Colombia pasó el examen con una ‘Buena nota’
Juan David Aristizábal y Juan Manuel Restrepo, dos jóvenes colombianos, son los fundadores del proyecto de emprendimiento social ‘Buena Nota’, que ganó en la categoría ‘Piensa en grande’ de Los “MTV Millennial Awards”.
Isabel Junca
Dos jóvenes menores de 30 años son los que están liderando el emprendimiento social en Colombia. Un panorama alentador para las nuevas generaciones que tienen ideas innovadoras enfocadas a fortalecer iniciativas de carácter social en el país.
Así nace Buena Nota. Bajo ese concepto de visibilizar la creatividad joven, al servicio de la sociedad que más necesita apoyo en el país. Es el caso de las comunidades del departamento de Risaralda, donde identificaron un problema específico:
“las escuelas rurales de este sector tienen libros, pero no están actualizados”, dice Juan David Aristizábal.
Surgió entonces la idea de crear un proyecto que supliera esa necesidad: dotar las escuelas de libros actualizados para que los niños accedan a una mejor formación. ¿Pero cómo hacerlo de manera rápida y eficaz? Consiguieron entonces un aliado en España, Telepizza, que podía hacer posible esa tarea. Por cada pizza que la gente pedía, se le preguntaba si tenía un libro actualizado para apoyar la educación de niños colombianos de escuelas rurales. 45 días después, tenían 25.000 libros.
Pero el proceso no queda allí, ¿cómo traer los libros desde España? Una vez los libros en las comunidades, ¿cómo hacer un proceso de acompañamiento y capacitación de los docentes para el uso de ellos? De eso se trata el emprendimiento social y es la premisa que sostienen en ‘Buena nota’: “toda la gente tiene algún talento”, si cada persona dedicara una hora de su tiempo cada día para poner al servicio de la comunidad ese talento, se construye emprendimiento social.
Ya existen, en el sector empresarial, varias entidades que le están apostando a cubrir las necesidades de la población que no tiene acceso a productos y servicios que mejore su calidad de vida. Es el caso de Alpina, que abrió hace un par de meses una línea de negocio social, que busca ofrecer productos a quienes están en la base de la pirámide poblacional y suplir, en este caso, necesidades nutricionales. Se inventaron la fórmula de un alimento a base de arroz, panela y vitaminas, Panelac.
Ya son más de 60 emprendedores apoyados, 5 mil jóvenes capacitados, 50 mil horas de voluntariado calificado y 10 mil beneficiarios que ha logrado promover Buena Nota. Por eso, no es gratis que la revista Forbes haya catalogado a Juan David Aristizábal como uno de los 30 líderes menores de 30 años que están cambiando el mundo con emprendimientos sociales por su trabajo.
Dos jóvenes menores de 30 años son los que están liderando el emprendimiento social en Colombia. Un panorama alentador para las nuevas generaciones que tienen ideas innovadoras enfocadas a fortalecer iniciativas de carácter social en el país.
Así nace Buena Nota. Bajo ese concepto de visibilizar la creatividad joven, al servicio de la sociedad que más necesita apoyo en el país. Es el caso de las comunidades del departamento de Risaralda, donde identificaron un problema específico:
“las escuelas rurales de este sector tienen libros, pero no están actualizados”, dice Juan David Aristizábal.
Surgió entonces la idea de crear un proyecto que supliera esa necesidad: dotar las escuelas de libros actualizados para que los niños accedan a una mejor formación. ¿Pero cómo hacerlo de manera rápida y eficaz? Consiguieron entonces un aliado en España, Telepizza, que podía hacer posible esa tarea. Por cada pizza que la gente pedía, se le preguntaba si tenía un libro actualizado para apoyar la educación de niños colombianos de escuelas rurales. 45 días después, tenían 25.000 libros.
Pero el proceso no queda allí, ¿cómo traer los libros desde España? Una vez los libros en las comunidades, ¿cómo hacer un proceso de acompañamiento y capacitación de los docentes para el uso de ellos? De eso se trata el emprendimiento social y es la premisa que sostienen en ‘Buena nota’: “toda la gente tiene algún talento”, si cada persona dedicara una hora de su tiempo cada día para poner al servicio de la comunidad ese talento, se construye emprendimiento social.
Ya existen, en el sector empresarial, varias entidades que le están apostando a cubrir las necesidades de la población que no tiene acceso a productos y servicios que mejore su calidad de vida. Es el caso de Alpina, que abrió hace un par de meses una línea de negocio social, que busca ofrecer productos a quienes están en la base de la pirámide poblacional y suplir, en este caso, necesidades nutricionales. Se inventaron la fórmula de un alimento a base de arroz, panela y vitaminas, Panelac.
Ya son más de 60 emprendedores apoyados, 5 mil jóvenes capacitados, 50 mil horas de voluntariado calificado y 10 mil beneficiarios que ha logrado promover Buena Nota. Por eso, no es gratis que la revista Forbes haya catalogado a Juan David Aristizábal como uno de los 30 líderes menores de 30 años que están cambiando el mundo con emprendimientos sociales por su trabajo.