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Cuando el planeta experimenta un calentamiento global, en Medellín, la temperatura en algunas de las zonas con más calor está bajando. La medición más reciente registra una disminución de cuatro grados centígrados en los lugares donde se construyeron los nuevos Corredores Verdes. Su impacto llega directo a las zonas de mayor afluencia ciudadana y tránsito vehicular. La siembra de árboles y plantas ubicados de manera transversal por las principales arterias viales de la ciudad son la clave para contrarrestar el calentamiento del planeta y para darles sombra a los ciudadanos.
Aire: La forma geológica de Medellín es la de una batea, un valle entre montañas y esto ha hecho que se tomen medidas para reducir la concentración de partículas contaminantes en el aire. Una de ellas es la adquisición de una robusta flota de buses eléctricos conformada por 64 vehículos que por estos días están llegando a la ciudad. Ellos entrarán en la operación en el Sistema Metroplus, lo que representa un significativo aporte a la calidad del aire. Se estima que estos buses evitarán la emisión anual de 89,5 kilogramos de PM2,5 y 3.723 toneladas de CO2.
Además, Medellín es la primera ciudad del país en contar con taxis eléctricos. Próximamente los primeros 200 entrarán en funcionamiento. Se estima que en 12 años cada taxi dejará de producir 2,3 kilogramos de PM 2,5 y 118 toneladas de dióxido de carbono. El gremio del transporte público va en la misma vía, pues 1.436 buses ya usan tecnologías limpias.
La Administración Municipal está al frente de la renovación de la flota vehicular por fuentes no contaminantes. El cuerpo de agentes de tránsito cuenta con 7 vehículos eléctricos usando tecnologías con cero emisiones. De igual manera, la Alcaldía de Medellín implementa controles a los propietarios para fortalecer el cuidado del medio ambiente. Desde el 2016, junto al Área Metropolitana han sido inspeccionado 84.306 vehículos, de los cuales el 38 % no superaron los controles y fueron sancionados.
Pacto por la calidad del aire: cerca de 150 entidades públicas, privadas y académicas, se han vinculado a la iniciativa para ejecutar acciones que contribuyan a disminuir la emisión de material particulado PM 2.5. Ellas han fomentado la siembra de árboles y se han comprometido con implementar una movilidad sostenible en sus entornos. A este programa se vincula la renovación de la flota de buses con vehículos eléctricos, la instalación de biciparqueaderos, la promoción de ecoconducción, el teletrabajo y los horarios flexibles, entre otras estrategias para disminuir el impacto de sus operaciones.
El logro más importante en este propósito ha sido el mejoramiento de la calidad del combustible de la región, no solo del diésel sino de la gasolina, gracias a la solicitud hecha por la administración municipal a Ecopetrol.
Mejoramiento de combustibles: Mientras se trabaja en la renovación del parque automotor, Medellín trabaja por reducir las emisiones en los vehículos que usan combustibles fósiles. Por eso, la ciudad recibirá una gasolina más limpia a partir de noviembre de 2019. Tiene un 10% de etanol y menos de 100 partes por millón (ppm) de azufre, cuando la regulación vigente se sitúa en 300ppm. Gracias al compromiso asumido por Ecopetrol en el Pacto por la Calidad del Aire, la ciudad ha recibido este año un diésel promedio de 13ppm.
Agua: Las quebradas de Medellín son protagonistas en la mitigación del impacto del cambio climático en la ciudad. Entre enero de 2016 y junio 30 de 2019, la Alcaldía de Medellín, intervino 18 mil metros lineales de quebradas. Además, ha hecho una limpieza exhaustiva, extrayendo cerca de mil metros cúbicos de residuos y removiendo 19 mil metros cúbicos de sedimento. Estas medidas contribuyen a recuperar y mantener sus condiciones óptimas.
La ciudad ejecuta el proyecto de Intervenciones y Mantenimiento de Cauces de Quebradas, para prevenir posibles colapsos y represamientos. Así se mejoran las condiciones de las zonas de retiros de las quebradas y se interviene el paisajismo de los barrios y sus quebradas.
Corredores verdes
El Urbanismo Ambiental que Medellín ha escogido como principio orientador para la intervención, la ampliación y el mejoramiento de su espacio público, ha tejido una ciudad con criterios ambientales, a través de la arquitectura del paisaje. Para esto, utilizan la vegetación y la naturaleza que se encuentra en su geografía para generar bienestar y mejorar la calidad de vida en la ciudad.
A partir de topografías conformadas por las cuencas de las quebradas, las montañas y el río que cruza su valle, llevan estas estructuras naturales hasta los espacios públicos. Con este propósito se crearon 30 corredores verdes, 12 en quebradas y 18 en las vías más transitadas, con una inversión de $ 45.000 millones.
Reemplazar 11.200 metros cuadrados de pisos duros por superficies naturales y aumentar los espacios de encuentro en los urbanismos ya consolidados donde el vehículo primaba sobre el peatón, permite consolidar nuevos parques, plazas, andenes y calles peatonales que reducen emisiones y mejoran la calidad del ambiente.
Medellín, con una arquitectura urbana que privilegia la naturaleza y la utiliza para conformar y cualificar el espacio público, ha sustituido pisos duros por 720.000 metros cuadrados de jardines, ha sembrado 20.000 arbustos y árboles y ha concebido la ciudad como un ecosistema urbano.
El Urbanismo Ambiental se orienta fundamentalmente al mejoramiento de la calidad de vida de las personas, en armonía con el contexto natural que nos rodea. Uno de los logros más destacados se evidencia en la Avenida Oriental, donde se reemplazaron 2,3 km de cemento por jardines, que producen cerca de 12.600 kg de oxigeno por año y absorben 160 mil kg de CO2 por año, brindando así un mejor aire para la ciudad.
Medellín es un parque en medio de montañas donde la naturaleza y su espacio público sostenible y ambiental, permite en cada espacio, el encuentro con el otro. Este programa recibió el pasado 26 de junio el premio internacional Ashden en desarrollo sostenible, en la categoría ‘Cooling by Nature. El 3 de julio se recibió de manera oficial en Londres.
Por eso, conscientes de las problemáticas ambientales que hoy afronta el mundo como el calentamiento global, la disminución en el caudal de las quebradas y de los ríos, y la emisión de carbonos y partículas contaminantes en la ciudad contemporánea, la convicción en Medellín se orienta a construir y sembrar una ciudad saludable, que a través de la naturaleza reduzca las temperaturas de la superficies y del aire en el ambiente, que pueda hacer conexiones para que la fauna y la flora estén de regreso y cualificar el espacio que habitamos, llenándolo de vida.
Por eso Medellín, desde el Urbanismo Ambiental, le apuesta a la Movilidad Sostenible, a la conformación de la arquitectura y del urbanismo con elementos vivos que crecen, se transforman, protegen con su sombra y mejoran la calidad del aire.
El Urbanismo Ambiental es el espacio público y democrático que crece, respira y florece. Un espacio para los sueños y para el encuentro en una ciudad saludable e innovadora.