La verdad es que como autoridades municipales nos toca muy duro.

¿Cómo ha sido la integración de la población de Villa del Rosario y la migrante?

Es duro, porque la cooperación internacional se enfoca solo en la población migrante. Entonces la gente se pregunta por qué los venezolanos y no ellos. Nosotros, sin desconocer que son nuestros hermanos, tenemos que buscar atender a nuestra población residente. Es importante entender que hay voluntad política y administrativa de llegar a todos, pero necesitamos ayuda del Gobierno nacional.

¿Y el retorno de la población migrante?

Ha habido coordinación por parte de Migración Colombia en la zona de frontera de los que vienen en buses. Eso ha sido ordenado, lo que pasa es que están llegando los caminantes, muchos se están quedando en Villa del Rosario y no sabemos si tienen el coronavirus. Hay mucha incertidumbre y le estamos diciendo al Gobierno nacional es que no se está controlando la llegada de caminantes, lo cual nos deja expuestos.

La frontera está cerrada por orden presidencial, ¿y los otros pasos?

El presidente decretó el cierre de la frontera hace dos meses, pero las trochas han estado activas, y eso que hay Ejército y Policía. Hoy están las trochas abiertas, por lo que hay desabastecimiento en Venezuela. Con cooperación internacional y la Gobernación, hemos llevado ayudas humanitarias a todo el municipio. El problema es de fondo. Una cosa es en Bogotá y otra es acá. Uno les pide a gritos ayuda y la verdad es que se quedan cortos.

¿Hay algún control sanitario a la población que está entrando y saliendo?

Los controles se hacen con Migración Colombia y el Instituto Departamental de Salud. El tema es que la gente ingresa por las trochas a abastecerse. Vienen, compran y se devuelven.

¿Pero hay forma de garantizar que el virus no vaya y venga entre los dos países?

Ese es el tema que nos preocupa. No sabemos si tienen el virus, porque por las trochas no se les hace ningún control y es que no hay manera de hacerlo. Los rosarienses vivimos muy preocupados por esa situación, porque no sabemos en qué condiciones están las personas que vienen a buscar dotaciones. No sabemos si están enfermos. También tememos por la cantidad de personas que están en La Parada y en la cabecera municipal. Ojalá el Gobierno reconozca esta situación que se está presentando.

¿La ayuda que ha recibido frente al coronavirus ha sido suficiente?

Nunca será suficiente. El Gobierno nos ha ayudado a través del Ministerio del Interior, pero no es suficiente. Uno entrega a una persona un mercado y sabe que a los quince días hay que volver a entregarle otro y es una situación bastante difícil. Es una situación incómoda como mandatario.

¿Hay alguna directriz especial desde el Gobierno para ustedes como municipio fronterizo?

Semanalmente nos reunimos en un Puesto de Mando Unificado, donde hay representación de los gobiernos departamental y nacional. Ahí nos dan algunos pasos a seguir, pero esto necesita de otra clases de acciones.

¿Villa del Rosario está respetando las indicaciones sanitarias?

Gran parte lo ha hecho, pero ahora la gente está saliendo mucho a las calles de nuevo, por la misma situación de que escasean los alimentos. La gente tiene que buscar con qué alimentarse y está bastante difícil en esta zona de frontera.

¿Cómo está la situación de los grupos armados que operan en la zona?

En este momento el ambiente está muy tranquilo; pero sabemos que hay grupos al margen de la ley que pelean esos territorios, porque es una frontera muy dinámica. Nosotros, como autoridades, tenemos clara la situación y se articula con la Policía y el Ejército.

¿Y la situación de seguridad en el municipio?

Tenemos un aumento de hurtos, por la situación que se está presentando de que la gente no puede salir a trabajar. También hay hurto por parte de la población migrante. Ese tema acá es complejo.

Por Juan Sebastián Lombo / @JuanLombo

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar