País de culpables

Melba Escobar
23 de febrero de 2017 - 02:00 a. m.
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Laura Moreno y Jessy Quintero están amenazadas de muerte. No sabría explicar por qué, aunque al parecer la masa que opina, condena y juzga en redes sí lo sabe. Se diría que han visto las pruebas forenses del caso Colmenares, han analizado el expediente y han cotejado las versiones hasta el punto de llegar a afirmar que “en este país no hay culpables e inocentes, solo ricos y pobres”, o que “al viejo (padre de la víctima) ya le figuró echarles plomo a esas asesinas”.

El mismo Luis Alonso Colmenares, padre del difunto, afirmó: “esto ha debido manejarse como haríamos en Villanueva, Guajira, a mano propia”.

No importa que lo primero que hayan hecho estas mujeres tras la desaparición de su amigo haya sido emprender la búsqueda, llamar a la Policía, a los bomberos y posteriormente contactar a sus padres para avisarles de su desaparición, tal como corroboran los registros. Y aunque esto no las convierte en inocentes, debería alcanzar para darles el beneficio de la duda. Pero no. La duda es impopular, el caso ya fue juzgado por los colombianos desde que los medios de comunicación lanzaron las primeras especulaciones de asesinato hace seis años. A esto contribuyó el sufrimiento de una madre y de un padre ávidos por encontrar un responsable para aliviar su dolor, y el morbo de los grandes medios al que las autoridades contribuyeron activamente.

En 2012, el fiscal Montealegre aseguró a RCN que la muerte de Luis Andrés Colmenares fue un homicidio y dijo contar con testigos y material probatorio, mientras los medios seguían relamiéndose con las tasas del rating cada vez que volvían sobre las imágenes de unas chicas disfrazadas de Minnie y de conejita en la noche de Halloween de fiesta con su amigo vestido de diablo. Tal como en una telenovela, ellas pasaron a ser perfiladas como “las niñas ricas” y él como “un guajiro de familia trabajadora”. El culebrón perfecto.

Los supuestos testigos del fiscal resultaron ser falsos. Alguien les pagó por decir que vieron cómo golpeaban a Luis Andrés Colmenares. En su momento el señalado de la golpiza fue Carlos Cárdenas, e incluso se le llegó a perfilar como un psicópata, hasta cuando fue exonerado y los medios tuvieron que enfocar la atención en otro blanco. Y qué mejor que la tesis de dos estudiantes ricas, poderosas y asesinas para hacer crecer la audiencia.

Pero aunque la decepción frente al desenlace de la trama sea grande, lo cierto es que no hay material probatorio contra las estudiantes. La Fiscalía no consiguió evidencia de que Luis Andrés Colmenares haya muerto a causa de una golpiza. Se sabe, en cambio, que murió por cuenta de una caída y al día de hoy se duda que los bomberos hayan hecho las labores de búsqueda con el rigor requerido y por las horas que dicen haberlo hecho, razón por la cual la juez pedirá investigarlos, pues su declaración de no haberlo encontrado tras varias horas también contribuyó a sospechar que no se trató de un accidente.

Sensata, responsable y valiente al no condenar con base en intuiciones, la juez 11 de Conocimiento, Paula Astrid Jiménez, bien debería llevarse un aplauso en un país donde todos somos culpables hasta que se demuestra lo contrario, e incluso después de eso.

@melbaes

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