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Un bajo nivel de donantes de órganos humano indica que apenas ocho por cada millón de personas, en el país, participan en esta buena práctica.
Para hacer conciencia de esta sana práctica, el Instituto Nacional de Salud (INS) y el Instituto de Donación y Trasplantes de Barcelona (España), sellaron una alianza que busca aumentar la donación de órganos en Colombia, que en los últimos dos años descendió 15 por ciento.
El acuerdo pretende, a través de una asesoría, optimizar los procesos de las instituciones hospitalarias nacionales y la capacitación de su personal en este sentido y la Clínica del Occidente fue la primera seleccionada, por ser una de las principales generadoras de donantes en 2013, dice un informe de prensa.
"Estamos realizando visitas con especialistas españoles que comparten información, observaciones y recomendaciones para optimizar procesos. Adicionalmente se realizan actividades de capacitación a los profesionales sanitarios”, dice María Angélica Salinas, coordinadora del grupo Red de Donación y Trasplantes.
La idea es elevar las donaciones en Colombia un 20 por ciento en la próxima década, para lo cual hay dos frentes de trabajo. El primero es sensibilizar a la gente para que acepte y promueva la donación, informándola y derribando mitos. El segundo, aún más prioritario, es formar al personal de la salud.
Según José Luis Escalante, director del programa de Trasplantes del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, “parte de la responsabilidad está en la sociedad, pero la otra, está puertas adentro de los hospitales y clínicas y consiste en activar todos los medios para que se pueda desarrollar el proceso con agilidad, ya que los profesionales de la salud son quienes hablan con los ciudadanos”.
Juan Carlos Hernández, coordinador de urgencias de la Clínica del Occidente, sostiene que “el donante es un ciudadano que está internado en una institución de salud y es trascendental que tengamos los procesos delimitados, de forma que sean ágiles y ese potencial donante se transforme en uno real”.
“Debemos entender la donación como un concepto de reciprocidad. No podemos dejar que solamente otros hagan cosas que, también, podemos y debemos hacer. Todo el personal sanitario es sociedad y el médico, la enfermera, sus familiares y allegados”, concluye Escalante.