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El panorama actual de Colombia, frente al tema de estupefacientes, sigue siendo preocupante, solo en 2018 hubo una disminución del 1,2 % de cultivos de uso ilícito, frente a cifras de 2017. Pero no solo en la cantidad de hectáreas de coca existentes se ve reflejado este flagelo que ha azotado a Colombia por más de cuarenta años, pues la manufactura, comercialización, tráfico y consumo de drogas también han sido protagonistas en este último año, convirtiéndose en una realidad que no deja de preocupar a las instituciones gubernamentales, ONG y hasta la misma academia.
Según cifras de Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos, (SIMCI), en lo que va del 2019 se han registrado 169.000 hectáreas de cultivos de coca, así mismo, la Policía Nacional confirmó que la marihuana continúa siendo la droga ilícita de mayor consumo en el país, frente a drogas como la cocaína y heroína, que han perdido protagonismo en ámbitos modernos de consumo, aspecto que les ha dado paso a sustancias psicoactivas de origen sintético y medicamentos. “Hasta el 2019 se han detectado 33 nuevos tipos de estas sustancias, la última fue encontrada este año bajo el nombre de 25C-NBOH”.
“Desde la Dirección de Antinarcóticos, la Policía Nacional viene afrontando los cultivos ilícitos, integrando estrategias amplias en materia de prevención, interdicción, focos de intervención antinarcóticos y erradicación de cultivos ilícitos, mediante diversas metodologías con el propósito de contener la extensión de este fenómeno”, explica la institución.
Según Angélica María Claro, directora de incidencia de Red Papaz, para atender este problema “es necesario tener un enfoque de derechos humanos y salud pública que modifique el entorno y no centre la responsabilidad en el individuo, a la vez que no estigmatice a los consumidores y les permita tener acceso a los servicios de salud que apliquen en cada caso”. La experta afirma que es necesario adoptar políticas costo-efectivas más contundentes con respecto a las drogas que más se consumen, como son el alcohol y el tabaco. “Esto es fundamental no solo porque son las más consumidas, sino porque se relacionan con el consumo de otras sustancias psicoactivas”.
Planteada la disposición para enfrentar el problema de las drogas desde el Gobierno y la Policía Nacional, se ha establecido una política fundamentada en cuatro pilares estratégicos, los cuales hacen parte de la Política Ruta Futuro: reducir el consumo de sustancias psicoactivas y su impacto, reducir la disponibilidad de drogas para los mercados internos y externos, desarticular y afectar las estructuras criminales y afectar las economías y rentas criminales. Además, desde el Gobierno se está luchando por la aprobación de leyes que buscan la eliminación de estas sustancias. Un ejemplo de ello fue ley que regula el consumo de droga en Colombia y lo prohíbe en parques y cerca de colegios, que fue avalada por el Senado colombiano en agosto del presente año.
Ante este panorama, hacemos un recorrido por la situación actual del país en términos de cultivos de uso ilícito, nuevas sustancias sintéticas, población donde más consumo se presenta en Colombia y otras cifras que nos impulsan a reaccionar desde las instituciones y crear consciencia social.
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