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Hacer fila en el chequeo de seguridad de un aeropuerto se ha vuelto una pesadilla para los viajeros de todo el mundo. Si bien los controles se volvieron más estrictos después del ataque a las Torres Gemelas en 2001, hoy en día pasar por la seguridad de un aeropuerto es toda una odisea: quitarse los zapatos y cinturones, separar los líquidos en bolsas de plástico diminutas, sacar el computador o los cargadores y ponerlos en una bandeja diferente son los pasos que, en cuestión de segundos, hay que lograr como sea para no llamar la atención de los policías y para agilizar las filas.
El director de la ONG británica Privacy International, Gus Hosein, asegura que las personas se han acostumbrado a ser tratadas como "ganado" en los aeropuertos. Sin embargo, las autoridades parecen estar conscientes de esta situación. La periodista de la BBC Katia Moskivitch encontró que con mejores escáneres y sistemas de biometría, la seguridad de los aeropuertos podría ser un poco menos molesta.
Lo importante según Eric Zanin, vicepresidente de Analogic (empresa líder en controles e imágenes de seguridad), es que los sistemas y tecnología deben siempre estar adaptándose a los cambios en las amenazas. Por eso, los escáneres de cuerpo completo se han popularizado en aeropuertos alrededor del mundo, pues han demostrado ser capaces de reducir el tiempo en las filas, uno de los puntos más molestos para los pasajeros de acuerdo a una encuesta realizada por la Asociación de Transporte Aéreo (IATA).
Aunque al comienzo estos aparatos reemplazaron los detectores de metales y redujeron el tiempo en las filas, los problemas aparecieron por las quejas sobre la privacidad de las imágenes que los escáneres estaban reproduciendo, especialmente después de una publicación en medios de comunicación de unas fotos en las que una mujer aparecía prácticamente desnuda. “Fue una revelación para muchos y pronto las autoridades tuvieron que detener esta tecnología”, indicó Moskivitch.
En muchos países estos aparatos fueron reemplazados por unos similares pero que, en lugar de producir una imagen real del cuerpo, identifica el lugar en donde se encuentran los objetos posiblemente peligrosos en una figura animada. Es un aparato diseñado para la privacidad y una detección inteligente del peligro, le explicó el director encargado de la seguridad del aeropuerto de Amsterdam, Ron Louwerse, a la periodista de la BBC.
“Las revisiones manuales han hecho que nazca un movimiento a favor del uso de esta tecnología para mejorar la seguridad”, explica Moskivitch. Pero todavía hay una demora en las filas mucho más grande al momento de separar los objetos del equipaje de mano en diferentes bandejas. Por eso, la apuesta para agilizar este proceso es la implementación de escáneres similares a los que usan los médicos para obtener imágenes médicas: resonancias magnéticas o Tacs (tomografía axial computarizada).
Con los chequeos de estos aparatos de la salud, el objetivo es identificar los objetos que puedan resultar peligrosos sin la necesidad de separar el equipaje en diferentes bandejas, ya sean computadores, líquidos prohibidos o cargadores. Además de la agilidad que se podría lograr con estos escáneres, el uso de tecnología biométrica en el control de los pasaportes también está empezando a ser utilizada alrededor del mundo. “Pero mientras que estos avances no se apliquen a gran escala, seguiremos empacando nuestras lociones en esas pequeñas bolsas de plástico por un tiempo más”, concluye Moskivitch.