Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Desde el Profesor X, de universo Marvel, hasta la misma Violeta, hija mayor de los Increíbles, son muchos los casos de ciencia ficción que le han atribuido superpoderes a la mente.
Entre ellos, la telepatía y poder leer la mente parecen ser los que más han cautivado a los científicos, motivándolos a realizar experimentos para saber si existe la comunicación mental entre gemelos o crear máquinas que puedan controlarse sólo con un impulso cerebral.
Ahora, el turno es para la electrocorticografía (ECoG), una técnica que desarrollaron investigadores médicos estadounidenses y alemanes que permite registrar las ondas cerebrales y convertirlas en palabras.
El sistema, consiste en una interfaz donde una máquina es capaz de registrar los cambios de potencia de las señales eléctricas del cerebro y, mediante una técnica de inteligencia artificial, les asigna un fono: el segmento más básico o pequeño del sonido.
Así, a partir de las ondas eléctricas, la máquina diseñada es capaz de reconstruir casi el 50% de las palabras de una frase.
Sin embargo, la interfaz tiene un elemento en contra: los electrodos deben colocarse directamente sobre el cerebro. Ni sobre el cuero cabelludo, ni sobre el cráneo. Los elementos que leen las ondas cerebrales, permitiendo una señal más clara y sin interferencia, requieren casi una cirugía de cabeza abierta.
Según lo explica el diario español El País, los investigadores sólo pudieron realizar su experimento en siete personas con epilepsia, a quienes les iban a extirpar el foco epiléptico. Aprovechando que sus cerebros ya estaban expuestos, los científicos los pusieron a leer en voz alta fragmentos de discursos históricos, a la vez que grababan el audio y la actividad cerebral.
Después, se dejó que la interfaz máquina-cerebro encontrara las correspondencias entre ambas.
“Logramos descodificar una media de 7,5 palabras de cada 10, pero sólo cuando había 10 palabras que escoger. Si el sistema podía elegir entre 100, conseguimos tener cuatro de diez correctas,” afirma el coautor del estudio Christian Herff en el mismo diario.
Para los investigadores que publicaron sus avances en la revista especializada Frontiers in Neuroscience, éste es el primero paso que permitiría lograr la comunicación entre humanos y máquinas. Además, podría ser el camino para que las personas en coma o con capacidades de habla limitadas puedan comunicarse.