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Todo comenzó cuando mi amiga inglesa me preguntó: Mañana vamos a hacer pancakes en mi casa, ¿vienes? No parecía una pregunta difícil de responder y mucho menos fuera de contexto. Los colombianos aprendimos a comer pancakes al desayuno gracias a la influencia de los norteamericanos en nuestro país. Por eso al escuchar esta pregunta, imaginé que mi amiga me estaba haciendo una invitación a desayunar. Pero no era así. Ella siguió hablando y dijo que me esperaría en su casa en horas de la tarde pues era el momento en el que podía reunirse con todos sus amigos y festejar. Al oír esto, me sentí perdida pues no entendía qué tenían que ver los pancakes con hacer una fiesta. Ella me miró y se dio cuenta de mi cara de confusión, por lo que inmediatamente preguntó: ¿ustedes los colombianos no celebran el “Pancake day”? Por el tono que usó y los gestos que hizo pude descubrir que le parecía insólito que yo no tuviera idea de esa celebración. (Vea galería de imágenes del día internacional del pancake)
Ese día regresé a mi casa y me di a la tarea de investigar sobre el tema. El “Pancake day” se celebra el martes antes de dar inicio a la Cuaresma, es decir, cuarenta y un días antes de la celebración de la Semana Santa. El tiempo de Cuaresma se caracteriza por ser un tiempo de abstención y recogimiento. Por eso en muchos lugares del mundo hacen fiestas y carnavales los días previos a esta fecha, para aprovechar y gozar de todo aquello que luego no pueden disfrutar. En el caso del Reino Unido, preparan pancakes porque contienen huevos, mantequilla, harina y azúcar, ingredientes que dejan de comerse por una larga temporada por ser fuente de grasa.
Esta tradición se originó en una población llamada Olney, en Inglaterra. Se cuenta que un ama de casa estaba muy ocupada preparando pancakes y olvidó que tenía que ir a la misa. Cuando sonaron las campanas de la iglesia, ella salió corriendo de su casa con el sartén en la mano. Desde entonces, se hacen competencias en las que los participantes van corriendo con un sartén y un pancake. Las reglas son muy claras: ellos deben lanzar y coger en el aire el pancake mientras recorren cuatrocientos metros; deben llevar puesta una bufanda y un delantal; la mayoría de las participantes son mujeres pero si hay hombres que se animan, deben llevar un delantal y un pañuelo, atuendo típico de un ama de casa. Al finalizar la competencia se hace una misa. Según la tradición, la misa se celebra a las once de la mañana. A partir de ese momento, hay fiesta y la gente se reúne a comer pancakes con sus amigos y familiares.
Luego de haber investigado sobre el tema, llamé a mi amiga y le dije que al día siguiente estaría en su casa para comer pancakes. Quería conocer de cerca esta celebración. Así fue. Estuve en su casa y ella me comentó que era una fiesta muy importante porque, más que la preparación para la Semana Santa, era una oportunidad para reunirse con los amigos y hacer competencias para saber quién podía lanzar y coger el pancake en el aire sin que se dañara o, quién podía tener la mejor receta para prepararlo. Aunque los ingredientes para preparar la base no varían, cado uno le puede poner su toque secreto.
Regresé a mi casa feliz porque había aprendido sobre otra forma de celebrar el inicio de la Cuaresma. Así como hay “Mardi Gras” o “Martes Gordo”, también existe el “Pancake day”, para deleitarse con aquellos alimentos de los que nos abstenemos después.