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Que la vida útil de un ciclista es de cinco años. Que no es el fuera de serie que todos creíamos. Que su cuarto de hora es historia. La polución que ha tenido que escuchar el mejor ciclista de todos los tiempos de Colombia. De sus compatriotas, de la prensa, de su propio director de equipo. Y en medio de esa vorágine, Nairo Quintana se adjudicó la etapa 18 del Tour de Francia 2019, que contó con un trazado de 208 kilómetros entre las localidades de Embrun y Valloire. Nunca darlo por muerto.
El boyacense participó de la fuga del día. Aprovechó las bondades de ya no hacer parte de la baraja de favoritos y cuando faltaban 26 kilómetros para la llegada, atacó. Atacó sin mirar atrás, dejó botado en el camino a Romain Bardet y llegó en solitario, levantó los brazos y protagonizó una victoria que le permite reconciliarse, no con el exterior, porque no tiene que demostrarle nada a nadie, sino consigo mismo.
Eso sí, la táctica del Movistar fue un desastre. El equipo español se encargó de tirar con rigor del pelotón, cuando tenían a su flecha, a Nairo, en la fuga a más de nueve minutos. Los gregarios se secaron y le descontaron cuatro minutos a la fuga, a Nairo. No lo merecen: una diferencia que pudo fijar aún más cerca al colombiano en la clasificación general -¿tal vez en el podio?-, pues ya se acomodó en la séptima casilla a del líder. Sigue soñando.
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Esta es la tercera conquista de etapa de Nairo Quintana en el Tour de Francia. La primera fue ese recordado 20 de julio de 2013. Y la segunda, hoy hace un año, cuando se quedó con la etapa 17.
"Muy pocas veces he estado en una fuga, no es fácil. Fue difícil para mí, con Andrey Amador nos dijimos que nos correspondía a nosotros cerrar el corte entre los dos grupos de adelante. Lo hicimos, me sentía muy bien y al ver que los rivales sufrían dejé que entre ellos se atacaran y por fortuna cuando hice mi ataque salió bien", le respondió Quintana en la rueda de prensa a El Espectador.
Y quien también se fue al hotel con una sonrisa fue Egan Bernal. El favorito de los favoritos. Ahora es segundo en la clasificación general y se ganó el aval para hacer su propia carrera. El sueño amarillo nunca había estado tan cerca como ahora. "Mierda, estoy peleando el Tour de Francia", dijo al término de la etapa.
Se movió la clasificación general. Y Egan se acaba de convertir en el máximo favorito a estar el próximo domingo en la cima del podio en los Campos Elíseos. Un rótulo que su madurez, pese a sus 22 años, no le va a obnubilar el camino. Alaphilippe es líder, con 1:30 de ventaja sobre Egan y 1:35 sobre Thomas.
Las paradojas de la vida, luego de tanta bulla en el ambiente, Nairo volvió a ser el mejor hombre acomodado del Movistar en la séptima casilla a 3:54. Sigue siendo el mismo.
