El gen de la depresión posparto
Médicos españoles descubren la razón genética del trastorno y aseguran que ésta abre una posibilidad para prevenirla.
El Espectador
Después de dar a luz y durante los cuatro meses siguientes al parto, las madres pueden caer en un estado de depresión en el que disminuye su apetito, tienen dificultades para conciliar el sueño y están expuestas a una serie de emociones que generan sentimientos negativos hacia el bebé, sensaciones de culpa y, en los casos más graves, tendencias suicidas. Este trastorno, del que se estima sufre el 13% de las mujeres del mundo luego de tener un hijo, se conoce como depresión posparto y de acuerdo con un grupo de investigación español, tiene sus causas en el mapa genético de las pacientes.
Siete hospitales españoles conformaron un equipo de estudio para tratar de vislumbrar una explicación para todos estos síntomas. Más de 1.800 madres, de diferentes edades y condiciones sociales, pasaron por los laboratorios durante los cuatro meses siguientes al parto para ser sometidas a pruebas científicas.
Los expertos, bajo la tutela de Julio Sanjuan, profesor titular de Psiquiatría de la Universidad de Valencia, obtuvieron hallazgos interesantes. Lograron identificar los genes causantes de la depresión posparto.
Según la investigación, la predisposición genética se encuentra en algunos componentes del ADN que tienen la tarea de regular la serotonina, una hormona que se aloja en el sistema nervioso central y que está íntimamente ligada con la variación de los diferentes estados de ánimo de las personas.
Los cambios hormonales, que tienen lugar durante los períodos de gestación, afectan los niveles normales de serotonina en los casos en los que la predisposición está latente. El trastorno se desencadena y las madres sucumben ante los síntomas de la depresión.
Después de publicar los resultados en el British Journal of Psychiatry, Sanjuan se mostró optimista y precisó que “en un futuro, a través de un pequeño test genético, se podrá establecer qué mujeres van a tener más riesgo y van a necesitar un tratamiento preventivo antidepresivo o alguna terapia de apoyo luego del parto”.
Sus palabras resultaron alentadoras, pues algunos datos que reveló el mismo doctor Sanjuan, sostuvieron que el 50% de las mujeres que sufren depresión posparto no recibe ningún tipo de atención médica, un hecho que además de comprometer la salud de las madres, también perjudica a los niños. “Ellos pueden sufrir efectos graves de retraso emocional, en el desarrollo del lenguaje y en el momento de empezar a caminar”, advirtió Sanjuan.
Después de dar a luz y durante los cuatro meses siguientes al parto, las madres pueden caer en un estado de depresión en el que disminuye su apetito, tienen dificultades para conciliar el sueño y están expuestas a una serie de emociones que generan sentimientos negativos hacia el bebé, sensaciones de culpa y, en los casos más graves, tendencias suicidas. Este trastorno, del que se estima sufre el 13% de las mujeres del mundo luego de tener un hijo, se conoce como depresión posparto y de acuerdo con un grupo de investigación español, tiene sus causas en el mapa genético de las pacientes.
Siete hospitales españoles conformaron un equipo de estudio para tratar de vislumbrar una explicación para todos estos síntomas. Más de 1.800 madres, de diferentes edades y condiciones sociales, pasaron por los laboratorios durante los cuatro meses siguientes al parto para ser sometidas a pruebas científicas.
Los expertos, bajo la tutela de Julio Sanjuan, profesor titular de Psiquiatría de la Universidad de Valencia, obtuvieron hallazgos interesantes. Lograron identificar los genes causantes de la depresión posparto.
Según la investigación, la predisposición genética se encuentra en algunos componentes del ADN que tienen la tarea de regular la serotonina, una hormona que se aloja en el sistema nervioso central y que está íntimamente ligada con la variación de los diferentes estados de ánimo de las personas.
Los cambios hormonales, que tienen lugar durante los períodos de gestación, afectan los niveles normales de serotonina en los casos en los que la predisposición está latente. El trastorno se desencadena y las madres sucumben ante los síntomas de la depresión.
Después de publicar los resultados en el British Journal of Psychiatry, Sanjuan se mostró optimista y precisó que “en un futuro, a través de un pequeño test genético, se podrá establecer qué mujeres van a tener más riesgo y van a necesitar un tratamiento preventivo antidepresivo o alguna terapia de apoyo luego del parto”.
Sus palabras resultaron alentadoras, pues algunos datos que reveló el mismo doctor Sanjuan, sostuvieron que el 50% de las mujeres que sufren depresión posparto no recibe ningún tipo de atención médica, un hecho que además de comprometer la salud de las madres, también perjudica a los niños. “Ellos pueden sufrir efectos graves de retraso emocional, en el desarrollo del lenguaje y en el momento de empezar a caminar”, advirtió Sanjuan.