Paz amenazada

Luis I. Sandoval M.
28 de enero de 2015 - 04:00 a. m.

La paz está amenazada de muchas maneras, una de ellas son precisamente las amenazas cada vez más frecuentes y agresivas que se hacen a los activistas y líderes de paz, en la ciudad y en el campo.

Este domingo 25 de enero llegó a un grupo de personas, todas vinculadas a acciones ciudadanas por la paz,  el siguiente mensaje: “De conformidad con los valores universales, los principios y las buenas costumbres, invitamos a familiares y seres queridos de los abajo relacionados a que disfruten de su compañía los últimos días antes de que limpiemos a la patria de esta calaña de gentes que hacen caso omiso a nuestras advertencias civilizadas, no solamente son alcahuetes de las FARC y el ELN, sino que ahora quieren que la sociedad entera les reciba con los brazos abiertos  como si fueran héroes, siendo que sólo sembraron sangre, terror, miseria y atraso, por lo tanto allá con todos los santos estarán en la gloria, pero aquí no los soportamos más... por el alma bendita de: (siguen 14 nombres). Enero de 2015. Colombianos y colombianas por la pacificación - Queremos un país en paz, sin impunidad ni criminales gozando sin tener vergüenza del daño que han causado durante 50 años”.

Mensajes similares han estado llegando hace meses y creo no equivocarme al estimar que ya son mucho más de dos centenares de personas amenazadas – en una sola amenaza había 92 nombres - buena parte de ellas de manera reiterada porque sus nombres se repiten en uno y otro de los panfletos amenazantes.

Al mismo tiempo se han producido centenares de asesinatos, muchas veces en cabeza de personas que no eran mencionadas en las amenazas, de líderes de restitución de tierras, de dirigentes de desplazados, de activistas en pro de la salida política del conflicto. Nada más la semana pasada ocurrió en el propio centro del país, en la capital de la República, Bogotá, la desaparición y asesinato de Carlos Alberto Pedraza Salcedo integrante del movimiento Congreso de los Pueblos.

“Hace una semana, informa la Silla Vacía, Carmen Palencia -la líder más reconocida de restitución de tierras en el país- volvió a recibir amenazas de las Águilas Negras, probando una vez más que la política bandera del presidente Juan Manuel Santos para las víctimas despojadas sigue pisando muchos callos. Lo que no se había contado es que uno de los líderes de su organización Tierra y Vida,  Luis Alfredo Vásquez que lidera el capítulo de Tierra y Vida en los Montes de María fue víctima de un atentado por esos mismos días en la Localidad de Bosa. En Montes de María este líder trabaja con 19 organizaciones de víctimas que llevan unos 2.500 casos ante la Unidad de Restitución”.

En comunicado con ocasión del asesinato de Pedraza, las FARC señalan desde La Habana que “varios líderes de organizaciones y movimientos políticos alternativos se encuentran en el exilio, en prisión o desaparecidos y acribillados, en el peor de los casos, tal como ocurre con más de 70 dirigentes del Movimiento Marcha Patriótica, sin que el gobierno nacional dé respuestas suficientes, sensatas y efectivas, para el esclarecimiento y castigo de los crímenes, como para que termine el hostigamiento contra el movimiento popular”.

El Presidente Santos y todo su gobierno tienen que abrir una seria reflexión sobre este fenómeno de las amenazas y asesinatos para encontrar formas eficaces de conjurarlo. Si no hay instituciones legítimas que ejercen el monopolio de la fuerza para garantizar los derechos de todos los ciudadanos y ciudadanas, hoy y mañana, es imposible que llegue la paz.

lucho_sando@yahoo.es / @luisisandoval  

 

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