Un frente amplio de izquierda

Movimientos sociales y políticos de izquierda construyen una plataforma para defender el proceso de paz con las guerrillas y constituir un bloque que juegue electoralmente en 2015 y 2018.

Redacción Política
21 de junio de 2014 - 05:09 a. m.
Clara López, presidenta del Polo Democrático. Ex senadora Piedad Córdoba.
Clara López, presidenta del Polo Democrático. Ex senadora Piedad Córdoba.

Los diversos sectores sociales y políticos de izquierda que apoyaron al presidente Juan Manuel Santos en la segunda vuelta trabajan en la construcción del Frente Amplio por la Paz, una iniciativa para construir una plataforma política integrada por las distintas vertientes de la izquierda democrática que les permita actuar política y electoralmente unidas.

La primera reunión se realizó el martes pasado y en ella se definieron algunos aspectos programáticos para que la iniciativa se convierta en una “alternativa” de poder. El próximo miércoles continuarán trabajando para concretar las acciones que materializarán la alianza de las distintas fuerzas que participan en la discusión.

A la reunión de esta semana asistieron miembros de Fecode, Uso, Onic, Marcha Patriótica, Congreso de los Pueblos, Poder Ciudadano, Fuerza Común, Polo, Unión Patriótica, Poder y Unidad Popular y Movimiento Progresistas, además de un grupo de intelectuales y políticos independientes.

Entre las figuras que participan en la iniciativa se encuentran la exsenadora Piedad Córdoba, el expresidente de la Corte Constitucional Carlos Gaviria, los congresistas Alirio Uribe, Iván Cepeda y Ángela María Robledo, la presidenta del Polo, Clara López, el vocero de Progresistas, Guillermo Alfonso Jaramillo, y el escritor Alfredo Molano Bravo.

Durante el encuentro del pasado martes se consideró determinante para el triunfo de Santos el apoyo de la izquierda, que le brindó su respaldo por considerar que el uribismo y “sectores militaristas ” ponen en riesgo la búsqueda de una solución política al conflicto armado. De tal manera se decidió que, ante el peligro que aún representan estos sectores, es necesario que el Frente Amplio por la Paz se consolide y defienda el proceso de La Habana y el que se inicie con el Eln.

De igual manera se concretó que el Frente debe ser la articulación de las organizaciones y movimientos sociales y políticos de la izquierda y en él deben participar comunidades afros, indígenas, campesinas, trabajadores, mujeres, sindicalistas y la población LGBTI. “Es un frente basado en la diversidad, con múltiples militancias y dos objetivos claros: la concreción de una solución política al conflicto armado y la búsqueda de construir una plataforma política que se perfile como alternativa de poder en 2015 y 2018”, explicó la exsenadora Piedad Córdoba.

Los líderes reunidos en torno a este propósito tienen claro que, si la idea madura, debe perfilarse para ser un instrumento social y político que contribuya en la transición de la guerra a la paz. Sin embargo, al mismo tiempo son conscientes de que entre sus actuales promotores hay personalidades que garantizan que el Frente Amplio tenga participación en el Congreso con los parlamentarios que consiguieron una curul y hacen parte de la construcción de la iniciativa.

Tras la reunión del martes se establecieron las bases del programa que perseguirá el Frente Amplio por la Paz. Lo primero es el convencimiento de que el país requiere una solución política al conflicto armado. Lo segundo es la exigencia al Gobierno de que brinde garantías a la oposición política, lo que incluye trabajar en la construcción del estatuto de la oposición. Un tercer punto busca convertir esta plataforma en un garante del cumplimiento de los acuerdos entre el Gobierno y la sociedad civil organizada; el cuarto, impulsar las reformas que la paz necesita, y el quinto, abogar por el cese bilateral al fuego o la implementación de los acuerdos especiales de humanización del conflicto interno, tal y como lo establece el protocolo dos de Ginebra.

Pero más allá de estos objetivos a largo plazo, el Frente Amplio por la Paz tiene tareas urgentes que desarrollar. Lo primero es organizar una movilización nacional en favor de la paz, que se realizaría en agosto. Lo segundo, fomentar un congreso constituyente por la paz. Y lo tercero, organizar una campaña pedagógica para que la sociedad comprenda la importancia de la paz y los alcances del proceso de paz de La Habana.

En conclusión, el Frente Amplio por la Paz, que para muchos no era otra cosa que una campaña electoral para legitimar el voto de la izquierda por el presidente Santos, no parece ser un asunto coyuntural y sus promotores ya trabajan en la construcción de una plataforma amplia que permita que las distintas expresiones de izquierda converjan y actúen conjuntamente para consolidar una alternativa de poder real.

Por Redacción Política

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