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El Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos, Invima, aprobó a Profamilia la comercialización en Colombia de mifepristona, un tratamiento oral para la interrupción del embarazo que, en combinación con misoprostol, ofrece mayor eficacia y seguridad que las alternativas existentes.
La combinación de mifepristona y misoprostol, como fue autorizada, produce una tasa de aborto completo de 95 % –valor más alto que el conseguido con solo misoprostol–, y además reduce el sangrado en el posparto.
La combinación de las dos moléculas –que hacen parte de la lista de medicamentos esenciales de la Organización Mundial de la Salud– también es más conveniente ya que reduce el número de tomas en el tratamiento, y es menos invasiva y más privada que el procedimiento quirúrgico (legrado).
La interrupción voluntaria del embarazo (IVE) es un derecho fundamental de niñas y mujeres en Colombia, reconocido como tal por la Corte Constitucional mediante la Sentencia C-355 de 2006 en tres circunstancias: cuando la continuación del embarazo constituya peligro para la vida o la salud de la mujer; cuando exista grave malformación del feto que haga inviable su vida; o cuando el embarazo sea el resultado de una violación.