Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
La determinación del momento exacto en el cual comenzaron a ser utilizados los productos de la colmena con alguna finalidad terapéutica no es simple. Se reconoce que la relación de los seres humanos con las abejas y su cultivo se remonta incluso a antes del desarrollo de la escritura.
En el antiguo Egipto se encuentran las primeras descripciones del uso de productos de la colmena, particularmente la miel, en el tratamiento de enfermedades. En el papiro de Ebers, uno de los tratados médicos más antiguos conocidos, la miel de abejas se describía en el tratamiento de heridas y como base para la preparación de ungüentos y bebidas curativas, con otros ingredientes como la cerveza y el ricino.
Las evidencias históricas describen el uso de la miel para el manejo de enfermedades respiratorias con tos y enfermedades oftalmológicas, caso en el cual se utilizaba su mezcla con la cera.
El uso de la miel de abejas actualmente se inscribe dentro de la terapéutica denominada apiterapia, un sistema que se basa en el uso de los productos de la colmena como miel, propóleo, jalea real, cera, pan de abejas, veneno y polen en la prevención y el tratamiento de varias enfermedades.
Habitualmente, la apiterapia se utiliza en el contexto del sistema biomédico, la medicina tradicional china, la medicina ayurveda, la medicina indígena y la terapia neural. Ocasionalmente se encuentra también su práctica desde la osteopatía. Es importante reconocer que para cada sistema médico existe un entendimiento diferente de los diagnósticos y mecanismos de la enfermedad, así como de la terapéutica.
La composición de la miel es compleja, aunque en su mayoría se encuentran carbohidratos, fructosa y glucosa, principalmente, y agua. También es posible identificar aminoácidos, péptidos, vitaminas, minerales y agentes polifenólicos.
La miel es un gran aliado para mantener una buena salud. Sus mecanismos apenas comienzan a ser entendidos y estudiados. Acá les hablamos de sus usos y bondades medicinales.
Antibacterial
Se produce un efecto osmótico sobre los agentes infecciosos que conduce a su destrucción, crea un ambiente hostil para su crecimiento y estimula el funcionamiento del sistema inmunológico para combatir la infección. Además, en casos de heridas abiertas, la miel favorece la recuperación tisular.
Antidiabético
Aunque parece paradójico, por el sabor dulce de la miel, se ha demostrado el efecto favorable de la miel en casos de diabetes. En este tipo de casos favorece la sensibilidad periférica a la insulina y su secreción. Ensayos clínicos han permitido identificar la ausencia de efectos significativos del consumo de miel en la glucemia.
Antioxidante
Los compuestos polifenólicos de la miel de abejas son útiles para reducir el estrés oxidativo en distintos tejidos del cuerpo.
Cosmética dermatológica
Existen efectos favorables para el cuidado de la piel. Es posible que el efecto antioxidante de los componentes de la miel medie varios de estos resultados. También se han identificado efectos directos sobre el funcionamiento de los queratinocitos.
Regulación metabólica
La miel de abejas reduce los niveles de colesterol total, triglicéridos y colesterol LDL y conduce a un incremento de los niveles de colesterol HDL.
Condiciones del sistema digestivo
Se han descrito efectos hepatoprotectores (reducción de la oxidación), control del crecimiento de la bacteria Helicobacter, regulación de la microbiota intestinal, mejor motilidad intestinal y reducción de la irritación en casos de hemorroides.
Efectos sobre el sistema nervioso
Se ha reportado la modulación del estado de ánimo como consecuencia del consumo de miel con un particular efecto antidepresivo. En modelos animales se ha descrito un efecto de la miel que favorece los procesos de la memoria.
Antineoplásico
Se ha descrito su potencial para la reducción del riesgo de desarrollar las mutaciones que conducen al cáncer. Además, la miel reduce la presentación de eventos adversos posteriores a los tratamientos de quimioterapia y radioterapia.
Propiedades
De acuerdo con la fuente de alimento, la miel puede ser clasificada como monofloral (al menos el 60 % del néctar deriva de una única especie floral), multifloral o miel de mielada (el néctar deriva de secreciones dulces que dejan otros insectos y que han extraído de los tallos de los árboles).
Mito
Cuando la miel se calienta se vuelve tóxica. Aunque puede perder algunos de sus valores nutricionales, no es dañina para el cuerpo. Tampoco es cierto que después de abrirla se deba refrigerar. Mantenerla bien tapada y sin exponerla de manera directa al sol son cuidados suficientes.
* Presidente de la Sociedad Colombiana de Apiterapia.