Nariño, entre volcanes y café

El sur de Colombia no solo encanta por la belleza de sus paisajes y sus reconocidas celebraciones. Desde hace tres años, productos como el café y actividades de naturaleza como el aviturismo están llamando la atención de nacionales y extranjeros.

Redacción especiales
03 de marzo de 2017 - 04:59 p. m.
El volcán Cumbal, el más alto del sur de Colombia, está ubicado en Nariño. /Cortesía
El volcán Cumbal, el más alto del sur de Colombia, está ubicado en Nariño. /Cortesía
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Las razones para ir a Nariño son tan variadas como sus paisajes. Visitar el sur del país es emprender un viaje por una cultura mágica y sorprendente, recorrer senderos llenos de historia y deleitarse con una gastronomía única. Aunque es uno de los destinos nacionales más apetecidos por los amantes de la naturaleza, que encuentran en la laguna de la Cocha, los volcanes Azufral y Cumbal y las Termales de Tajumbina un paraíso de biodiversidad, en los últimos años productos como el café están llamando la atención de turistas del mundo.

Así lo cuenta Joanna Jiménez, directora de turismo del departamento, quien explica que “por años hemos sido reconocidos como la síntesis de Colombia, porque somos Andes, Pacífico y Amazonas. Nos relacionan con el Santuario de las Lajas y el Carnaval de Blancos y Negros, por eso ahora estamos trabajando en hacer recorridos en torno a uno de nuestros productos más apetecidos: el café”.

Una apuesta que ha cobrado fuerza desde hace tres años, cuando comenzó a mejorar la seguridad en el departamento. “Nuestro café es demandado por multinacionales como Starbucks y Nestlé. A raíz de esto, muchas personas de diferentes lugares están viniendo, principalmente al norte de Nariño, a conocer los procesos y de esta manera aprovechamos para convertir el turismo en una actividad alternativa para el desarrollo de las comunidades”, agrega.

Pero no es lo único con lo que se encuentran los turistas extranjeros y colombianos, que vienen principalmente de Cali, Medellín, Bogotá, Huila y  Barranquilla. También se  deleitan con actividades de aviturismo que se llevan a cabo en el Piedemonte Costero, en el que hay dos reservas naturales perfectas para observar especies endémicas.

Adicionalmente, el departamento goza de una extraordinaria riqueza gastronómica que incluye platos como el ceviche, la piangua, el encocado, cuy y la trucha arcoíris, entre otros. En cuanto a las bebidas se destacan los hervidos (jugo caliente que se prepara con licor y puede ser de maracuyá, lulo o fresa, entre otras frutas), perfectos para combatir el frío.

De esta manera, Nariño está trabajando para estar en el radar de nacionales y extranjeros que buscan aventura, descanso y diversión. “No somos un destino que ofrece turismo cinco estrellas, sino nuevas experiencias”, detalla Jiménez. Mientras reconoce que aunque una de las dificultades es la conectividad, pues los tiquetes aéreos son muy costosos y por carretera es un lugar distante, se benefician de la ubicación estratégica en las inmediaciones de la frontera con Ecuador. 

Por Redacción especiales

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