Las pruebas de la familia de mujer desaparecida en el Vaticano hace 40 años
Pietro Orlandi pide al Papa Francisco honestidad y transparencia en la investigación por la desaparición de su hermana Emanuela, en 1983
El 22 de junio de 1983 se reportó la desaparición de Emanuela Orlandi, de 15 años, hija de un empleado del Vaticano. Luego de 40 años, el caso se reabrió meses después de que la plataforma de streaming Netflix estrenará un documental en el cual se pretendía dar nuevas luces, pruebas e hipótesis sobre este caso y luego de que la familia de Emanuela solicitara al Parlamento italiano encargarse de este caso.
Pietro Orlandi, hermano de Emanuela, le pidió el pasado 17 de enero al papa Francisco que la reapertura del caso de su hermana, que tiene detrás de sí misterio y hasta conspiraciones, se haga con honestidad y transparencia, además de advertir que tiene pruebas que involucran a dos personas cercanas al sumo pontífice.
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“Espero que su posición y decisión sea verdaderamente tomada con la voluntad, honestidad y transparencia para llegar al final”, comentó Pietro en una entrevista dada en la Asociación de la Prensa Extranjera en Roma.
De hecho, para Pietro la decisión de reabrir el caso, desde el 9 de enero, por parte del promotor de Justicia del Vaticano, es una decisión muy positiva, la cual busca de verdad esclarecer qué fue lo que pasó con su hermana. A pesar de eso, Pietro asegura que su abogado solicitó un encuentro para, textualmente, “proponer nombres a los que interrogar”.
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Como evidencia y pruebas también habló de pantallazos de WhatsApp entre dos personas, presuntamente muy cercanas al papa Francisco, de finales de 2013 e inicios de 2014. En dichas conversaciones se referían a documentos que hablaban de su hermana, Emanuela, y que además mencionaban a Santos Abril y Castelló, cardenal español.
“Los papas y el Vaticano habían decidido alzar un muro en torno a esta historia porque quizá la verdad es tan dura que inclinaría negativamente la imagen de la iglesia” comentó Pietro y además agregó que estaba contento de la reapertura de este caso y ve posible que la iglesia haya cambiado de posición frente a este caso.
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Finalmente, Pietro manifestó que seguirá en la búsqueda de su hermana y aboga por la máxima colaboración entre la Santa Sede y el gobierno italiano para conocer la verdad detrás del misterio. “No me rindo. Cada vez que hay un intento de frenar las cosas, me crece la rabia y aumentan mis ganas de llegar al final del asunto”, puntualizó.
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