Craig Venter quiere descifrar la vejez
Sólo él sabe cómo sacar de casillas a sus colegas genetistas.
Redacción Vivir
Primero se metió, sin que nadie lo invitara, en la carrera por secuenciar el genoma humano y al final se quedó con la mitad de los créditos. Luego anunció que crearía la primera célula artificial, proyecto que le ha traído un poco más de dificultades. La última, en la larga lista de provocaciones que ha lanzado desde que regresó de Vietnam y se graduó como bioquímico en 1972, es que quiere descifrar el envejecimiento humano.
Esta semana Venter anunció la creación de una compañía, que bautizó Human Longevity Inc., cuyo objetivo es secuenciar 40.000 genomas al año. Dice tener ya US$70 millones en el bolsillo para poner en marcha las máquinas secuenciadoras y buscar las pistas celulares y moleculares que permitan entender mucho mejor las causas del envejecimiento. Esta vez cuenta con un socio importante, la Universidad de California en San Diego, y otras organizaciones científicas.
En una entrevista con National Geographic, Venter aseguró que la idea es “construir la mayor operación de secuenciación humana del mundo para compilar la base de datos más completa de genotipo humano, microbioma y fenotipo disponible”. Pero el genio rebelde nunca ha ocultado su interés por el dinero y sabe que el gasto en salud en personas mayores de 65 años ronda los US$7.000 millones, sólo en Estados Unidos.
Un manjar económico que ya había llamado la atención del fundador de Google, Larry Page, quien en septiembre de 2013 anunció a través de su blog la creación de Calico, “una compañía que se enfocará en la salud y el bienestar, particularmente en el reto del envejecimiento y las enfermedades asociadas”.
Dentro de los planes de Venter está secuenciar genomas de personas sanas y con diversas enfermedades, además de niños, adultos e individuos longevos. Anunció que prestará especial atención al estudio del microbioma, las bacterias que viven en nuestro intestino, y también a lo que los científicos llaman el metaboloma, intermediarios metabólicos, hormonas y otras moléculas de señalización, y metabolitos secundarios que hacen parte de las reacciones químicas de nuestro cuerpo.
“Human Longevity es una compañía comercial y la única manera de hacer este enorme esfuerzo económico es obtener algún tipo de valor comercial de esta información”, reconoció Venter ante los periodistas.
Primero se metió, sin que nadie lo invitara, en la carrera por secuenciar el genoma humano y al final se quedó con la mitad de los créditos. Luego anunció que crearía la primera célula artificial, proyecto que le ha traído un poco más de dificultades. La última, en la larga lista de provocaciones que ha lanzado desde que regresó de Vietnam y se graduó como bioquímico en 1972, es que quiere descifrar el envejecimiento humano.
Esta semana Venter anunció la creación de una compañía, que bautizó Human Longevity Inc., cuyo objetivo es secuenciar 40.000 genomas al año. Dice tener ya US$70 millones en el bolsillo para poner en marcha las máquinas secuenciadoras y buscar las pistas celulares y moleculares que permitan entender mucho mejor las causas del envejecimiento. Esta vez cuenta con un socio importante, la Universidad de California en San Diego, y otras organizaciones científicas.
En una entrevista con National Geographic, Venter aseguró que la idea es “construir la mayor operación de secuenciación humana del mundo para compilar la base de datos más completa de genotipo humano, microbioma y fenotipo disponible”. Pero el genio rebelde nunca ha ocultado su interés por el dinero y sabe que el gasto en salud en personas mayores de 65 años ronda los US$7.000 millones, sólo en Estados Unidos.
Un manjar económico que ya había llamado la atención del fundador de Google, Larry Page, quien en septiembre de 2013 anunció a través de su blog la creación de Calico, “una compañía que se enfocará en la salud y el bienestar, particularmente en el reto del envejecimiento y las enfermedades asociadas”.
Dentro de los planes de Venter está secuenciar genomas de personas sanas y con diversas enfermedades, además de niños, adultos e individuos longevos. Anunció que prestará especial atención al estudio del microbioma, las bacterias que viven en nuestro intestino, y también a lo que los científicos llaman el metaboloma, intermediarios metabólicos, hormonas y otras moléculas de señalización, y metabolitos secundarios que hacen parte de las reacciones químicas de nuestro cuerpo.
“Human Longevity es una compañía comercial y la única manera de hacer este enorme esfuerzo económico es obtener algún tipo de valor comercial de esta información”, reconoció Venter ante los periodistas.