Ética y transparencia, vacuna para enfrentar la pandemia de la corrupción
En estos tiempos de crisis, es determinante la buena gestión y manejo de recursos por parte de las entidades públicas y privadas para hacerle frente a la corrupción y apostarle a buenas prácticas que permitan el desarrollo y la construcción de una sociedad más equitativa e incluyente.
Se conoce como pandemia a una enfermedad que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región. A lo largo de la historia de la humanidad se registran varios antecedentes en este sentido, por un lado, la Peste Negra en el Siglo XIV y por el otro, La Gripe Española en 1918, a las cuales se suma, por supuesto, la pandemia ocasionada recientemente por el Covid-19. Y, aunque son impredecibles y sus efectos varían según el entorno en el que se desarrollen, lo cierto es que son transitorias.
Sin embargo, hay otros males que parecen ser eternos y que durante años han logrado arraigarse en las entrañas de muchas naciones, sin una estacionalidad específica, dejando a su paso importantes estragos. Entre ellos se encuentra la corrupción, que, de hecho, para muchos expertos es una de las mayores pandemias que azota a Colombia y en general a América Latina, convirtiéndose en uno de los principales obstáculos del desarrollo económico y social.
Y es que, ni siquiera en tiempos difíciles este mal da tregua y en los últimos meses, las autoridades han alertado sobre el acelerado aumento de casos asociados a malos manejos de recursos destinados a mitigar la crisis sanitaria, social y económica generada por el Coronavirus. Por eso, hoy, la lucha contra este flagelo se hace más relevante que nunca, pues cada centavo que caiga en manos equivocadas puede dejar a millones de personas sin acceso a bienes o servicios que ponen en riesgo su vida e integridad.
Buenas Prácticas de Anticorrupción
Sin duda, en el reto de hacerle frente a esta pandemia, se hace fundamental la suma de esfuerzos de la sociedad civil y del sector público y privado, articulando sus estrategias y operaciones a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y a los diez principios del Pacto Global, entre los que destaca la lucha contra la corrupción. Y precisamente, hace poco, este compromiso fue exaltado por Pacto Global Red Colombia y Alliance For Integrity, con el apoyo de la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito, por medio del “Reconocimiento a las Buenas Prácticas de Anticorrupción”, iniciativa gestada por primera vez en el país con el propósito de visibilizar las acciones a través de las cuales las compañías contribuyen a enfrentar esta problemática.
Tras revisar las prácticas de diferentes organizaciones, un jurado internacional integrado por entidades como el Banco Interamericano de Desarrollo, Natura Brasil, Sancor Seguros Argentina y el Centro de Responsabilidad Social Empresarial en Chihuahua México, seleccionó 11 empresas, entre ellas, la Caja de Compensación Familiar Compensar, quienes recibieron el reconocimiento por medio de una serie de webinars, en los cuales se dieron a conocer las principales características de las buenas prácticas, relacionadas con temas de integridad empresarial y transparencia. Además, producto de ello, se hará la primera publicación de buenas prácticas en anticorrupción, la cual estará disponible de manera virtual en las bibliotecas de las tres entidades organizadoras.
Particularmente Compensar, desde su nacimiento, hace 42 años, ha hecho de la lucha anticorrupción parte de su compromiso ético, asimismo, la transparencia es uno de sus principios rectores y valores corporativos, aspectos que además de constituirse en el soporte de la cultura interna, se reflejan en el relacionamiento con sus diferentes grupos de interés y con la sociedad en general.
De igual manera, la entidad, permanentemente desarrolla acciones orientadas a promulgar las normas éticas y advertir sobre la determinación inquebrantable de cumplirlas en todas sus actividades, promueve la adhesión a pactos de integridad y transparencia, vela porque todos sus procedimientos sean claros, equitativos, viables y transparentes, y apoya la denuncia de conductas irregulares.
La entrega de esta distinción se da en medio de una coyuntura que ha llevado a las empresas de todos los sectores y tamaños a implementar diferentes mecanismos para seguir contribuyendo a mitigar los efectos de la corrupción y, en el caso de Compensar, se suma a otros reconocimientos que ha recibido últimamente, entre ellos, el del Monitor Empresarial de Reputación Corporativa MERCO, que destacó a la entidad como una de las 100 organizaciones con mayor responsabilidad social y mejor gobierno corporativo del país, ocupando el puesto 27 en el ranking general y el número 1 en el sector de cajas de compensación familiar.
Sin duda, todavía queda un largo camino por recorrer en la lucha contra la pandemia de la corrupción, que se propaga rápidamente, dejando a su paso graves consecuencias. Sin embargo, es claro que la mejor vacuna para hacerle frente es la suma de esfuerzos y el trabajo articulado entre el sector público, privado y la sociedad en general, en el compromiso permanente por defender el bienestar común por encima del individual, haciendo siempre de la ética y la transparencia principios innegociables, lo que se traduce en la consolidación de una sociedad más equitativa, incluyente y con igualdad de oportunidades para todos.
Se conoce como pandemia a una enfermedad que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región. A lo largo de la historia de la humanidad se registran varios antecedentes en este sentido, por un lado, la Peste Negra en el Siglo XIV y por el otro, La Gripe Española en 1918, a las cuales se suma, por supuesto, la pandemia ocasionada recientemente por el Covid-19. Y, aunque son impredecibles y sus efectos varían según el entorno en el que se desarrollen, lo cierto es que son transitorias.
Sin embargo, hay otros males que parecen ser eternos y que durante años han logrado arraigarse en las entrañas de muchas naciones, sin una estacionalidad específica, dejando a su paso importantes estragos. Entre ellos se encuentra la corrupción, que, de hecho, para muchos expertos es una de las mayores pandemias que azota a Colombia y en general a América Latina, convirtiéndose en uno de los principales obstáculos del desarrollo económico y social.
Y es que, ni siquiera en tiempos difíciles este mal da tregua y en los últimos meses, las autoridades han alertado sobre el acelerado aumento de casos asociados a malos manejos de recursos destinados a mitigar la crisis sanitaria, social y económica generada por el Coronavirus. Por eso, hoy, la lucha contra este flagelo se hace más relevante que nunca, pues cada centavo que caiga en manos equivocadas puede dejar a millones de personas sin acceso a bienes o servicios que ponen en riesgo su vida e integridad.
Buenas Prácticas de Anticorrupción
Sin duda, en el reto de hacerle frente a esta pandemia, se hace fundamental la suma de esfuerzos de la sociedad civil y del sector público y privado, articulando sus estrategias y operaciones a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y a los diez principios del Pacto Global, entre los que destaca la lucha contra la corrupción. Y precisamente, hace poco, este compromiso fue exaltado por Pacto Global Red Colombia y Alliance For Integrity, con el apoyo de la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito, por medio del “Reconocimiento a las Buenas Prácticas de Anticorrupción”, iniciativa gestada por primera vez en el país con el propósito de visibilizar las acciones a través de las cuales las compañías contribuyen a enfrentar esta problemática.
Tras revisar las prácticas de diferentes organizaciones, un jurado internacional integrado por entidades como el Banco Interamericano de Desarrollo, Natura Brasil, Sancor Seguros Argentina y el Centro de Responsabilidad Social Empresarial en Chihuahua México, seleccionó 11 empresas, entre ellas, la Caja de Compensación Familiar Compensar, quienes recibieron el reconocimiento por medio de una serie de webinars, en los cuales se dieron a conocer las principales características de las buenas prácticas, relacionadas con temas de integridad empresarial y transparencia. Además, producto de ello, se hará la primera publicación de buenas prácticas en anticorrupción, la cual estará disponible de manera virtual en las bibliotecas de las tres entidades organizadoras.
Particularmente Compensar, desde su nacimiento, hace 42 años, ha hecho de la lucha anticorrupción parte de su compromiso ético, asimismo, la transparencia es uno de sus principios rectores y valores corporativos, aspectos que además de constituirse en el soporte de la cultura interna, se reflejan en el relacionamiento con sus diferentes grupos de interés y con la sociedad en general.
De igual manera, la entidad, permanentemente desarrolla acciones orientadas a promulgar las normas éticas y advertir sobre la determinación inquebrantable de cumplirlas en todas sus actividades, promueve la adhesión a pactos de integridad y transparencia, vela porque todos sus procedimientos sean claros, equitativos, viables y transparentes, y apoya la denuncia de conductas irregulares.
La entrega de esta distinción se da en medio de una coyuntura que ha llevado a las empresas de todos los sectores y tamaños a implementar diferentes mecanismos para seguir contribuyendo a mitigar los efectos de la corrupción y, en el caso de Compensar, se suma a otros reconocimientos que ha recibido últimamente, entre ellos, el del Monitor Empresarial de Reputación Corporativa MERCO, que destacó a la entidad como una de las 100 organizaciones con mayor responsabilidad social y mejor gobierno corporativo del país, ocupando el puesto 27 en el ranking general y el número 1 en el sector de cajas de compensación familiar.
Sin duda, todavía queda un largo camino por recorrer en la lucha contra la pandemia de la corrupción, que se propaga rápidamente, dejando a su paso graves consecuencias. Sin embargo, es claro que la mejor vacuna para hacerle frente es la suma de esfuerzos y el trabajo articulado entre el sector público, privado y la sociedad en general, en el compromiso permanente por defender el bienestar común por encima del individual, haciendo siempre de la ética y la transparencia principios innegociables, lo que se traduce en la consolidación de una sociedad más equitativa, incluyente y con igualdad de oportunidades para todos.