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Esta pickup de la marca japonesa sube de categoría para brindar a sus clientes mucho más poder en sus labores de trabajo.
Hecha para el trabajo duro, la Toyota Hilux diésel mantiene su cilindrada, pero las mejoras internas a su motor le permiten no sólo clasificar ahora dentro de la norma de emisiones Euro 4, sino que además entregan más caballos y más torque.
De 100 caballos pasa a 142 HP, es decir, 42% más que la Hilux tradicional. En cuanto a fuerza, aumenta 32% porque de los 260 Nm de torque sube a 343 Nm, y todo en un muy bajo rango de revoluciones que va de 1.600 a 2.800 rpm.
Lo anterior significa que toda la capacidad de la máquina está disponible casi desde el arranque del vehículo para superar los obstáculos más extremos. Y como si fuera poco, el nivel de emisiones se redujo ampliamente, ratificando el compromiso de Toyota con el medio ambiente.
La Hilux diésel 2.5 cuenta además en su corazón mecánico con turbo de geometría variable más intercooler y sistema Common Rail de inyección directa, todo acoplado a un sistema de aceleración electrónico y una transmisión manual de cinco marchas.
Con esta herramienta de trabajo, con capacidad de carga de 905 kilos, la marca busca mantener su liderazgo en el mercado de pickups, al tiempo que mantiene su servicio posventa a sus clientes.