Cuando muere un hombre público que marca la historia con su obra, suele decirse que con él desaparece una época .Cuando muere la esposa de ese mismo hombre público talvez se la recuerde pero por la obra que éste deja, nunca por la suya. El martes, día de Santa Cecilia, falleció en un hospital de París Danielle Gouze, viuda del presidente francés François Mitterrand.
Sin embargo al desaparecer esta mujer que fue Primera Dama de Francia durante 14 años, es una vida pública que también se apaga, una vida que supo brillar con luz propia, pese a haber compartido su existencia con un hombre de poder indiscutible, con una personalidad fuera de lo común, uno de los presidentes más importantes de la Quinta República Francesa (desde 1958).
La existencia de Madame Mitterrand como simplemente se la llamaba, estuvo marcada por un incesante combate para hacer valer los derechos elementales de los hombres en regiones del mundo particularmente sensibles. La vida de Danielle Mitterrand no fué una secuencia de obras de beneficencia de esposa de presidente. Con ella desaparece una mujer francesa que supo encarnar una época, una mujer que asumió una militancia basada en la solidaridad.
Danielle Mitterrand lideró combates para algunos controvertidos, luchó contra el Apartheid en Sudáfrica, apoyó a los sin tierra en Brasil, a los Zapatistas del Subcomandante Marcos en México. Nadie olvida su apoyo y asistencia jurídica y material material a los « Sin Papeles », los africanos que protestaron masivamente en París en 1995 para que se les reconociera el derecho de salir de la clandestinidad. Danielle Mitterrand hizo suya la causa de los Kurdos en Turquía, apoyó el derecho a la independia deTibet, reconoció la legitimidad del Frente Polisario en Marruecos.
Los combates de los otros fueron para Danielle Mitterrand sus propios combates. « France Libertés », la Fundacion de defensa de los derechos humanos que ella creó en 1986 se convirtió en un organismo de dimension internacional , con una gran capacidad de movilización de dineros y de recursos humanos.
Fué el Alcalde de Paris Bertrand Delanoe, al conocer la noticia de su fallecimiento, uno de los primeros en destacar esa militancia : « Madame Mitterrand supo defender las causas justas rechazando todo tipo de compromiso partisano o de resignación ante las injusticias ».
Danielle Gouze nació en 1924 en Verdun, una ciudad que durante la 1a Guerra Mundial, 1914 – 1918, es decir 10 años antes, estuvo cercada por los combates fraticidas entre franceses y alemanes. En 1944 cuando se perfila el fin de la 2a Guerra Mundial, la joven Danielle contrajo matrimonio con el que se convertirá en el primer presidente socialista que gobernará en Francia durante 14 años consecutivos.
Este martes todos los estamentos franceses, partidos políticos, las ONG, elogiaron la trayectoria de esta mujer que se identificó y defendió causas que en varias ocasiones llegaron a incomodar a los miembros de la clase política francesa, incluido su propio esposo.
Pese a la fragilidad de sus 87 años, Danielle Mitterrand había hecho del acceso al agua uno de sus últimos combates : “ La falta de agua mata cada día 34 mil personas. La actualidad internacional nos demuestra que la guerras por el agua son una realidad. ¿Que vamos a hacer para que este líquido se convierta en un derecho al cual deben tener acceso todos ?” escribió hace unos meses en una columna publicada en Le Monde.
François Mitterrand, su esposo durante 51 años, fué también otro de sus combates. Un combate interno que la llevó a aceptar la doble vida privada del hombre político, expuesta de una vez por todas el día de sus funerales, cuando Madame Mitterrand se inclinó junto a sus hijos Jean-Francois y Gilbert ante el féretro de su marido, en compañía de Mazarine, la hija oculta del presidente francés.
En aras de contribuir a forjar ese destino que su esposo se trazó desde muy jóven para llegar al poder, Danielle Mitterrand renunció a una forma de libertad individual. Pero sus compromisos con la gente la llevaron a alcanzar un sentido superior de la libertad.
Sin embargo hasta el final de su vida François Mitterrand habría hecho de ella una esposa para el hombre público. Danielle Mitterrand no será enterrada junto a su esposo en el cementerio de Jarnac. La última voluntad del presidente habría sido que los separaran y lo dejaran a él en el mausoleo donde reposan sus padres.
Danielle Mitterrand probablemente encarnó un modelo de esposa de otro tiempo, pero lo que quedará de ella es su compromiso político. Ese compromiso que ella asumió con coraje y que la llevó a comprender los mecanismos del poder para, sin arrancarse de él, poderlo concentrar en la defensa de los derechos elementales de los otros : el clandestino, el desplazado, el marginado, el sin país.
A bientôt
Por MH Escalante, colaboradora de Soyperiodista.com, desde París