El dramático testimonio de un piloto que voló junto al avión de Chapecoense
Un piloto de Avianca cuenta cuáles fueron los reportes en el momento del accidente, entre el oficial del vuelo Lamia RJ85, donde volaba el equipo chapecoense, y la torre de control de aeropuerto. “Él sí se declaró en emergencia y alertó una falla total eléctrica”, relató.
Redacción Nacional
Antes de precipitarse en el cerro El Gordo de La Unión (Antioquia), el avión de la aerolínea boliviana sobrevolaba por encima de un vuelo de Avianca. Este último se encontraba a 19 mil pies de altura, a la espera de la torre de control de Rionegro, debido al estado de emergencia de una aeronave de Viva Colombia.
Según el testimonio del piloto de Avianca, la tripulación de Lamia le solicitó a la controladora prioridad para proceder a la pista, reportando problemas de combustible sin declararse aún en emergencia. “Procedemos, procedemos, tenemos problemas de combustible”, decía el piloto al tiempo que descendían rápidamente.
La controladora, desde el aeropuerto José María Córdova, reasignó el rumbo de la aeronave de Avianca, mientras negaba que el RJ85 procediera, porque se estaba atendiendo al avión de emergencia de Vivacolombia para su debido aterrizaje.
“Cuando la aeronave empezó a bajar, ahí sí declaró la emergencia”, manifestó el piloto, quien incluso vio las luces del avión en ráfaga cuando estos empezaron a descender. En ese momento la mujer en la torre de control le respondió a Lamia: “proceda al localizador, pista cero uno, informe el problema que tiene y estos respondieron que tenían una falla total eléctrica y pidieron vectores para proceder a la pista”.
La mujer alegaba que no lo tenía en contacto radar y el piloto estaba cada vez más desesperado, pero para entonces la nave ya se encontraba en el sistema de radio ayuda a 21mil pies, lo que significó para los oficiales de Avianca una pésima señal. “Ayuda, ayuda, pedía el piloto gritando mientras nosotros, que los escuchábamos por el radio, hacíamos silencio y de repente no volvimos a escuchar nada. La controladora se le quebró la voz y también nosotros nos pusimos a llorar”, concluyó su testimonio el oficial de vuelo.
Antes de precipitarse en el cerro El Gordo de La Unión (Antioquia), el avión de la aerolínea boliviana sobrevolaba por encima de un vuelo de Avianca. Este último se encontraba a 19 mil pies de altura, a la espera de la torre de control de Rionegro, debido al estado de emergencia de una aeronave de Viva Colombia.
Según el testimonio del piloto de Avianca, la tripulación de Lamia le solicitó a la controladora prioridad para proceder a la pista, reportando problemas de combustible sin declararse aún en emergencia. “Procedemos, procedemos, tenemos problemas de combustible”, decía el piloto al tiempo que descendían rápidamente.
La controladora, desde el aeropuerto José María Córdova, reasignó el rumbo de la aeronave de Avianca, mientras negaba que el RJ85 procediera, porque se estaba atendiendo al avión de emergencia de Vivacolombia para su debido aterrizaje.
“Cuando la aeronave empezó a bajar, ahí sí declaró la emergencia”, manifestó el piloto, quien incluso vio las luces del avión en ráfaga cuando estos empezaron a descender. En ese momento la mujer en la torre de control le respondió a Lamia: “proceda al localizador, pista cero uno, informe el problema que tiene y estos respondieron que tenían una falla total eléctrica y pidieron vectores para proceder a la pista”.
La mujer alegaba que no lo tenía en contacto radar y el piloto estaba cada vez más desesperado, pero para entonces la nave ya se encontraba en el sistema de radio ayuda a 21mil pies, lo que significó para los oficiales de Avianca una pésima señal. “Ayuda, ayuda, pedía el piloto gritando mientras nosotros, que los escuchábamos por el radio, hacíamos silencio y de repente no volvimos a escuchar nada. La controladora se le quebró la voz y también nosotros nos pusimos a llorar”, concluyó su testimonio el oficial de vuelo.