Sin duda, Internet hace difícil ocultarnos o mantener secretos.
Sin embargo, existe la posibilidad de cifrar, de usar alternativas de comunicación que ocultan el contenido. Como cuando los niños dicen “chu” antes de toda palabra o usan jugo de limón como tinta invisible.
En el cifrado se usa un algoritmo que transforma el mensaje para que no sea comprensible en su estructura lingüística o de significado original sin contar con una clave. Aunque suene raro, resulta que todos lo usamos -incluso si "no tenemos nada que ocultar"- pues así funcionan las transacciones bancarias por Internet, por ejemplo.
Ahora bien, en Colombia el cifrado de comunicaciones celulares está bastante limitado. Por la ley de inteligencia, los operadores solo pueden ofrecerlo a ciertos funcionarios del gobierno y, como un superviviente de la guerra preInternet, desde 1997 -Ley 418, renovada cada 4 años, la última vez en 2014- los colombianos tenemos prohibido el envío de “mensajes cifrados en lenguaje ininteligible”. Entonces, ¿los juegos infantiles están prohibidos? lo cierto es que en Colombia se desincentiva que nos ayude el proveedor.
Eso tiene efectos en la privacidad de nuestras comunicaciones puesto que cualquiera que hable de ciberseguridad ciudadana dirá que uno de los primeros pasos de alfabetización digital es aprender cifrado. De hecho, fue lo que recomendó Frank La Rue, el anterior Relator de libertad de expresión de la ONU en su informe de 2011. Él agregó que se debe aprender para protegernos de “las posibles consecuencias de revelar información privada en Internet, así como contra las restricciones indebidas de los Estados o las empresas”.
¿Podemos usar apps como “Redphone” (Android) o “Signal” (iPhone)?, ¿cómo funcionan las bancarias?, o ¿de qué sirve el mensaje de autenticación al celular si el SMS en Colombia no va cifrado por el operador, como sí sucede en otros países? (como cuando Google o Facebook quiere comprobar que uno es uno).
Entonces, ¿cuál es el alcance de la ley?, ¿cómo la hacen exigible?, ¿tienen los operadores servicios especiales para gobierno?, ¿cuánto ganan con ese servicio exclusivo?, ¿acaso tiene sentido que un Estado que reconoce e impulsa la importancia del autocuidado en Internet por un lado, desincentive el cifrado de la señal para todos por el otro?