Cuando se trata de ideas para remedios caseros que ayuden a solucionar un problema, internet es algo así como una autopista de muchos carriles, en hora pico, con carros a altas velocidades y varios de ellos moviéndose en contravía: confusión y mucha información.
Y ocurre lo mismo si la búsqueda está enfocada en soluciones para atacar males de las plantas o para resolver inquietudes sobre plagas, abonos y limpieza. En el caso de este último aspecto, quienes están entrando al mundo de la jardinería se pueden encontrar fácilmente con cientos de sugerencias y consejos que proponen sustancias de todo tipo que, en algunos casos, pueden incluso hacerle daño a las plantas.
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¿Y para qué limpiar las plantas? Sencillo: el polvo y las impurezas del ambiente que acumulan las hojas bloquean los estomas (que son los que permiten que respire) y no solo entorpecen el proceso de fotosíntesis, sino que evitan que pueda producir sus propios nutrientes. Con eso en mente, en La Huerta le damos algunas ideas para que pueda mantener las hojas de sus plantas saludables.
De entrada hay que decir que no es necesario hacer limpieza diaria. La frecuencia dependerá de qué tanto polvo recojan: si se trata de plantas de hojas grandes que se encuentran cerca a ventanales, es posible que puedan tener más impurezas que aquellas que están en lugares más apartados. Para salir de la duda haga el ejercicio de pasar el dedo sobre las hojas de su planta para sentir la cantidad de polvo que tienen, si queda marcado su dedo es señal de que la planta requiere limpieza.
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La forma más simple de limpiar las hojas es usando solamente agua. Si el polvo no está muy adherido solo necesitará ponerla bajo el chorro de agua (sin presión y atemperada) para dejar que el líquido haga el trabajo removiéndolo. Si hay impurezas muy arraigadas, puede ayudase de un paño húmedo -en el caso de plantas grandes- o de una brocha o pincel -para el caso de las más pequeñas.
Y acá hay que tener en cuenta algo clave: no todas las plantas reciben bien el agua en las hojas, como las suculentas, por eso es importante entender que la fórmula no aplica para todas las variedades. Para estos casos la limpieza debe hacerse en seco.
Los expertos recomiendan, además no exponer las plantas al sol después de la limpieza, pues los rayos proyectándose en las gotas de las hojas pueden generar quemaduras en las mismas. En el caso de plantas espinosas o rizadas, la herramienta ideal será un cepillo de dientes.
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Si lo que busca es brillo, además de limpieza, la recomendación es acudir siempre a productos naturales antes de llenar su planta de químicos. El interior de la cáscara de banano, por ejemplo, contiene sustancias que resultan muy beneficiosas para lograr un brillo contundente, sobre todo en plantas de hojas grandes.
El aceite de oliva es otro aliado en la búsqueda de hojas que resalten. Puede mojar un paño (la microfibra funciona perfecto por su suavidad) con un poco del líquido y luego pasarlo por la planta. La misma operación funciona con vinagre blanco (que se puede diluir en un poco de agua) y leche, que resulta ser además un buen fungicida. En los tres casos se puede dejar la planta secando al aire libre, pero es importante que no quede bajo el rayo directo del sol.
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